A Través De Mi Cámara [TaeKook]

[...]

Aqui estoy de nuevo, frente a nuestras fotos de la pared.
Me he dicho tantas veces que debo descolgarlas y no lo he hecho que dudo mucho que hoy finalmente vaya a hacerlo. Sin embargo, se bien que ya es hora.
Tu bella sonrisa, que parece hacerse más grande frente a mi cámara, le prohibe a mi mano avanzar y arrancar tu rostro de mi cuarto. Pero, ¿qué otra cosa puedo hacer? Tú ya no estás conmigo. Y no lo estarás de nuevo más.
Kim Taehyung. ¿Alguna vez fuiste sincero de verdad? Esa sonrisa tanto de labios como de ojos... ¿fue dedicada enteramente a una persona como yo? ¿Puedo creer en el hecho de que he sido amado?
Mis dedos recorren tus lunares por las miles de fotos. ¿En qué lugar de mi corazón no estuviste? ¿Qué lugar no marcaste con tu presencia?
¿Cómo quitarme una huella tan profunda?
Yo, Jeon Jungkook, ese chico que te amó con locura... no puede olvidarte. A pesar de todo.
Termino mirando la caja de cartón vacía que yace junto a mi. Esperando ser llenada con tus recuerdos y encerrada en lo más alto de mi armario.

"- Kook, no puedo expresar lo que siento, así que solo mírame."

Te miraba. Siempre lo hacía. En clase, en el recreo, en el parque. Siempre a través de mi fiel cámara. Te vi mirando a otros, te vi de perfil, y te vi de muchas formas diferentes, como el resto del mundo no podía. Hasta que te giraste y me miraste directamente a los ojos, como si supieras que siempre estuve ahí.

"- Kook. ¿Cuántas fotos tienes de mí?"

Nunca te lo dije. Pero demasiadas como para contarlas.

"- Kook, ¿quieres ir a tomar un helado? Pero no lleves la cámara, quiero verte a los ojos durante todo el día, ¿si?."

"- Si. Es una cita."

"- Kook, creo que me gustas."

"- Feliz mes juntos, ¡te quiero!"

"- Te amo, Kook."

Pero te fuiste. Me dejaste. Y ahora me debato en el cómo seguir avanzando sin tí. Me has dejado siendo un gran desastre de dudas, de inseguridades, pero sobre todo de piezas rotas irremplazables, y preguntándome cómo es que aún quedan lágrimas por derramar.
Están vacías. Esas lágrimas lo están. Y te quiero demasiado como para avanzar sin tí.

"- Solo estoy sacando fotos del parque, Tae."

"- Tengo fotos de todo el mundo."

"- ¿E-eso es...?"

"- ¡Iré! ¡Por supuesto que iré!"

"- Tú también me gustas..."

"- ¿¡Me has comprado una cámara por nuestro mesimersario!?"

"- Tae yo..."

Si tan solo pudiera haber acabado esa frase. Si tan solo el destino hubiera aguardado unos minutos más para hacer mella en nuestras vidas...
Quería decirte tantas cosas. Quería decirte que era la persona más feliz a tu lado. Decirte que pasé los tres meses más felices de mi vida contigo. Que olvidé por un momento la tristeza ante el abandono de mis padres, los duros años de orfanato, el bullying, el dolor por mis cámaras al ver cómo eran mal tratadas y tiradas sin dudar al río. Te hubiera dicho que al fin, gracias a tus comidas y palabras bonitas había empezado a ganar peso y que las costillas que asomaban y los moratones habían casi desaparecido. Que me estaba empezando a amar. Quería darte las gracias por haberme presentado a tus amigos, que ahora eran también los míos. Los primeros reales que tenía en mi vida.
Pero sobre todo quería decirte que te amaba como un loco. Un loco enamorado profundamente de cada célula de tu cuerpo, de cada momento, de cada parte de tu hermosa y brillante personalidad. Que amaba tus locuras, tus enfados y rabietas. Que te amaba a tí. Al completo.
Que no sería nada sin tí.
Y eso es lo que soy ahora.

Si tan solo... si tan solo hubiera tenido 5 minutos más y no hubiera girado mi cabeza tan tarde... te habría cogido la mano y te habría salvado.
No habrías muerto atropellado por aquel camión.
Si tan solo me hubiera apresurado para decirte todo aquello.

Dicen que algo así se supera, pero que inevitablemente y por el "camino ordinario" tardas un tiempo.
Llevo 5 años de pie frente a esta pared. Observando tus fotos. Acariciándolas.
La gente dice que me he vuelto totalmente loco. Y como tal, piensan que no los escucho, o se creen en el derecho a decir de todo en voz alta. Razón tienen en lo de que ya nada me puede hacer sentir peor.
Al fin y al cabo tú no estás.
Solo estamos la caja, yo y esta pared.
Y mis verdaderos sentimientos atrapados eternamente en tus fotos.