CASTIGOS - ZARRY STALIK (EN EDICIÓN).

9.

Harry despertó en la cama. No sabe cómo, sólo recuerda haberse desmayado en el suelo de la cocina, seguía con su ropa sucia, así que se levantó de inmediato de la cama, no quería que Zayn se enojara de nuevo. Respiró profundo sintiendo un gran dolor en sus caderas, y su entrada ardía, los golpes en sus mejillas lucían terribles, su rostro estaba hinchado. Avanzó al baño analizando lo que veía, estaba destrozado. Su cuerpo lleno de moretones, pellizcos, rasguños. Suspiró adentrándose en la regadera, teniendo mucho cuidado debido al dolor que le costaba, abriéndola y deslizándose bajo el agua, explotando todo lo que sentía en el llanto.

Mientras dejaba su vista en un sólo punto de la regadera, pensaba: ¿Por qué? Él jamás provocó a Zayn de esa forma, no era la primera vez y sin embargo dolía. Dolía porque dejó de luchar, dolía porque dejó de vivir. Pero esa era su vida, y debía asumirlo.

Suspiró saliendo de la regadera con una leve cojera, secándose con sumo cuidado en las partes que eran frágiles, y cuando estuvo listo salió topándose con la mirada arrepentida de Zayn, el moreno no dejaba de mirarlo, de mirar las marcas en su cuerpo, de mirar los golpes en su rostro, y el ver la forma en que caminaba. Alzó su mano, y Harry se alertó, encogiéndose en sí mismo, ¡sólo quería una ducha! Esperó el golpe, pero jamás llegó, en cambio recibió una caricia, y los ojos de Zayn aguándose.

—Perdóname.—susurró hincándose frente a él, encogiendo el corazón de Harry.

—Pro-prometiste que ya no lo harías.—murmuró Harry, con tanto dolor en su pecho.

—Lo lamento, Harry.

—Lo siento, Zayn.

—No hiciste nada malo, amor, yo...—Harry colocó dos dedos sobre sus labios, indicándole que se detuviera. No podía.

—Tengo que ir al médico, estoy... Lastimado, nos veremos cuando regreses del trabajo.—sentenció, moviéndose fuera de su alcance y yendo rápidamente por su ropa, colocándosela con lentitud por sus heridas, sintiendo la mirada de Zayn sobre él, pero no quería mirarlo.