Capítulo 15

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Quise llorar, patalear, huir. Aquello no podía estar pasando. La chica con la que me había criado se estaba jugando la vida en unas pruebas que ni siquiera le pertenecían. Si había alguna forma de salvarla tendría que ser ya. Si había algo de lo que Becca escaseaba era de tiempo.

Dejé mi domicilio y recorrí los pasillos a la ligera y sin prestar la más mínima atención a la gente de mi alrededor. Tenía una misión con un único destino en mente y no había nada, absolutamente nada, que pudiera distraerme.

Irrumpí en el despacho de Claire sin llamar con lo que mi aparición no solo fue sorprendente sino no deseada. La doctora Foy estaba reunida con dos agentes, los cuales no parecían demasiado amables. Sopesé la idea de que quizá ambos habían puesto a Claire al día sobre la ubicación de su hija.

-Lily- dijo, sorprendida. Por el rabillo del ojo se aseguró de que los agentes no le prestaban atención-. ¿Has venido por lo del paciente con síntomas graves?

Comprendí que aquella era una mentira piadosa. Claire tenía un plan en el que los agentes y por lo tanto el gobierno no participaban.

-Sí, ha empeorado- mentí.

-Vaya. Supongo que hay que intervenir lo antes posible. Prepara la sala de operaciones.

Asentí con la cabeza. Esperé alguna señal para marcharme por parte de la doctora, pero lamentablemente fueron los agentes los que, de manera poco educada, me invitaron a salir del despacho.

Sabía cuál era mi destino una vez la puerta se cerró. Sabía que debía acatar la orden de Claire. Sabía que mi deber era servir al gobierno. Pero en aquel momento perdí la noción del cumplimiento de la ley.

Entré a la enfermería y sin dudar utilicé la tarjeta llave de Claire para acceder a la sala de intervenciones. Claire y mamá eran las únicas con acceso a ella. Me vestí con el uniforme adecuado y entré en la sala. Preparé la mesa de intervención y los materiales que utilizaríamos.

Claire entró con la mirada puesta en mí. Abrí la boca con la intención de preguntar por la reunión en su despacho, pero me ordenó callar y señaló la cámara de vigilancia en una de las esquinas. Casi había olvidado que se nos estaba vigilando todo el tiempo. Ese había sido uno de los motivos por los que había elegido el almacén como escondite para Steven, allí no había nada que escuchar y, por lo tanto, ninguna cámara oculta.

Empujaba una camilla donde transportaba al paciente que había que intervenir.

-Ven, ayúdame a subirlo a la mesa.

Al ubicar mis manos en sus pies sentí el contacto helado y rígido. Aquel hombre estaba muerto. Sentí escalofríos por mi columna que quise ignorar a toda costa. Intercambiamos una mirada de confidencialidad. Claire era toda una profesional, tenía que estar muy desesperada para llegar a estos límites.

Nos colocamos de espaldas a la cámara de vigilancia. Claire me pidió el bisturí para realizar un corte en el costado del cadáver. Estuve veloz al emplear un tubo para limpiar la sangre. De esa forma no exhibirían nada raro desde el puesto de control.

-Autumn también está con ella- anunció sin apartar la mirada del cadáver. Me quedé paralizada. Autumn apenas tenía trece años. ¿Cómo iba a poder una niña someterse a esas duras pruebas?-. Limpia la herida.

Volví a introducir el tubo en la abertura.

-Las pruebas son cada vez más complicadas y el meteorito está apunto de penetrar la atmósfera de la Tierra. ¿Qué piensas hacer?

-Voy a ayudarlas a entrar al capitolio.

-¿Cómo? Con todo el revuelo de las pruebas el gobierno ha aumentado la seguridad en la entrada y salida del capitolio.

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