Isn't it lovely, all alone?
Heart made of glass, my mind of stone
Tear me to pieces, skin to bone
Hello,welcome home.
La rueda de la camioneta rugía contra el pavimento de la carretera. Su conductor rezaba por terminar las 2 kilómetros restantes hasta Falls Valley y tomarse un whisky en el pub de siempre. Su vestimenta de aquel día no le producía comodidad, en absoluto. Tenía una creciente molestia en el trasero debido a sus pantalones y las axilas le sudaban. La predicción del canal local tan acertada como siempre,pensó irónicamente.
Llevaba la barba descuidada de varios días y su pelo parecía no haber conocido el champú. Su tez pálida contrastaba con su salvaje mata de pelo negro que intentaba ocultar con su gorra, gastada de tanto usarla. Sus ojos cristalinos se posaron en el cartel que anunciaba su llegada, "Bienvenidos a Falls Valley, te estábamos esperando". Y quien no.
Condujo hasta el aparcamiento del Tod's y apagó la chevrolet. Cogió su chaqueta verde del asiento de atrás,pues pensaba quedarse hasta tarde, y sin querer tiró los discos de su hija al suelo. Los dejó esparcidos en el asiento.
Mientras se dirigía a la puerta tuvo la irritante sensación de ser observado, aunque no vio a nadie claro. Quien iba a estar por allí a esas horas, a las afueras de aquel pueblucho. Empujó la puerta de cristal y entró en el local. Quien diría que habían pasado 16 años desde la última vez que fue. Amy siempre solía visitarle a él en Chicago, aunque esa vez le convenció para ir, era muy persuasiva.
Se sintió en paz durante un momento, llevaba un tiempo muy angustiado.Pero solo durante un momento.-¡Sutter!-gritó un hombre corpulento de larga melena, que se sentaba al fondo del bar junto con otros dos hombres. Mierda. Se acercó a regañadientes a saludarle.
-¿Que pasa, Henry?- puso la sonrisa más desganada que podría haber puesto. El otro le miró con extrañeza.
-Sabes que quiero que me llamen Billy, Sutter. Pero bueno a lo que iba, ¿que te pasa a ti ? Me he enterado tío, lo siento.
-Ya bueno, gracias.-repuso él.
-Supongo que estarás aquí por eso, ¿no? Porque hace ya... ¿Cuánto,Sutter? ¿30 años?
-28 años exactamente, los que tiene Amy... Tenía, quiero decir. Aunque estuve hace no tanto, pero no te vi. Y si, he venido a ocuparme de algunas cosas.
-Nada agradable imagino.
-Pues no.-respondió con brusquedad.
-Bueno,pues me alegra haberte visto Sutter, ánimo tío.
-Ya,gracias.- se alejó de Henry, o Billy, a paso lento y se dirigió a la barra. No hay quien le aguante.
Alguien le observaba desde la barra, alguien mucho más agradable para él.
-Hola Linda.-saludó a la hermosa camarera. Llevaba trabajando allí toda su vida y debía de tener ya unos 45 años, unos pocos menos que él.Su pelo pelirrojo, que él recordaba rubio, estaba recogido en un alto moño, y sus grandes ojos marrones le miraban con amabilidad.
-Hola Mike, ¿cómo estás cariño?- dijo con preocupación. Después de tantos años, le seguía mirando igual. Que tonto fue.
Había engordado considerablemente, la edad había hecho mella en sus facciones, y aún así estaba muy hermosa.
-De maravilla, como siempre Linda. Ponme un whisky por favor, con mucho hielo.-respondió con cansancio.
-¡Ay,Mike! Siempre has sido una piedra.- exclamó. Dejó el vaso en la mesa y continuó.-Lo he visto en las noticias cariño, se porque estás aquí, y puedes hablar conmigo. La conocí, ¿sabes? Venía a menudo.
¿Ah,si?-respondió sorprendido.
-Sí.Era una chica muy amable, buena. Y muy guapa pero, siempre tuve la impresión de que estaba triste.-dijo.-Siento si estoy hablando mucho, ya me conoces.-añadió con preocupación.
No pasa nada mujer.-respondió.-Siempre bromeaba con que tenia un corazón de cristal, y ella se lo tomaba mal.-rió amargamente.
Linda le miró, compasiva, mientras colocaba los cubiertos.-¿Cómo estás Mike? De verdad.
Se mantuvo en silencio un segundo y dijo: -Pues,¿como voy a estar? Mal,francamente mal.- dio un trago a su whisky.- Es que no lo entiendo,no lo entiendo.
-Siempre es difícil de entender.
2 horas después, introdujo la llave en la cerradura de aquel pequeño apartamento. Se hallaba a unos 400 metros del Tod's. La puerta chocó contra un montón de libros que cogió y colocó en la mesa del salón. Estaba todo bastante sucio, Amy siempre había sido muy descuidada. Encendió la lámpara de pie que había en una esquina y dejó la maleta en el dormitorio, donde encontró una foto de Amy y él en la mesilla de noche. Volvió al salón y se dejó caer en una butaca. Desde allí,vio una serie de cuadernos y papeles en la mesa.Cogió el más cercano y lo observó. La encuadernación era de cuero y tenía una tira para cerrarlo. Abrió la primera página y leyó:"Diario personal de Amy Sutter, no leer a no ser que seas Amy Sutter."
Miro el reloj de la pared, las once y media. Iba a ser una noche larga. Pasó la página y se enfrascó en las memorias de Amy Sutter, su hija, a la que habían encontrado en un barranco hace una semana.
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THE FALL
Mystère / ThrillerEl aire helado le caló en los huesos, su fina rebeca no le servía; y ya, ¿para qué?