The Wolf And Her Love /Leah Clearwater\ |Libro 5| de la serie 'improntas'

CAPITULO 17

Maratón (1/3)

-¿April aun no llega a casa? – me pregunto Sue con preocupación al abrir la puerta y encontrarme al otro lado de esta.

-si, April esta en casa. Pero no es la razón por la que estoy aquí. – dije con urgencia y Sue me dedico una sonrisa, luego de mi conversación con April le había pedido que se quedara en casa y no hiciera nada imprudente pues yo vendría a buscar a Leah y arreglaría todo, me arrodillaría ante ella para conseguir su perdón si esto era necesario y era lo menos que merecía pues yo había sido un idiota por intentar huir de ella. - ¿Leah esta? – pregunte, tratando de mirar al interior de la casa.

-aun no regresa. – me dijo Sue. – pero estoy segura de que debe estar en casa de Emily. – me dijo y yo fruncí el ceño, pues no sabia donde quedaba aquella casa.

Luego de una serie de indicaciones bastante detalladas, a las que Sue concluyo con un -no hay manera de que te pierdas- me encontraba manejando hacia dicha dirección; aparque frente a una casa construida en madera y el típico estilo de las casas de la reserva, el porche era amplio y la puerta que también era amplia estaba abierta de par en par, permitiéndome ver hacia el interior, primero pude ver una sala, en cuyos sofás estaban todas las mujeres que horas atrás habían estado de pie en el porche de mi casa, al fondo había una cocina, en donde se encontraban reunidos los chicos que la noche anterior, me habían revelado eran una manada de lobos, rebusque con la mirada a Leah y empezaba a impacientarme pues no lograba verla, descendí del auto pues iría a preguntar por ella y al cerrar la puerta del vehículo la vi aparecer en el umbral de la puerta, me quede estático mirándola desde mi lugar junto al auto y negué levemente en su dirección con una expresión de disculpa impresa en mi rostro, Leah se echó a andar en mi dirección y yo hice lo mismo hacia ella; nos encontramos en la mitad del camino, las escaleras del porche y yo me abrace a su cintura con fuerza, pues al estar en las escaleras yo quedaba de una estatura inferior a la de ella, Leah me rodeo y un sollozo de su parte causo que su cuerpo temblara entre mis brazos.

-perdóname. – le dije cayendo de rodillas sobre el escalón. – fui un idiota contigo, por favor perdóname. – le dije comenzando a llorar; Leah se agacho frente a mí y puso su mano sobre mi mejilla, ella se encontraba derramando lagrimas también y me sentí como una mierda al saber que el dolor que su mirada reflejaba había sido causado por mí.

-perdóname tu a mí. – dijo ella abrazándome. – debí haber sido sincera desde un principio. – yo negué ante sus palabras.

-no, mi reacción fue patética Leah. – le dije acomodándome a su lado, pues Leah acababa de sentarse en el escalón y palmear el lugar junto a ella. - ¿Cómo le dices eso a alguien que acabas de conocer? Fue estúpido molestarme por no saber sobre todo esto. – explique.

-no, de todos modos, yo me imprime de ti; tenías que saberlo. – me dijo ella, yo tome su mano y la acune entre las mías.

-creo que es tarde para lamentarnos por todo lo que no hicimos de forma correcta. – dije llevándome el dorso de su mano hasta mi boca para darle un beso. – solo sé que yo te amo Leah, al principio pensé que estaba loco porque mis sentimientos eran demasiado fuertes por una chica que acababa de conocer y tenia miedo de que los tuyos no fueran tan intensos como los míos. Pero...

-mis sentimientos por ti también son enormes, los mas grandes, son solo para ti y son incondicionales. – dijo ella cortándome.

-necesito saber más de esos ancestros. – dije y Leah frunció el ceño con desconcierto. – necesito agradecer por haber sido elegido para ti. – le dije con una sonrisa. – eres una bendición para mí. – le dije y Leah no pudo evitar sonreír tímidamente, me incline hasta ella y nos unimos en un tierno beso.