Una chica Maddox

CAPITULO 28.

Lunes. 12:58 pm, un día antes de mi primera Quimio en Chicago de hecho solo faltaba dos minutos  para que el día empezara antes de irme a mi habitación tenía la mentalidad clara de que iba a dormir toda la noche pero pensé erróneamente. Thomas no se había enterado de que la noche pasaba había dormido en el departamento de Thiago nuestra idea de que no lo supiera estaba marchando a la perfección, si querían saber si paso algo más de estar durmiendo juntos. No, no pasó nada de eso. Thomas no era la persona que había llegado en el elevador esa noche simplemente era el vecino por consiguiente no nos había visto personalmente y la única persona que lo sabía era Nora su tarea era que nadie se enterara de este momento y como siempre se había echado flores así misma diciendo que si ella no hubiera intervenido en ese momento esta noche tan especial no había pasado.

Toda las personas allegadas me había puesto mensajes de buena suerte, al igual que cada uno de los chicos todos esos mensajes decían casi lo mismo; que tuviera fuerzas, que fuera valiente, que tuviera buena suerte y demás, cada mensaje obviamente tenía su esencia y era importante para mí pero no había ningún mensaje de Lucke este hecho de alguna u otra aquel acto me afecto un poco. A esta velada que había tenido le saque un poco de provecho ya que con ella me prepara psicológicamente para el día que se venía, no sé a qué horas entre en un sueño profundo.

Martes. 10:30 am, ya estaba Saliendo del departamento para llegar al hospital a las 11:00 am. Thomas dijo que el recorrido del departamento al hospital no era mucho así que podíamos salir un poco tarde y como lo dijo se hizo, era algo raro  que no se hiciera lo que él dijera. Aparte de tener una ropa muy cómoda, traje conmigo un maletín con las cosas más necesarias como: mis audífonos, un libro, unas galletas de dieta, mi iPad, una manta y un gorrito por si hacia frió. Llego la hora de registrarnos cuando a mi teléfono llegaron dos mensajes uno de Thiago deseándome que todo saliera bien y otro mensaje de un número desconocido este segundo decidí leerlo después de la quimio y le respondí a Thiago. Llego el momento.

Tomaron y registraron mi presión arterial, altura, mi pulso, peso, temperatura y mi frecuencia respiratoria  con ello podrían saber  la dosis necesaria del medicamento esto era algo muy básico hasta podría estar un poco relajada hasta que me llevaron a un salón con sillas grandes y cómodas, con más gente que ya había empezado su tratamiento podía sentir la mano de Thomas en mi espalda en señal de que tenía su apoyo y todo iba a salir bien. Después de ello al indicarme en qué lugar iba sentarme llego una auxiliar de oncología

-Hola, Tara ¿Cómo te encuentras el día de hoy? – dijo muy enérgica

-Bien, si se puede decir – le respondí, mientras veía como Thomas se sentaba a mi lado en una banquita pequeña – con un poco de ansiedad

-Vi que esta no es tu primera vez de tratamiento – dijo, buscando mi vena para poder extraer sangre- se puede decir que es una clase de ventaja, ya sabes cómo es esto – extrajo mi sangre en un tubo trasparente y se lo llevo al médico, esto es para registrar la cantidad de mis glóbulos rojos y blancos

-¿Cómo te sientes? – pregunto Thomas

-Un poco mareada, pero solo un poco

-Todo saldrá bien, Tara – aseguro.

-Eso espero – después llego la misma auxiliar con medicamentos pre quimioterapéuticos

-En tu historial no hay nada de alergias, pero es mejor evitar ya que tu metabolismo puede cambiar y además esto disminuye las náuseas – inserto el medicamento por vía endovenosa, no produjo dolor a la hora de sentir el chuzón pero si sentí ardor y un poco de dolor cuando el líquido pasaba por mis venas – espera a que este medicamento llegue a su final y vendré con el medicamento exacto de la quimio ¿okey? – dije que si con mi cabeza, ya sentía un poco de incomodidad y un poco de dolor