Capítulo 2;11

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«Me recuerda a los viejos tiempos».

Capitulo 2;11

—¿Esta es tu universidad? —pregunto elevando una ceja.

Tras la prueba de admisión a las universidades no tuve porque buscarlas, ellas llegaron a mí. No digo que soy una genio, pero al estar libre de amigos y amores no tenía nada más que enfocarme en mis pinturas y estudios, lo cuál me llevó directo a la universidad más prestigiosa de Japón en sí.

Olivia tenía dinero, yo gratuidad.

Asentí a las palabras de SeoMin y me despedí de ella porque mis clases iban a empezar.

—Vengo por ti y Olivia después de la escuela.

—Aquí estaremos.

SeoMin se fue y yo entré a los pasillos de esta, me sentía un poco decaída después de anoche. Todo lo que había escuchado no me dejó dormir, menos sabiendo que no fui la única que sufrió en el transcurso de los años.

Me siento en una encrucijada.

No sé que hacer, bueno, sé que no voy a ir y tirarme a sus pies, pero ¿debería perdonarlo al menos?

De pronto me vi envuelta en una encrucijada estúpida porque sabía que tarde o temprano debía perdonarlo para dejar ir todo el dolor que él me había causado y yo insegura guarde durante todo este tiempo, pero ¿qué pasará después? Mis ganas de pensar en este tema cada vez eran más baja y si por mi fuera, sería siendo una mancha desconocida en el mundo, incluso para él.

Una mano se posó en mi espalda y di un brinco tras esto. —¿Asustado, Potter? —me preguntó sonriendo ampliamente.

Reí por ello. —Ni un poco. —le respondí a Jungkook.

¿Jungkook?

—Alto —dije una vez atando los cabos sueltos y observando su presencia en estos rincones—. ¿Qué haces aquí?

Sus ojos brillaron cuál luces relucientes y acercó su rostro al mío, tan cerca que podía sentir su respiración chocar en mi rostro. —No eres la única que puede colarse en las universidades.

—Jeon Jungkook —pronuncie su nombre con pesadez por su chiste barato—, no juegues...

Hice un puchero con sus labios antes de cruzarse de brazos como un niño a punto de hacer berrinche.

Vestía una camisa negra y unos jeans ajustados del mismo color, encima traía una especie de chaqueta de cuero y sus botas estilo rockstar presentes. ¿Acaso iba a un funeral con tanto negro?

—Es mi pasatiempo favorito.

Seguido de sus palabras lo siguiente que pude escuchar fueron las risas de los chicos detrás de mí. Aún las recordaba, muchas veces soñé con ellos riéndose una y otra vez de alguna broma o cualquier tontería como mis burlas hacia la altura de Jimin.

Parecía tan irreal que cuando se pusieron en frente de mí casi lloró.

Mis ojos fueron directamente al chico que encontré lindo la primera vez que lo vi: SeokJin, pero extrañamente lo sentía tan ajeno a mí que supe no tendríamos la misma química que la primera vez, o eso creo. Sus mejillas estaban levemente enrojecidas y sus gruesos labios formaban una linda sonrisa. Que tierno.

Mi Lindo Niñero | K;thDonde viven las historias. Descúbrelo ahora