The Wolf And Her Love /Leah Clearwater\ |Libro 5| de la serie 'improntas'

CAPITULO 15

Leah se había acercado para abrazarme y yo me encontraba estático bajo sus brazos, mirando fijamente al grupo de chicos frente a mi tratando de comprender la conversación en la que estos se encontraban enfrascados.

-malditos chupasangres. – bufaba Paul, mientras recogía extremidades al igual que los otros muchachos, de lo que yo antes había pensado eran humanos. – estos eran todos ¿cierto Sam? – dijo lanzándolos sobre un montón que habían comenzado a hacer al borde de la carretera.

-hace seis meses habían escapado estos siete, es una suerte que no hubieran reclutado más. – respondió Sam sacando un encendedor de su pantalón para luego encender fuego al montón que habían formado, me aparte del Leah con pánico y ella me miro con confusión.

-Leah. – dije, lleno de miedo. - ¿Qué está pasando acá?. - pregunte paseando la vista sobre todos los presentes, los chicos parecían entretenidos mirando la hoguera que habían formado y el jefe Swan había regresado a sentarse en el interior de la patrulla, este se había sentado en la silla del piloto mientras llamaba desde su teléfono móvil a alguien. - ¿Qué eran esas cosas? – pregunte con desesperación mientras señalaba la hoguera, Leah solo me miraba con detenimiento y yo empezaba a perder la paciencia.

-eran vampiros. – dijo luego de un rato, justo cuando yo abría mi boca para insistir con mi pregunta, solté una risa nerviosa en su dirección mientras negaba con insistencia.

-supongamos que es cierto. – dije colocando los dedos sobre el puente de mi nariz con frustración. - ¿Qué era ese grupo de lobos gigantes? – pregunte y Leah aparto su mirada con nerviosismo. - ¿no dirás nada? – pregunte molesto cuando Leah parecía no querer contestar. - ¡Rayos, Leah! – solté de repente y ella me miro con sorpresa. – ayúdame a entender por favor. – dije con suplica.

-los lobos somos nosotros. – dijo ella colocando una mano en su pecho y señalando a los chicos tras ella, yo sonreí de nuevo de manera incrédula mientras negaba. – es cierto, Seth por favor. – grito ella y Seth que estaba a escasos metros de la hoguera, se transformó en un enorme lobo justo frente a mis ojos, di un par de pasos hacia atrás. – no te hará daño, ¡Cris! Yo no te hare daño. – me dijo ella, pero yo no podía estar seguro de aquello, Leah dio un paso en mi dirección y yo retrocedí de nuevo para alejarme de ella, en su rostro se mezcló una expresión de tristeza y confusión. – Cris, por favor. – dijo y yo comencé a caminar hasta el puesto del copiloto.

-necesito pensar en todo esto, Leah. – dije al momento que entraba en el auto. – jefe Swan ¿podemos irnos por favor? – le pregunté nervioso y el asintió confuso para luego encender el auto, al arrancar pude ver a Leah tratando de correr junto al auto.

-Cristian, por favor. – dijo ella, en un tono de súplica mientras, golpeaba la ventanilla de mi lado del auto. – ¡Cristian! – dijo en un chillido, mientras forcejeaba, pues Sam acababa de agarrarla para que se apartara del vehículo.

-Leah, déjalo; el necesita pensar. – grito Sam mientras la sostenía, fije mi vista en el camino y nos alejamos de aquel lugar.

-¿Qué tal te encuentras? – pregunto el jefe Swan con una sonrisa nerviosa, yo lo mire con el ceño fruncido.

-¿jefe, usted sabía todo esto? – le pregunte con confusión, el solo asintió con su mirada fija en el camino.

-eso quiere decir... - dije de repente, atando cabos en mi cabeza. - ¿Quiénes han estado matando policías y civiles últimamente, los vampiros o... - dije incapaz de completar la oración.

-los vampiros. – se apresuró a decir el jefe Swan. – los lobos solo protegen, son los buenos, muchacho. – me dijo con una sonrisa, sonrisa que, sin embargo, no logro contagiarme. – eres muy importante para Leah, Cristian deberías...