Manera de arruinarme el momento... bueno, sólo me deleitaba con la vista y su voz, no es que él me haya pedido ser su novia, o dado indicios de que le gusto, ni que hubiese estado cerca de hacerlo, pero lo estaba disfrutando, más allá de las vergüenzas y todo.
-Hola, Gerónimo.
Trato de transmitir todo el enojo posible en dos palabras. Luca nos mira en el intercambio de saludos.
Con ternura, Gerónimo dice:
-Hola, Ames. ¿Dónde está Chris?
Me levanto del banco y señalo:
-Allá, en la calesita, jugando con la hija de Luca.
-Voy a saludarlo y le digo que ya nos vamos a seguir con el paseo.
-Probablemente no va a querer hablar.
-Lo voy a tener en cuenta.
Al menos no es tan idiota. Todavía no entiendo porqué decir que es mi novio a personas que no nos conocen.
-Entonces... -dice Luca y lo miro. - ¿el helado queda para otro día? Si es que quieren, por supuesto.
Intento que mi voz salga de lo más normal, sin tanto entusiasmo: -Sí, claro. Venimos todo el tiempo a esta plaza.
Me voy a convertir en Pinocho. Por favor, que no me crezca la nariz para que no note que estoy mintiendo.
Luca asiente y me da una sonrisa. En eso, se acercan Gerónimo y Chris, que se da la vuelta y saluda con la mano a Zoe.
-Bueno, queda pendiente el helado. Nos vemos pronto. Despedite, Chris.
Chris da una sonrisita y saluda a Luca, y vuelve a despedirse de Zoe, que sigue jugando: -Adiós.
-Chau, Chris. Se despide Luca y acaricia a Dobby.Luca
-Entonces... ¿el helado queda para otro día? Si es que quieren, por supuesto.
Ella me mira y hace un gesto con la mano: -Sí, claro. Venimos todo el tiempo a esta plaza.
Creí que Chris era nuevo en el país, aunque no estoy seguro de que haya mencionado si había llegado hace poco o si sólo no se siente cómodo con el idioma.
Cuando se están yendo caigo en cuenta de que, salvo que alguna casualidad vuelva a juntarnos en esta plaza, es imposible que los invite a tomar ese helado porque fui tan dormido que no le pedí el número de celular. Ni siquiera es la plaza más cercana a mi casa. Quizá la tercera. Será cuestión de suerte. O hacer que sea la plaza favorita de Zoe. Es que ella es linda, tiene ese "algo" que te intriga y te dan ganas de saber más y más.
Recibo un mensaje de Malena:'Vas a traer a la nena hoy o no?'
Suspiro. Es el cuarto mensaje que me manda, así que prefiero contestarle y dejar de ignorarla para que después no me haga una escena.
'¿Para qué? ¿Para que vuelvas a hacer lo que hiciste el sábado? No, gracias.'
'Es mi hija también'
'Sí, deberías actuar como la mamá, entonces, y no hacerla dormir para poder dejarla sola y escaparte a un boliche.'
No me contesta. Lamentablemente, no es la primera vez que lo hace. Por suerte sus vecinos están en contacto conmigo desde la vez anterior, entonces me avisaron enseguida que ella había salido del edificio, y sin Zoe. Sólo bastó ver un poco en sus redes sociales para saber dónde se había ido. Difícil fue encontrarla entre el gentío que había en el lugar. Más difícil fue entrar al departamento y ver a Zoe buscándola hasta abajo de las camas. Voy a asegurarme de que haya sido la última vez que lo hace.
Miro a Zoe jugar. Es una nena feliz, pese a todo. Tengo suerte de tener a mi familia, que me apoya, que ama a mi hija con locura. Zoe es el motivo por el cual, pase lo que pase, voy a luchar a capa y espada así sea contra su mamá. Jamás le prohibiría que la vea, pero no voy a dejar que la lastime. Nunca.Amelia
Vamos a una heladería, de esas que tienen juegos y Chris me pide permiso para jugar mientras nosotros esperamos nuestro turno en la fila.
-¿Qué fue eso de "novio"? -lo digo haciéndole burla -¿Y por qué lo hiciste? ¡Él no nos conoce!
-No sé, me metí en el papel.
-En el momento equivocado. Ya te dije que voy a pretender frente a tu familia y a nuestros amigos. Hasta ahí, eso es suficiente.
-¡No es para tanto!
Me cruzo de brazos: -Sí, sí lo es.
-¡Vamos, Ames! Fue un desliz. ¿Qué pasa? ¿Ése te gusta?
-"Ése" es Luca. Luca es el que me chocó, sin querer, en el boliche. Y frente a él no hay que fingir.
-Ah, te gusta.
-No es por eso. Chris estaba cerca.
-Chris estaba como a siete metros.
Lo fulmino con la mirada, y me dirijo a donde está Chris.
-Ya casi nos toca. ¿Qué helado vas a querer?
Al parecer, ya se siente más cómodo, porque me contesta en español:
-¿Puedo pedir un cono?
-Claro. ¿Qué gustos?
-Ése que me comí el otro día y el de banana.
El se refiere a dulce de leche.
-De acuerdo, Minion. -le encantan las bananas. -Vamos a lavarnos las manos así comemos.Estamos comiendo y procuro a toda costa no hablarle ni dirigirle una mirada a Gerónimo. Él por su parte, hace todo lo posible para que haga lo contrario. Ya se está poniendo en pesado.
-Ames... Amelia. Amelia. Pau. Paula... Schiffer. Schiffer.
-¿Por qué no le hablas?
-Porque me hizo enojar.
Chris lo mira, niega con la cabeza y le dice:
-Te estás portando mal. - Lo cual me hace reír, y Gerónimo mal interpreta. Le muestro el dedo del medio.
-¡Eso no se hace!
-Perdón, Chris.
Gerónimo se burla de mi.
-Eso tampoco se hace.
Los dos nos dedicamos a comer mientras Chris nos mira con desaprobación.
Dos minutos más tarde, Gerónimo vuelve recargado, y me empieza a molestar tocandome la mejilla con el dedo índice. Más o menos después de cinco toques giro la cara y amago a morderle el dedo, haciendo que se asuste y retroceda, volcando parte de su helado por la mesa y el piso. Chris y yo estallamos en carcajadas por las expresiones que hizo.
Todavía estamos riéndonos cuando Gerónimo regresa de devolver el trapo prestado con el que limpió el desastre de helado de la mesa; el del piso no hizo falta, se encargó Dobby.
-Está bien, creo que ya se pasó lo gracioso... hace como 10 minutos. Dobby, vos sí sos mi amigo.
Una vez que nos terminamos los helados (y ya calmados), comenzamos a caminar, volviendo a donde aparque el auto. Chris, ya que no lo dejé pasear él solo a Dobby, nos está haciendo jugar a no pisar las líneas de las aceras, caminar sólo por las líneas que forman las baldosas, y así va cambiando de juego.
-¿Vas a perdonarme?
-No.
-¡Vamos! ¿Qué queres que haga? ¿Qué lo busque y le diga: "mira, Amelia no es mi novia, lo dije porque estamos fingiendo ser una pareja mientras yo decido si soy heterosexual, homosexual, bisexual o si sólo soy un idiota que no sabe qué hacer"?
-No estaría mal. No olvides remarcar lo de idiota.
Él me mira poniendo cara de perrito, ruedo los ojos.
-De todos modos es imposible, no hay manera, porque lo único que sé es su nombre y el de su hija.
-¿Tanto te gusta?
-No... -digo exageradamente -Mira, ya está, da igual. Seguro está a punto de casarse o de adoptar un perrito para que su hija tenga una mascota al ir creciendo, viviendo su familia de final feliz, bla, bla, bla...
-Bien. Te pido disculpas, igual.
-Va a salirte caro. Cambiando de tema, ¿te dijeron algo desde el sábado?
-¿Los chicos?
-No, tus vecinos... ¡Sí, los chicos!
-Ah. Eh, sí, ayer nos juntamos para jugar un partido de fútbol antes del partido de Boca.
-Puaj.
-Sin "puajs".
-Okeeey, ¿y?
-Y Martín empezó a cargarme con que últimamente estoy menos tiempo con ellos, que me volví un "pollerudo", que ninguna chica vale la pena como para dejar a los amigos y en eso Gastón lo frena y dice: "aguanta, estamos hablando de Amelia" y yo-
-¡¿Qué, así no más?!
Chris se da la vuelta y me mira.
-No quería asustarte, es que me contó... - voy bajando el tono de voz porque, evidentemente, no le importa. Me doy cuenta ya que se da la vuelta y sigue jugando.
-¿Decías?
-Entonces Gastón soltó la bomba, - me mira y asiente -sí, así no más. Intenté negarlo, fue para nada, tenían una teoría y todo. Así que les dije que estamos "andando". Y seguro las chicas ya saben.
Intento hablar lo más calmada: -¿Y me lo decís recién ahora? ¿Qué te costaba un llamadito, o un mensaje?
-Es que fue después del partido, nos quedamos boludeando, jugando a la Play, tomando cervezas, como a la una o dos de la mañana, y pensé en decirte hoy.
-Ya son las 19, ya pasó la mayoría del día. A parte, ¿y si Nicole o Ana hablaban conmigo?
Se encoge de hombros.
-Sos un dolor de cabeza, Gerónimo.
Se vuelve a encoger de hombros: -Por suerte tenes paciencia y sos una amiga excelente.
-No me adules. Se me está terminando la paciencia.
-"La paciencia es un árbol de raíces amargas pero de frutos muy dulces"
-Un momento... Yo conozco esa frase. ¿De dónde la sacaste?
-No voy a decirte.
-Vamos, no me voy a burlar.
-Si, si vas a hacerlo.
Me quedo pensativa mientras caminamos, y un momento después lo miro, lo señalo y el pone cara de horror.
-¡Ya sé! ¡Estuviste viendo Casi Ángeles, otra vez!
-Culpable. Pero en mi defensa, lo estaba viendo con mi hermana.
-Sí, por supuesto.
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Antes del amor [en proceso]
Romance¿Alguna vez se preguntaron qué es el amor? Yo sí. ¿Se preguntaron cómo saber cuándo es amor? ¿Cuándo es el momento en que entregamos nuestro enamorado corazón? ¿Cuántos tipos de amor existen? ¿Se puede amar a dos personas a la vez? Bueno, también me...