Andé hacia la única puerta que había en la habitación, los arañazos que la decoraban no me daban mucha confianza, pero no había más alternativa.
Al otro lado había un pasillo de azulejos blancos y gastados.
Había varias puertas a lo largo de este pero la que me llamó la atención fue una que estaba entreabierta y por la que se colaba un retintineo de metal y el sonido de voces habando a la vez.Sin pensármelo demasiado pasé y me encontré en un pequeño comedor con espacio para unas 30 personas. Contra una de las paredes había una encimera de estas que hay en las cafeterías o en los bares, la diferencia es que en la de aquí había grandes ollas con cazos para servirse un contenido que no veía desde donde me encontraba.
No había ventanas, por lo que debía de encontrarme en un sala interior del edificio. Lo que si había era gente mirándome, no llenaban todo el espacio pero aún así no eran menos de 10, jóvenes, de mi edad más o menos. Asustado di un brinco hacia atrás y cerré la puerta por la que me había asomado.Me apoye contra la pared y me puse a pensar que hacer, nunca se me había dado bien hablar con gente y no creo que estar en la situación en la que estaba me ayudase a comunicarme mejor. Decidí probar las otras puertas, pero no di ni un paso cuando la puerta que acababa de cerrar se abrió y salió un chico, rubio, alto, y con unos profundos ojos que me hicieron quedarme con la boca abierta.
Nunca me había interesado nadie de mi mismo género, pero la verdad es que ese chico era muy guapo, demasiado incluso.Al verme así sonrió
- ¿Tu serás Duncan no?- Si, ¿Cómo sabes mi...
- Ah, no solemos tener gente nueva, así que nos preocupamos por conocer a los que llegan. Yo soy Cris, un placer conocerte y ver qué estás bien después de lo del martes. - Dijo alargándome la mano.
- Hola, si, más o menos, supongo que era cuestión de descansar. - Tenía la mano suave, aunque esto no impidió que su agarre fuese fuerte.
- Ya, jajaja, la mayoría de nosotros hemos pasado por eso o por algo parecido.
-¿Enserio?¿ Y por qué ? No me acuerdo de nada de antes de la prueba. ¿Quiénes sois?
-Hmm, creo que no debería ser yo el que te responda esas preguntas -Se puso algo serio, se le notaba dudoso-, será mejor que entres y comas algo, te queda la mitad del día y vas a tener que asimilar bastantes cosas, por lo que es mejor que vayas con energía. - Dicho esto me abrió la puerta y recuperando su amplia sonrisa me invitó a pasar.
Esta vez no eché a correr por dos razones, primero porque me había dado tiempo a mentalizarme un poco y segundo y principalmente porque Cris me estaba bloqueando la puerta y para salir le tendría que atropellar.
Una vez entré me quedé allí, sin moverme, todos me miraron de nuevo sin decir nada. El silencio incómodo se alargó unos segundos. Incluso llegue a escuchar una risita detrás de mi, Cris se lo estaba pasando muy bien a costa de mi sanidad. Cuando consideró que se había divertido suficiente me presentó.
-Este es Duncan, probablemente os suene de haberle visto durmiendo es vuestras literas durante dos días seguidos
Todos me saludaron a la vez
- Hey
- Hoola
- Bienvenido!
- Hola
...Parecían majos, aún así eso no quitaba que no sabía dónde estaba y que los recuerdos que tenía de ¿hace dos días?, no eran para nada buenos. Tenía que andar con cuidado.
- Esto... No quiero sonar borde... Pero ¿me podríais explicar que hago aquí y porque no me acuerdo de nada?
- Ya lo sabrás, si eres válido... Aunque si has pasado la prueba lo más probable es que lo seas. -La que había hablado era una chica bajita con una camiseta del Yoda ese pequeño.
- Entonces, ¿ahora hay algo que pueda hacer? -Me estaba empezando a alterar la falta de respuestas.
- Bueno, le puedes preguntar al directo, el es el que se encarga de todo. -Esta vez me contestó un chaval con aspecto serio y formal.
-Vale, bien, algo es algo, ¿y donde le puedo encontrar? - Aunque se me daba mal hablar con la gente, cuando se me acababa la paciencia lo hacía notar.
Esta vez fue Cris la que me contestó.
- Jajaja, puueees... Le tienes detrás...Me giré rápido y me encontré cara a cara con la persona más alta que había visto nunca, me creía que yo estaba por encima de la media, pero este hombre me sacaba 3 o 4 cabezas, tenía el pelo completamente blanco y una fina cicatriz le recorría el cuello.
Estaba sonriendo, siniestramente.
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El Color Del Mar
AdventureHola, soy Duncan y tengo talasofobia. Nunca pensé que mi miedo irracional al mar y a sus profundidades pudiese afectar a mi día a día, y no lo habría hecho de no ser porque La Escuela del Agua me encontró.