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La habitación está llena de flores y globos de color rosa. Mi familia es un poco exagerada cuando de darle la bienvenida a Rose se trata. Han aparecido de poco a poco, primero la tía Mía con el tío Ethan y la pequeña, que se ha comportado muy bien, porque mi madre era quien la cargaba todo el tiempo. Más tarde, la tía Kate y el tío Elliot, trajeron un enorme oso que muy bien haría de colchón para la niña, es precioso. Mis abuelos también nos visitaron, los tres me hicieron quedar clarito de que mi pequeña es una copia de su padre. La abuela Carla ha llamado para darnos el enhorabuena, al igual que la tía Martha, Raquel y el abuelo Manuel junto con Hannah y César. Y no podían faltar, Luz y Flyn, los futuros padrinos de esta preciosa, quiénes vendrán en unos días para conocerle, aunque ella se encuentra un poco indispuesta.

— ¡Estamos embarazados! —gritan ambos. Genial, ya lo merecían. Y por supuesto, el señor Zimmerman está a nada de saltar de contento. Cómo cambia la vida. Un día casi suplicaba por nietos, y ahora tendrá tres en fila para volverse loco.

Clare y Theodore han sido los últimos en venir, los padres de ellas también han aparecido con obsequios, cuando nos vayamos, tendremos que contratar un camión de mudanzas para llevarnos todo, y no exagero.

Paul fue descubierto en su escapada, menos mal que por la enfermera Imelda, quien le fue a dejar hasta su habitación. Rose ha dormido mucho, pero cuando ha despertado, es una llorona total, le tengo que acomodar en mis brazos para que se tranquilice. Y no que decir de cuando su padre le ha cargado por primera vez, mostró un precioso amago de sonrisa, ha reconocido su voz de inmediato. La niña parece una minucia entre los brazos del grandote que es su padre. Por la tarde han firmado su alta médica, por insistencia de él mismo, y habiendo comprobado con exámenes  que  está como  nuevo,  solamente debe  cuidarse. Desde ese  momento, está a mi lado, nosotras tenemos que quedarnos hasta mañana para estar seguros de que Rose también puede irse.

—Y entonces, la princesa no quiso más príncipe que su papá. Viviendo así muy feliz por siempre. —Me río del cuento que se ha inventado Paul, es otro loco que ya me cela a la pequeña teniendo un día de nacida.

—Lo bueno es que eres empresario y no escritor, porque te pierdes hombre. —Juguetea con las manos de la niña, ella está bastante despierta en sus brazos.

—No mates mi creatividad, cariño. Le he hecho un cuento muy propicio para ella. Esta princesa, solo debe tener un príncipe, y soy yo —le lanza besitos. — ¿Verdad corazón mío?

—Claro, Zimmerman. —Me mofo. —No creo que todo esto quepa en la habitación de Rose, han de quedarse en la sala.

—Ya lo he estado pensado, y definitivamente, esta gente se volvió loca. Habrá que enviar algunas cosas a nuestra casa por adelantado, porque no va a caber todo esto en el auto. Le diré a mi padre que me ayude a trasladar algunas cosas cuando vaya por mi ropa de cambio.

Hago la cuenta, y creo que han llegando a los cincuenta globos y al menos doce docenas de flores. Además del enorme oso que ocupa lugar cerca de la ventana, y que resulta perturbador cuando la habitación está a oscuras. Bromeo con mi panza aún inflamada, diciendo que otra Rose se ha quedado atrapada, fácilmente, podría ser de unos cinco meses. Nuestro momento a solas se ve interrumpido por la cantidad de personas que entran a la habitación. Mis padres, los señores Zimmerman, la abuela Grace, los abuelos Ray y Carrick, Theodore con Clare, los tíos Elliot y Kate... Esto parece una invasión. Paul pone a la niña en mis brazos para que la duerma, ¿Por qué tanta gente? No creo que sea permitido esto en el hospital. Pero claro, estando don hago lo que quiero porque puedo, no hay manera en que esto no sucediera. Un poco retrasados, entran la señor Julia y el señor Emerson.

— ¿Qué significa todo esto? —pregunto bastante intrigada.

—Hermanita, Clare y yo hemos tomado una decisión muy importante, aprovechando que estamos todos reunidos, les haremos conocedores de ello. —Toma de la cintura a su chica, y es ella quien continúa.

LA CHICA DE UN ZIMMERMAN (TWO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora