LETRAS│YUSHUA √

twenty-one

besar tus labios es como
tocar las nubes con ellos.

—¡Ah! —Chilló, echándose hacia atrás cuando mis manos tomaron sus mejillas. me dispuse a reír a la vez que ella hacia un mohín con sus labios, había descubierto que odiaba cuando sus mejillas eran apretadas o jugar con sus labios, había descubierto pequeñas cosas que nunca imagine descubrir pero que ahora, estoy feliz de haberlas visto. —Odio que hagas eso, si lo vuelves a hacer no te daré más besos.

—¿Asi que ahora estamos bromeando con eso? —cuestioné arqueando una de mis cejas, causando que una pequeña sonrisa apareciera en sus labios.

Habíamos estado hace cinco minutos dentro del auto de mamá en busca del mar que tanto nos había hablado mi madre que, había sido la única que había llegado por esos lados cuando mi hermana aun se encontraba aquí. Nunca me llevo, sin embargo siempre lo pensó, y nunca me disgusto la idea de visitar algún día una de las playas donde mi familia había visitado varias veces.

—Recuerden, no quiero que vuelvan a casa muy noche y si es así, llamare a la policía a la madre de Shuhua, no quiero problemas..—hablo rápidamente cuando sentimos la gran oleada de aire fresco que podía jurar era del mar avisandonos que pronto llegaríamos.

—Lo siento, mi madre es muy histérica y estoy segura que lo haría en realidad, así que madre..—regresé hacia mi progenitora quien habia dado media vuelta, por lo lejos viendo los autos en un parqueo. —Prometo no llegar tarde.

—Esta bien, tandran que bajarse acá ya que por ahí están pidiendo dinero, no me quedare..—su voz sonaba histérica, posiblemente por haber dejado su lavadora encendida prometiéndose a si misma no dilatarse tanto. Así que decidimos bajarnos justo al lado de la arena que, ya nos daba la vista de un azulado mar.

Suspire, mordiendo la comisura de mi labio a la vez que decidíamos caminar con la pequeña canasta donde guardabamos la provisión, pude sentir la mano de Shuhua tensarse cuando la arena choco contra nuestros pies, pude ver en sus ojos como la nostalgia y la felicidad cruzaba inexplicable por su rostro. Sus achinados ojos fueron hacia dándome una mirada serena, dándome a entender que estaba feliz, y yo lo estaba por ella.

—Nunca había venido a una..—recordó, obligándonos a caminar sobre la arena que se comenzaba a meter entre nuestros dedos que estaban descubiertos por las sandalias. —Estoy feliz de hacerlo

Se sentía bien, llevaba años de no visitar alguna, y sentir la brisa del mar golpeando contra mi rostro y ver que el sol comienza a meterse, las personas comienzan a hacer fogatas para charlar, me gustaba verlo, por que, era lo mismo que hacia con mi hermana cada noche.

Y justo cuando llegamos a metros del mar, una cálida sensacion paso por mi cuerpo, sintiendo como a mi alrededor se creaba un silencio sepulcral, quedando estática viendo directamente al mar, como si éste trajera miles de recuerdos lindos, sumando un sentimiento de tristeza en él. Olvide por completo que Shuhua debía ser la que diría todo esto, en cambio ésta se encuentra sobre la arena, con el pequeño manto blanco en la arena, rebuscando en el canasto.