Luz de luna.

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Un, dos; un, dos, tres; uno, dos; un dos tres.

El ejercito había organizado un baile, como recompensa a todos aquellos soldados que se habían estado esforzando en aquel campo de batalla, en una guerra sin fin con los vampiros; necesitaban su merecido descanso y algo divertido los sacaría de aquellas preocupaciones, remordimientos por las muertes de sus compañeros en campo de batalla, estrés y entre otros problemas que cada soldado tuviera.

Kureto Hiragi, era un hombre duro y posiblemente sin sentimientos, pero por primera vez decidió pensar en aquellos subordinados, quienes quizá a pesar de ser "inferiores" necesitaban su merecido descanso.

El escuadrón de  la chica de cabellos lavanda, Shinoa Hiragi se encontraba esparcido por aquel gran lugar donde se estaba llevando a cabo el baile.

Sus pequeños pasos resonaban por aquel gran salón, su cabello lavanda que se encontraba suelto (cosa que veían rara vez) se movía levemente de un lado a otro acorde a sus pasos, y aquella cosa que la hacia resaltar, un bello vestido plateado. Era hermosa, por donde pasaba, todos la miraban; tomaba toda la atención en un abrir y cerrar de ojos.

Shinoa-San! -grito un castaño que se dirigía a ella.- se ve realmente hermosa esta noche. -comento al alcanzarla.

Yoichi-san! Me sorprendiste, muchas gracias, tampoco estas nada mal. -lo examino de pies a cabeza- estas muy apuesto esta noche.

Gracias! -le miro el castaño.- llegue hace unos minutos.

Oh, yo igual. -la pelimorada miro a su alrededor.- ¿Has visto a Mit-chan y al resto?

Si, están en la mesa sirviendo algo de tomar ¡vamos! -le tomo del brazo y con mucha alegria Yoichi llevo a Shinoa hasta donde se encontraba el resto.

Sus miradas se cruzarón, Verde y Café coincidieron en una pequeña mirada de asombro que tardo unos segundos, ¿asombro, de donde? Asombro de ver al otro y aquella hermosa  apariencia que poseia.

"Es hermosa"-  penso Yuichiro.

"Es extremadamente lindo" -penso la chica Hiragi.

Shinoa, te ves muy bien. -comento su amiga Mitsuba a su lado, ella también se veía hermosa con ese vestido de color azul que llevaba, iba a juego con sus ojos.

Mit-chan, muchas gracias. -sonrió.- tu vestido queda maravilloso en tí, va a juego con tus ojos.

Gracias. -comento la rubia.

De nada, con ese vestido pareces una vaca un poco mas decente. -sonrió burlonamente, Shinoa nunca dejaba de lado aquel sentido del humor.

¡EH! ¿c- cómo que una vaca? -Mitsuba no oculto su molestia ante aquel comentario.

Shinoa solo rió ante su expresión, le gustaba molestar a Mitsuba por aquel carácter tan  explosivo.

Kimizuki-san, estas muy apuesto, se nota que eres de mi escuadrón donde todos somos elegantes... Menos la vaca. -rió nuevamente al ver la expresión de Mitsuba.

Gracias, tampoco estas mal... Te ves linda y así parece que fueras menos fastidiosa, aunque lo sigues siendo. -su expresión seria asomo una leve sonrisa.

-Shinoa solo se limito a reír pero al mirar a un lado de Kimizuki, pudo ver nuevamente aquel chico de cabellos Azabaches, estaba hermoso...- Yuu-San, te ves muy apuesto esta noche. -le dio su sonrisa mas linda y sincera.- cualquiera diría que eres  un galán, solo que eres un simio con traje.

-Yuu quien generalmente no solia entender o estar de acuerdo con las bromas de Shinoa, en ese momento no pudo evitar contener una pequeña risita, ni evitar el sonrojo en sus mejillas.- te ves muy hermosa, Shinoa. -le sonrió mostrando sus blancos dientes.

Luz de luna. [Yuunoa, One-Shoot, AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora