Capítulo 18: Viva el Rey.

36 5 7
                                    

Los Guardianes se habían vuelto ascendentes, esto les permitiría atravesar la Ruptura y conseguir llegar a Oryx. La misión no podía esperar mucho más, puesto que los poseídos empezaron a dominar en el sistema solar.

El equipo de Oscar y las chicas de Paulina fueron los asignados para la misión, debido que eran ascendentes. Tres entrarían en la Ruptura y colocarían una baliza de teletransporte para que pudieran atravesar otros Guardianes no ascendentes. Los seis restantes protegerían la Ruptura hasta que la misión acabe.

Los Guardianes se encontraban en su trayecto al Acorazado. Todos permanecían estables, ante la enorme cantidad de riesgo. --¿Ya saben quiénes entrarán a la Ruptura? —el comunicador de Sarahí empezaba a capturar estática.

—Quiero pensar que ustedes tres, chicas —respondió Oscar. 

—Yo aún no soy una Invoca Tormentas. No estoy lista —aclaró Andrea—. Recomiendo que sea un trío mixto.

—Entonces... Aveline, ¿te sientes lista? —habló Oscar. La Titán afirmó su respuesta, ella sería una que entraría—. ¿Cazadoras, quién está lista?

El trío de cazadoras estaba indeciso, pues cada una controlaba mejor una sub-clase, pero no sabían qué poder necesitarían más. Katia y Kelly dieron a Sarahí como la opción correcta, ella manejaba mejor el arco de vacío. Por último faltaba una clase más, el indicado fue Oscar debido a que las hechiceras preferían estar de apoyo por fuera.

—Yo entraré en caso de emergencia. Sólo deben avisar, ¿está bien? —aclaró Paulina.

Los Guardianes habían llegado a la brecha del Acorazado. Los espectros dejaron las naves en piloto automático mientras permanecían dentro del Acorazado.
  La Colmena que rondaba cerca de la brecha atacaron a sus invasores pero estos simplemente ignoraron el fuego enemigo, ellos no eran su prioridad.

—¿Todavía recuerdan dónde queda la Ruptura? —habló Aveline.

—Sí —afirmó Raquel—. Está pasando después del mausoleo de la Colmena. Será sencillo activarlas con las estatuas que están enlazadas.

—Será mejor que acabemos cuánto antes, para que no sea tan arrecho todo —habló Paulina que empuñaba su cañón de mano.

Los Guardianes empezaron la ruta desinteresados por los enemigos cercanos. Cada uno iba verificando los perímetros en busca de poseídos, pero era raro que no hubiera poseídos donde se supone es la cuna de dichas criaturas.
 
—¿Alguno de ustedes creen que los cristales hagan efecto en la Ruptura? —preguntó curioso Edward.  

—Yo creo que sí —habló Aveline—, pero no sé los demás.

—Es un riesgo más que debemos tomar —afirmó Raquel—. Por suerte o desgracia... Nosotros somos quienes toman esos riesgos.

El paseo a través del mausoleo fue demasiado tranquilo y silencioso, ni una Maga o Caballero se escuchó rondar.
  Al finalizar y llegar al lugar donde se encontraba la Ruptura, esta permanecía custodiada por enemigos consagrados. —Aquí empieza la música —habló Oscar postrando su rifle sobre su hombro—. Saben qué hacer.

Los enemigos saltaron de la plataforma de la Ruptura para atacar a sus invasores. Los nueve Guardianes estaban demasiado listo para el combate.
Caballeros lideraron el ataque defensivo, mientras que Magas y Acólitos atacaban a distancia.
Ambos Titanes se enfrentaron a los seis caballeros, las cazadoras buscaron altura para deshacerse de las Magas que traían Lacayos al combate, por último los hechiceros encargaron de abatir Acólitos y Lacayos.

Destiny: Guardianes.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora