My crybaby

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Notas: Ningún personaje me pertenece, todo es obra de Go Nagai.

Advertencias: Índole homosexual. Feels.

My crybaby

Durante toda su vida, sim excepciones, nunca comprendió las lágrimas de Akira. No podía sentirlas ni comprender su origen, no más allá del hecho de dejarlo como una carácterística única y habitual en su apreciado amigo.

No podía verlo como otra cosa, no mientras aún creyera en la no existencia del amor, el cual por ende, significaba la inexistencia del dolor.

Por ello, durante tantos años solo pudo ir y observar las lágrimas ajenas caer, sin sentir nada en lo absoluto... Hasta ahora.

¿Q-qué es esto que siento? ¡Akira!

Seguía sin poder entenderlo del todo, pero eso no lo libraba de la opresión que lo ahogaba desde dentro.

_U-ugh... N-no, no puede ser... ¡A-akira! ¡No me dejes solo, por favor!

Duele... ¡Duele! ¡No lo entiendo!

_¡Despierta! ¡Di algo, lo que sea! ¡Akira...! ¡AKIRA!

¿Por qué tuvo que terminar así?

No dejaba de preguntárselo, incluso cuando la respuesta ya resultaba obvia desde hace tanto, solo que no fue capaz de verlo.

.

..

...

_Date prisa y entra. Te vas a enfermar si sigues aquí afuera. -Murmuró, intentando pasar por alto la voz llorosa de su acompañante, quien solo seguía envuelto en lágrimas mientras ingresaban adentro.

_Ugh... S-sí, ya voy... -Respondió el aludido, aún hipando entre algunos temblores aunque resultaba difícil definir si eran por la fría lluvia o por su reciente pérdida.

Akira había permanecido inconsolable desde hace rato. Siendo franco, no entendía el alboroto por el dichoso gato, especialmente considerando que le advirtió desde antes sobre su deceso, pero ya no gastaría el tiempo en decir 'Te lo dije'. Eso no era lo que su amigo necesitaba ahora.

_¿Y-y los demás?

_No estan aquí, así que podrás secarte y ponerte cálido sin interrupciones. Descuida, tampoco le diré a la maestra que salimos.

Los demás niños parecían haber ido al comedor o a tomar alguna siesta. Eso era bueno, nadie los molestaría ni aquejaría al castaño con preguntas al menos.

_Y-ya veo. Gracias. -Aunque pocos pudieran verlo, el castaño sí podía.

Veía a Ryo y sus sentimientos mucho más de lo que parecía, y lo apreciaba.

Solo que el mismo rubio no lo aceptaba del mismo modo. No, para él eso implicaba que Akira solo veía fantasmas donde no los había.

_Bueno, ve a lavarte la cara o algo. Aún se nota que has estado llorando. -Sugirió al fin, luego de cierto rato de oír la respiración del más joven calmarse.

No es que esto de verdad le afectara, pero es que ver el rostro de su amigo de esa forma lo incomodaba un poco. Nunca sabría explicarlo, de hecho... Tardaría años en entender ese sentimiento, al igual que las palabras que salían de su amigo.

_T-tú igual, Ryo...

_¿Uh? ¿Yo qué?

_E-es que tú también estás llorando...

El aludido rodó los ojos.

'¿Otra vez con eso?'

Discutiría, pero era obvio que ya no tendría caso.

_Ya deja de decir tonterías y ven. Tenemos que secarte la cara.

...

..

.

Oh... Es verdad...

Akira ya se lo había dicho desde hace mucho antes ¿No es así?

Que estaba llorando. Era una las cosas de las que solo él pudo darse cuenta en el pasado y no fue capaz de verlo a tiempo.

Sí... Porque esto que sentía no era nuevo realmente ¿No es así? No, no era nuevo

Lo llevaba sintiendo desde mucho antes, cuando aún era un niño. Y quizás hasta en todas sus vidas pasadas, en las cuales aquel sentimiento que evocaba a las lágrimas nacía en su pecho envuelto de angustia y desesperación.

Amaba a Akira Fudo. Siempre lo amó: antes, ahora y siempre. Y por ello mismo su corazón lloraba.

Sabía de antemano que el final feliz a su lado nunca llegaría.

Esa era la verdad irrefutable, aquella a la que Dios lo mantenía sometido.

¿P-por qué...?

Sollozó, aferrándose aún con mayor fuerza al frío cuerpo que quedaba a su lado.

Dolía. Dolía demasiado, incluso para un ser como él que ya había soportado mayores pesares, nada se comparaba a esta tortura, la misma que nunca dejaba de repetirse.

¿Por qué? ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?!

¿Por qué fue tan estúpido como para no verlo desde antes? ¿Tenía que volver a sufrir para entenderlo? ¿Siempre sería de este modo?

¿Siempre sería necesario que el destino cobrara la vida de su amado ante sus ojos una y otra vez?

¡¿De verdad necesitaba pasar por esto tantas veces para sentir amor de nuevo?!

La parte más lógica de sí mismo en otros momentos seguramente hubiera sugerido que todo se evitaría si tan solo aquel humano no existiera, pero la simple idea lo aterraba tanto que estrujó el cuerpo contra sí.

No... Un mundo donde no lo conociera sería mil veces peor. No quería eso.

Nunca... ¡Nunca!

¡Akira!

Pero lo comprendía aunque doliera infinitamente. Esto era necesario para aprender a amar ¿Cierto?

Dolor y amor, van de la mano.

Da igual si eres humano, ángel o demonio, es así como debe ser.

Sin embargo, eso no evitaba que su alma añorara lo imposible.

Un segundo más. Solo eso.

...¿Era de verdad tan imposible?

Quien sabe. Incluso siendo Satan habían cosas que no predecía... Como ahora.

_¿Uh...?

Que extraño.

¿Era imaginación suya o comenzaba a sentir algo cálido entre sus brazos?

Parpadeó varias veces, creyendo por un segundo estarlo imaginándolo a causa de la angustia, pero animándose a ver el rostro ajeno una vez más.

E-esto eso... ¿Podría ser que...?

_¿Akira...?

_U-ugh...

El ángel caído quedó paralizado en medio de las lágrimas ante lo que veía y oía. Esto no era obra de su imaginación adolorida o una burla adsurda del destino.

Sus alas temblaron, al igual que sus manos y su frágil corazón.

De verdad estaba pasando.

_¡Akira...!

Él estaba allí, a su lado.

Su crybaby.

_...¿R-ryo?

Notas finales: Holi :v

¿Qué puedo decir? Quise probar darle un final distinto a Crybaby, aunque ello no le quita lo agridulce, la verdad.

No sé, espero que les haya gustado. Nos leemos luego~

¤My crybaby¤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora