Salí de mi casa de un fuerte portazo que hizo vibrar toda la casa, las lágrimas me caían por los ojos sin parar, traicionado, traicionado por mi propia familia, escuché volví a abrirse y unos pasos acercándose a mi.
-Nathan.- me llamo mi padre
¡¡Encima tenía los huevos de venir a decirme cosas!!, le ignoré, pero llego hasta mi y me toco el brazo, me revolví rápidamente y le di un empujón.
-¡¡NO ME TOQUES!!.- grité, la rabia se origino en mi de nuevo
-Hijo, lo hacemos por tu bien.-
-¡¡TU NO SABES LO QUE ES MEJOR PARA MI!!.- le volví a empujar mas fuerte.- ¡¡Si quieres quitarme lo único de tu mierda de mundo que me hace feliz, matame ya!!.-
-Hijo no sabes lo que dices.-
-¡¡VAMOS PADRE, MATAME!!.- le volví a dar un empujón
-¡¡BASTA NATHAN!!.- grito
No pude mas, le metí un derechazo que hizo que cayera al suelo a cuatro patas, traicionado, había sido traicionado por mi propio padre, mi padre se toco el labio inferior con el pulgar y se lo miro, le había hecho sangre, yo le miraba desde arriba con los puños apretados, la palabra traidor se repetía una y otra vez en mi cabeza haciendo que mi rabia llegará a límites que nunca había tenido.
Mason llego con mi madre detrás, trato de acercarse a mi, pero mi padre le detuvo levantando su mano, se levanto y vino a mi, y sin que dijera nada le di otro golpe haciendo que cayera como antes, mi madre gimió de impresión, mi hermano volvió a tratar de ir a por mi... que lo hicera, le retaba a que se acercara a mi.
-Quedate ahí, Mason.- le ordeno mi padre
Mi hermano hizo caso y se quedo parado, en mi cabeza rondaba una idea, una idea que jamás pensé que llegará a pensar, matar a mi padre, cuando se levanto, le volví a meter otro golpe y cayó al suelo de espaldas, ahora tenía un poco de sangre en la nariz, me puse encima de el y le estrangule con las dos manos el cuello, el intentaba quitarse del agarre intentando quitar mis manos de el, pero no podía, supe que era por eso de ser un Luna Oscura, era mas fuerte que cualquier otro Lobo Negro.
Empecé a verle ponerse blanco, los gritos de mi madre y mi hermano sin saber que hacer me recordaron cuando mate a Shawn, su rostro antes de morir y lo mal que me sentí luego, de repente vi en mi cabeza el rostro de Vanessa mirándome con miedo como en la fiesta, luego cuando estaba conmigo la primera vez que hablamos y la frase que dijo: no eres un monstruo, Nathan.
Eso me hizo soltarle el cuello a mi padre, este se quedo en el suelo tosiendo y cogiendo aire, mi hermano y mi madre se pusieron de rodillas junto a el, me quede mirando la estampa y la mirada de todos hacia mi fue lo último que vi antes de ponerme a correr y perderme por el bosque solo.
Estuve corriendo vario minutos y al darme cuenta de que nadie me seguía me pare, me detuve con las manos en la cabeza cogiendo aire por la boca y moviéndome sin parar, no pude mas y lancé un grito de rabia al aire, comencé a golpear un árbol metiéndole puñetazos con ambas manos a ambos lados del tronco, notaba como la corteza se iba rompiendo mientras golpeaba mas y mas.
El árbol acabo cayéndose, como era uno pequeño no sonó tanto la caía, pero si lo suficiente para que se enterarán desde unos metros, hinqué las rodillas en el suelo con los puños cerrados en el suelo, respiraba hondamente por la nariz tratando de calmarme.
El sonido del viento se hizo mas fuerte, la temperatura bajo un poco, lo noté cuando sentí un leve frío en el cuerpo que se quito en milésimas de segundo, me levante del suelo, tenía que avisar a Vanessa que estaba en peligro y que huyera de París, fui a su casa corriendo, los árboles se interponían en mi camino, yo me los quitaba de en medio ya bien esquivándolo o golpeándolo si era algo pequeño.