《5》

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—Bien, Yoongi, Jimin y Hoseok irán por las cosas de ésta lista —dijo Jin entregándoles una hoja—. Namjoon, Jungkook y yo, iremos por lo demás.

Ya entregadas las indicaciones, se separaron para buscar las cosas.

Estaban en el supermercado de un pueblo pequeño. Era el más cercano a la casa. Como no había tantos habitantes, no fueron tapados como usualmente lo hacen pero aún así, se abrigaron, pues estaba fresco.

El día estaba nublado. El sol no se veía en ninguna parte, tan sólo llegaban los rayos de luz. La gente parecía más calmada. Era un día perfecto.

Namjoon agarró un carro y comenzó a avanzar por los pasillos hasta que Jungkook lo detuvo.

—Hyung... ¿Puedo subirme al carrito?

—Está bien...

Inmediatamente, el menor sonrió, pasó sus piernas por el frío metal y se sentó dentro. Con un poco de dificultad, Namjoon empujó.

Mientras Jin se fijaba en los productos, Jungkook curioseaba todo a su alrededor y Namjoon solo hacia el esfuerzo de empujar el carro a donde quiera que vaya su mayor. Si no fuera porque prácticamente tienen la misma edad, cualquiera pensaría que eran una familia.

~~~

—...se sentó, ¡y murió!

Jimin reía y aplaudía al mismo tiempo. Yoongi, en cambio, los miraba indiferente.

—¡Ese chiste estuvo... muy bueno!—gritó Jimin entre carcajadas.

—Yo no los conozco —murmuró Yoongi, apartando la vista de sus amigos, los cuales no paraban de reír.

—Vamos hyung, ríete un poco.

—Ja...ja...ja —fingió con la vista en los estantes mientras que Jimin hizo un puchero, siguiéndolo.

En poco tiempo, Yoongi se encontraba convulcionando entre carcajadas que retumbaban por toda la tienda. ¿La razón? Hoseok había intentado alcanzar un paquete de galletas y todo el estante se le vino encima.

—¡Oigan! ¿Podrían ayudarme, por favor? —rogó avergonzado.

—¿Y dejar pasar tantas fotos que te podría sacar? —Yoongi tomó su celular y sacó las dichas fotos.— Listo, ya podemos ayudarte... excepto que... no queremos.

Hoseok fingió enojarse y miró de reojo a Jimin, quien con una sonrisa, se dispuso a ayudarlo.

—Ahora, hay que levantar esto... —susurró Hoseok con mucha vergüenza.

—Levántalo tú. Tú lo tiraste.

—Yoongi, vamos, ayudemos —protestó Jimin para convencerlo.

—Está bien...

Comenzaron a juntar los paquetes mientras las personas pasaban a sus espaldas. Al terminar, Hoseok tomó un paquete de galletas con chispas de chocolate y lo puso en el carrito.

—¿Por qué querías llevar eso? —preguntó Yoongi sin mirarlo.

—Es para Taetae. Tal vez le haga sentir mejor.

—Como quieras, pero lo pagas tú.

~~~

—¡Ya llegamos! —gritó SeokJin—. ¿Tae?

—¡Aquí estoy! —Bajó rápidamente las escaleras. —¿Qué tal les fue?

—Las cosas están cada vez más caras. ¡Es culpa del gobierno! Economía, economía, y más economía. Bla, bla, bla —se quejó Seokjin—. Pongan las bolsas en la mesada y pueden irse a sus cuartos.

Carta de una Army [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora