Entre nosotros, todo.

Martes 13, marzo

Querido David:
Hoy anfi fue lo mejor. Quizá no todo el día, pero gran parte si lo fue. Estuviste dando clases nuevamente, pero esta vez no sentí que nos separará un mar, no había ningún tipo de distancia, ni física, ni emocional. Sonreíste hacía mi y todo estuvo bien.
Empezó la clase y yo no podía dejar de mirarte, uno de mis compañeros lo notó en seguida y comenzó a molestar. Nunca habíamos cruzado palabra, pero desde ese día decidió que era libre de molestarnos. Y digo "nos" porque no fue sólo a mi.
Cuando fuiste a explicarnos algo de la cavidad torácica decidí moverme de lugar, pues te habías parado cerca de una de mis compañeras y yo no quería incomodar.
Notaste en seguida mi movimiento, pero no fue por mi cambio de lugar, fue por la reacción del chico que decidió que podía molestarnos. El chico se movió de lugar de forma que quedó a mi lado, tú lo miraste, molesto, yo me moví un poco, pues no quería que se malinterpretara eso, él se movió para acercarse más.
Yo te vi, esperando que mi mirada te reconfortará de alguna manera, pero vi tu coraje.
No sé si lo imagine, pero juraría que estabas celoso. ¡Celoso! Dioses, nunca en mi vida creí verte así. Tú que siempre lucías seguro ahora mirabas al chiquillo de mi lado con odio.
Sonreí con los labios apretados, te importa.
Te levantaste de la mesa y nos dejaste con el trabajo, yo miré irte, volví a mi silla y observe a mis compañeros sin poder dejar de sonreír.
Entonces volviste, comenzaste a explicar algo y pediste que lavaran el corazón porque "tus manitas no se podían ensuciar".
Te sentaste a mi lado mientras la mitad de la mesa se fue con el corazón, yo baje la mirada.
Oscar, el ayudante volvió y nos preguntó que hacíamos, le expliqué que habían ido a lavar el corazón y se me quedó mirando. Él insinuó que yo no trabajaba en el equipo y entonces tú lo interrumpiste.
Me miraste fijamente y te devolví la mirada, sonriendo. Entonces dijiste " ¿Con quién tomaste anatomía 1?" en el tono menos casual del mundo, mientras jugabas con los botones de tu bata, sonreí mientras respondía algo que sin duda sabias "Con usted", asentiste y me volviste a mirar, esta vez con más insistencia "¿Y luego?" inquiriste en ese tono tan poco casual. Por un segundo me quedé helada, desde el primer día había temido contestar esta pregunta, porque sabía que ninguna razón ed suficiente para dejar a la persona que amas. Pero intente contestar con calma "Es que su grupo se llenó". Esta vez no pudiste controlar tu mirada, había pura indignación en tus ojos " No es verdad " dijiste. Intente mantener la calma, no quería decir ninguna tontería frente a ti, pero necesitaba decirte.
"Claro que si, el grupo o..ocho se lleno", tú respondiste "Pero tenia otro", "si pero era hasta las nueve" susurré, en un intento de no agravar las cosas.
Entonces notaste que Oscar y mi compañera nos observaban y soltaste una risa forzada, después de un rato te levantaste y fuiste a dar un tour por el anfiteatro.
No sabía como sentirme, pero la emoción de ver tus celos aún no se esfumaba.

Con amor, Yo.