Arruinaste mi identidad (Truten)

Capítulo 15: Fin de semana en casa de Trunks

Capítulo 15: Fin de semana en casa de Trunks

Trunks se encontraba en su oficina arreglando los estados financieros y el balance de inventario, había salido una hora antes de la escuela y debía terminar muchos pendientes. Escuchó pasos tras abrirse las puertas giratorias sabiendo de quien era ese ki.

-Ya llegué-

El pelilila salió disparado a la zona de dulces y lo tiró al suelo

-No me hagas esperarte tanto-

El menor sonrió a centímetros de su boca y pasó lo inevitable. Trunks encima de Goten disfrutando de su labio superior con vehemencia. No se percataron de unos pasos que se acercaban sin cuidado.

La figura del joven bajito pelirrojo se percibía detrás del mostrador, observó atónito la escena de los chicos que se concentraban en cerrar los ojos acariciándose. El joven corrió hacia la entrada

-Mark- susurró -¡Tienes que ver esto!, rápido- casi lo arrastra tomándolo desprevenido

-Qué demonios quieres...- abrió los ojos como un pescado -Goten- masculló sin querer

Trunks empujó a Goten entrando a su oficina sin que los otros hicieran caso a su velocidad.

-Los acabo de ver besándose- lo codeó el pelirrojo después de que se levantó del suelo –cuanta pasión y salseo-

-Me alegro- sonrió el moreno emocionado al ver el rostro rojo del pelinegro

-Yo...- una mano le tomó del cuello de la camisa

-Ni una sola palabra, no digas nada- le ordenó el pelilila

Cerró las persianas, encendió la luz y se dejó caer en su silla. Se tomó la cara con las manos dispuesto a llorar, no sabía por qué razón se sentía así, lo habían visto besándose pero no ameritaba tanto drama. Tenía la sensación de hacer las cosas mal, de ser juzgado como un pervertido y que todo el mundo descubriera la farsa de persona que era.

-Trunks, que te sucede, no llores- le despejó una mano de la cara y notó una lágrima involuntaria recorrer deslizándose hasta su cuello.

-No quiero que estés mal, haré lo que me pidas- al menor también le entraron ganas de llorar con sólo verlo.

-Es que no me gusta que nos vean- habló con la voz rota –Ya estoy mejor- tomó aire –No voy a comentar nada al respecto y diles que se callen si nos vieron-

-Sí, lo que quieras. Voy a estar trabajando por allá, a menos que quieras que me quede-

-No, ve a hacer tus cosas- prefería estar solo para reflexionar.

Durante un rato los chicos insistieron con el pelinegro pero este no les ofreció mucha información. Se conformaron al verlo contento y prefirieron hablar de sus torpezas y disculparse por lo del bar. Luego de un par de horas el pelilila salió de su escondite escuchando música sin mirar a nadie.

El chico pelirrojo quería joderlo, se acercó desprevenido intentando hacerlo sentir en confianza.

-No hemos vendido mucho hoy-

Tembló esperando las preguntas sobre Goten, al no escuchar nada más fingió soltura

-Pues ya que-

-¿Quieres saber cómo estuvo ayer?-

-D...dime- habló entrecortado

-Nada nuevo, ya sabes, los lunes nadie viene y todo es aburrido. No fue problema hacernos cargo de todo, era lo menos que podíamos hacer luego de lo que pasó el otro día. Fuimos unos reverendos idiotas-