Operación Katrina© || TERMINADA

13

Estoy junto a los Baylee en el lugar de los hechos; están muy afectados, y mi parte favorita de todo esto fue cuando Sky Coleman les dio la carta que dejó Lucy Carlin. Se desesperaron y están muertos de miedo, es obvio, una persona tan llena de odio es muy peligrosa.
El FBI está buscando pistas que los lleven a la asesina, sin embargo no hay ninguna, me encargué de cada detalle a la perfección. Por ese lado estoy tranquila, pero no dejo de pensar en la futura reacción de Liam...

—Ale, ¿podemos hablar a solas? —le pregunté a Alessia.

—Claro, ven —me contestó al tiempo en que se limpiaba las lágrimas.
Nos alejamos un poco de los demás y averiguó nerviosa: —¿Ocurre algo?

—¿Quién es Lucy Carlin y por qué está haciendo todo esto?

Guardó silencio unos segundos, me miró y dijo:

—Una perra miserable. Pensé que estaba muerta, y la olvidé, pero al parecer estábamos muy equivocados.

—¿Y cuál es la razón de su odio? Mira, quiero ayudar, pero necesito la absoluta verdad —le pedí, fingiendo interés.

—Mis amigos y yo solíamos molestarla en la escuela, nada más. Ella asesinó a su madre y después se dijo que se suicidó, por lo visto es mentira, pero eso fue lo que creímos. No entiendo el porqué de su odio, fue hace mucho tiempo, Lucy merecía eso y más, era insoportable.

—¿Y qué tiene que ver tu familia en todo esto?

—No lo sé. Supongo que es parte de su venganza contra mí, sabe que amo a mi familia. Tengo mucho miedo de que quiera hacernos algo más, a mi familia, a ti o a mí. Puede atentar en tu contra, debe de saber que eres mi mejor amiga.

—No te preocupes amiga. —Tomé su mano con cariño y agregué: —Vamos a atrapar a esa perra ridícula. No merecen esto, esa tipa ha de estar loca. Ahora deberíamos de hablar con tus amigos para informarles de esto, por mi parte prometo mover cielo, mar y tierra para dar con ella y hacerle pagar la muerte de tu tío.

—Te agradezco tanto esto Kat —sollozó y la abracé.
Maldita perra mentirosa...

—Iré a ver cómo está tu padre, ¿okey? —le avisé y ella asintió en respuesta.

Fui a buscar a James y lo encontré completamente alejado de todos; su mirada reflejaba odio y estaba clavada en un punto fijo del suelo.
Toqué su hombro y él volteó a mirarme algo exaltado, debe de tener mucho miedo...

—¿Cómo te sientes? —le pregunté.

—Voy a matar a esa desgraciada —afirmó y me abrazó fuertemente.
Me reí por dentro, encendí la grabadora de mi iphone a sus espaldas, y le abracé también.

—¿Qué fue lo que le hiciste para qué te odie tanto, James?

—Me has demostrado que puedo confiar en ti, entonces... te contaré la verdad —murmuró clavando sus ojos sobre los míos —. Esa chica era hija de las dos personas que más odié en mi vida, además le encantaba fastidiar a Alessia y cómo era obvio, yo no podía quedarme de brazos cruzados. La secuestré durante varios meses e hice que todos pensaran que se había suicidado después de que mató a su madre. Tras pasar ese tiempo intenté asesinarla, pero, no sé qué pasó, no entiendo cómo demonios puede estar viva. Por su maldita culpa tuve que asesinar a mi esposa —confesó y esto último atrapó mi atención por completo.
¿¡¿Qué hizo qué?!?

—¿Qué? ¿Asesinaste a tu esposa?

—Un día en que la chica estaba dormida, mi esposa bajó al sótano y la encontró. Ella siempre quería hacer las cosas de la manera correcta y eso estaba mal, quiso denunciarme y debí callarla. Era necesario.

—Wow... ¿y Alessia sabe tal cosa?

—Por supuesto, entre mi hija y yo no hay secretos —me respondió.

Me acusaron de haber asesinado a lo más sagrado que tenía en mi vida, a mi amada madre, cuando en realidad la maldita perra aquí es Alessia Baylee, ¿cómo pudo ser cómplice del asesino de su mamá?
Voy a destruirlos con esto...

—Nunca puedes contar esto Katrina, yo también sé cosas tuyas, no lo olvides. Podrás negarlo cuanto quieras, pero yo sé que tú asesinaste a Olivia White —acusó.

—Y... ¿si te dijera que la maté por celos? Porque no soportaba imaginarla cerca de ti... ¿qué dirías?

—Que esa niña ni siquiera me importaba —susurró y le sonreí.
Un oficial llamó a James y él se marchó.
Vi a Ethan hablar por teléfono con alguien a tan sólo unos cuantos metros de distancia, y me acerqué.

—... sí sí, está bien, después te llamo, ¿okey? —se despidió al sentirme llegar y cortó la llamada —Hola, gracias por estar aquí —me agradeció.

—No tienes nada que agradecer —le respondí con una sonrisa —. Lamento mucho lo sucedido, es una verdadera tragedia...

—¿Te soy sincero? Si esto realmente lo ha hecho ella, todos nosotros  merecemos todavía más.

—¿Por qué dices eso? —averigué.

—Hicimos cosas malas con ella, fuimos unos malditos miserables que le jodieron la vida cuando apenas era una niña menor que yo por cuatro años, no merecía nada de eso.

—¿Te arrepientes de lo qué hiciste? Es que... eso es lo que veo en tus palabras, arrepentimiento.

—Cómo siempre, lo único que quería era llamar la atención de papá, que pensara que yo también valía la pena tanto como Alessia. Nunca imaginé que hacer eso iba a terminar arruinándome la vida. Hay veces que veo a esa chica en mis sueños y pienso ¿cómo pude hacerle tanto daño, tan sólo por buscar la aprobación de un hombre como mi padre? Fui un egoísta y un estúpido que cometió error tras error. Yo era muy parecido a mamá, creo que por eso no le agradaba mucho a papá cómo Alessia lo hacía y lo hace —me contó.

—¿Por qué dices eso? ¿Sientes que James no tiene fe en ti?

—Siempre ha sido así. Dice que soy un bueno para nada, en cambio Alessia, es buena para todo. Ella es como él, yo no, eso desde niño me lo ha sacado en cara.

—Ethan, tú eres bueno para muchas cosas. Créeme que tarde o temprano el ser diferente a ellos te premiará. Ser diferente al montón es una virtud, te hace ser especial.

Me sonrió y yo lo hice también.
Por lo visto, Ethan es todo lo contrario a los demás Baylee...

—¿Katrina? —me llamaron a mis espaldas y volteé a mirar.
Es David O'Connor.

—Hola David —le saludé.

—¿Podemos hablar? —me pidió y asentí.

—¿Me disculpas un momento, Ethan?

—Claro, anda tranquila —dijo, y caminé junto a David en silencio hasta llegar a su camioneta estacionada del otro lado. Subí sin que nadie se percatara y él lo hizo también.

—¿Qué pasa? —inquirí preocupada.

—¿Leíste esa carta?

—Sí, y en lo primero que pude pensar fue en ti. No sabes cómo lamento todo esto David...

—Dime la verdad de una vez por todas, ¿tú eres Lucy Carlin? —demandó y sentí un balde de agua fría caer sobre mis hombros.

Me he quedado muda ante su pregunta...