El hombre abre nuevamente la puerta, y mis dos amigas estaban sentadas en la cama, yo me hice detrás de la puerta, Katina y Camila con almohadas hicieron una figura en la cama, para que el hombre creyera que estaba ahí, él entra confiado de que yo estoy ahí, aprovecho y con el pedazo de tabla que había cogido le pego en la cabeza con todas mis fuerzas. Él cae al suelo y, aprovecho para quitarle la máscara y demandarlo si salgo de aquí, cuando se la quito me doy cuenta que tiene los mismos ojos que Esteban, será él, el padre de Esteban, eso lo pensaré luego. Me largo a correr con las dos chicas detrás de mi, después de un rato corriendo, me doy cuenta que estoy perdida, pero no me importa sigo corriendo. Miro hacia atrás en busca de las dos chicas, y no están, me desespero y me meto en una habitación que encuentro, ésta está fria, silencioso y oscuro, sigo mi camino, empujo silenciosamente una pesada puerta y me meto debajo de una cama. Intento aclarar mis pensamientos, donde estarán las dos chicas, mientras pienso intento salir, pero un susurro dice.
- OCULTATE- Se me eriza la piel, y vuelvo y me escondo debajo de la cama, empiezo a reaccionar de donde esa voz y me acuerdo de la ouija. Después de un rato escucho un desgarradora voz que grita.
-KATINAAAA, LAURAAAAA...AYUDAAAAAA-escucho esa voz por una rendija, me asomo y veo a Camila acostada en una camilla, con sangre por todos lados, con cortadas en los brazos y piernas, con los pies quemados, apenas puede respirar. Katina está amarrada en una silla gritando, el hombre se acerca y le pega en la cara, pata que Katina se calle. No sé que hacer, el hombre se acerca a Camila y le clava un cuchillo en la cabeza, rápidamente ella empieza a sangrar y muere. El hombre grita.
- TE ENCONTAREEEE- dice él con una fuerte y amenazante voz.
ESTÁS LEYENDO
•LA MANSION DE LOS GRITOS•
HororEstaba en mi habitación, Entretenida en mi celular como todos los días, Me acababa de mudar a un barrio muy lejano de la ciudad, Pero había algo que no me gustaba de este lugar; Al frente de mi casa había una Mansión pero no era cualquiera, Se dice...