8.

1.3K 83 32
                                    

—¡Detente, por favor!—gritó el rizado con desesperación, la mano de Zayn paró en su rostro nuevamente, haciéndolo tambalear y caer en el suelo de la cocina.

—¿Ahora sí quieres que me detenga, zorra?—escupió, agachándose a la altura de Harry y tomando su cabello en un puño para levantarlo así, el menor gimió ante el tirón sintiendo su cabeza palpitar por ello, agregando las lágrimas que no paraban de salir.

Zayn sintió rabia al ver a Harry hablando con ese chico, le hervía la sangre, y después de que Harry le dijese en el centro comercial que le avergonzaba y se marchara; aumentó. Al llegar a casa la ira lo nubló por completo.

Harry se sentía culpable por el comportamiento en el centro comercial, así que decidió prepararle a Zayn una cena de disculpas, pero al llegar, este lo jaló del cabello haciéndolo arrodillarse, exigiéndole que le pidiera disculpas, Harry intentaba hablar pero temblaba, y Zayn sólo abofeteó su rostro, siguió insultándolo y jalando sus cabellos, Harry sólo rezaba para que la pelea boba terminase.

—¡Dime, carajo!—gritó Zayn, levantándolo con suma fuerza de los muslos y dejándolo caer sobre la mesa, haciendo que Harry se golpeara la cabeza y la espalda, Harry ya no pudo hablar, Zayn estaba follándolo, muy duro, muy sucio, muy vacío.

Se sentía vacío, solo, desprotegido. Él no deseaba hacerlo enojar, incluso preparaba la cena. Contó hasta diez en su mente, el dolor lo cesaba, las embestidas eran más fuertes y Zayn seguía ejerciendo demasiada fuerza en sus cabellos, sintió la sangre recorrerle las piernas, y seguido la corrida de Zayn, él no lo disfrutó.

Al terminar, Zayn se apartó tan brusco que al soltar su cabello le hizo golpearse en la cabeza, Harry gimió de dolor observando a Zayn irse de la cocina, esperó unos minutos, Zayn volvería disculpándose y curándolo.

Treinta minutos. No volvió. Escuchó la ducha y después el seguro de la habitación, bajó de la mesa tambaleándose, mareado y sin poder sostenerse, juntando toda su ropa con cuidado y colocándosela, sin ganas de seguir cocinando para que Zayn lo perdonara. Sólo lloró, sollozó, hasta que se quedó dormido en el suelo de la cocina, con sangre entre sus piernas y su cara llena de lágrimas.


Bebés, he agregado la historia a los premios Wattys, sé que no es muy buena, ni muy reconocida, un poco enferma a decir verdad, pero me gustaría que estuviera en un buen lugar donde posicionarse en esos premios. Así que, ¡por favor, ayúdenme a promocionarla! Sé que no es muy sana, pero el final tiene un mensaje completamente positivo; prometido.

CASTIGOS - ZARRY STALIK (EN EDICIÓN).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora