La tierra de los muertos
Los meses pasaban con rapidez en la tierra de los muertos, ya era el Bon Odori de nuevo.
Tadashi seguía deprimido, no sabía si deseaba tratar de cruzar el puente esta vez y que no cruce de nuevo, no quería darse falsas ilusiones de nuevo.
Se levanto viendo a los pies de su cama a Baymax, el pequeño alebrije dormitaba con tranquilidad.
Sonrió con suavidad para levantarse, dio una rápida mirada a su habitación viendo que no había desorden alguno y salió en silencio de su cuarto para no despertar a su alebrije sin antes tomar su gorra y ponérsela sobre su cabellera azabache.
Bajó las escaleras y camino a la cocina por algo de comer, no tenía ni tampoco sentía hambre, pero era más por costumbre que por otra cosa el comer.
Tomo una manzana y empezó a comerla mientras pensaba en que hacer el día de hoy, tal vez iría a ver a Héctor, a menos que este estuviera haciendo algo, desde lo de la tía Chelo este se había deprimido por meses hasta que un día, sin motivo alguno, había vuelto a ser el mismo de antes.
Termino su manzana y la tiro en el cesto de basura para salir de su casa, cerrando la puerta tras de si.
Camino tranquilamente unos metros hasta llegar a la casa de Héctor y toco la puerta para esperar al mayor, la puerta fue abierta a los pocos minutos dejándole ver al mayor con un plato de cereal en manos, no llevaba su sombrero por lo que sus cabellos se podían apreciar mejor, eran azabaches como los suyos, a diferencia que estos eran más largos, llegándole a los hombros y se veían muy suaves al tacto m
—Tadashi, ¿Qué te trae por mi choza? —pregunto con una sonrisa el mexicano
—Oh, venia a ver si querías ir a algún lado, claro, si no estás ocupado
—No, como crees, ya salgo, permíteme tantito —El mayor ingreso de nuevo a su morada donde se termino su cereal, lavo sus platos, tomó el sombrero que dejo en la mesa y se lo puso para volver con el menor con una sonrisa pequeña cerrando la puerta tras de sí.
—Ya estoy Tadashi
Ambos empezaron a caminar hacia la plaza mientras hablaban de temas triviales.
—Y, ¿A dónde quieres ir?
—Quería ir por unas piezas para terminar de armar un robot
—¿Cómo ese del que me cuentas mucho?
—Si, aunque no se como para que hacerlo, los muertos no pueden enfermarse ni lastimarse.
—En verdad...si nos podemos lastimar Tadashi —Dijo para sorpresa del nipón.
—¿Enserio? Yo creí que no se podían lastimar
—Pos claro, yo por ejemplo tengo una pequeña fisura en mi costilla— explico
El catrín le mostró su costilla derecha que, en efecto, tenía una pequeña fisura a lo que el menor acaricio su costilla haciendo reír al mayor y se separó avergonzado.
—Lo siento, no quería tocarte — se disculpo
—No te preocupes, es curiosidad, a menos que seas un chinito violador, ahí si ya veo tus malas intenciones y no me dejo — dijo divertido haciendo que se avergonzase más.
—¡Yo no soy un chino violador! — reclamo dándole un pequeño empujón que solo hizo reír más al mayor.
—Si, lo que digas...chinito violador
El mayor se fue hacia la tlapalería siendo seguido por el menor que le empezó a decir cosas en japonés molesto y, como Héctor no sabia que le decía, le ignoro mientras saludaba al dueño de la tlapalería.
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Futago no tamashī (Hectashi)
FanficEn un mundo donde el nombre de tu alma gemela se vuelve parte de tu cuerpo, las personas esperan el momento a que su marca aparezca. Tadashi solo era un niño, un niño que no sabía lo que sucedía cuando la marca apareció en su piel. ¿Quien dijo que e...