drabbles ー kwall。

SUEÑO。

Kevin Moon era un simple chico. Tan simple que, él mismo pagaba sus estudios pues se había ido a estudiar sus últimos años de educación a Corea del Sur, trabajaba en una común tienda de Donuts y su simplicidad no estuvo nunca esperando llegar a una relación de una manera tan extraña como el haber soñado con una persona durante el sueño más desesperante y raro de su vida para después conocerla mejor.

Era viernes. Kevin se encontraba un tanto estresado, extrañaba a su familia y ya sentía un cansancio mezclado con nostalgia por vivir sólo en un pequeño departamento a parte de tener sólo un par de amigos. Se sentía solitario. El día siguiente, a pesar de ser libre para la gran mayor parte de sus compañeros, amigos y conocidos; el trabajaría. Pues aún le faltaba un poco de dinero para pagar el siguiente mes de aquel departamento. Y sí, siempre se aseguraba de tener la paga del próximo mes también; de otra manera no tendría dónde dormir.

Eran tan sólo las diez de la noche y sabiendo que al siguiente día tendría que despertar a las seis o siete, se acomodó con un pijama y se dispuso a dormir. Qué mal que no fue así exactamente. Estuvo hasta las 11:47 intentando dormir hasta que por fin cayó en los brazos de morfeo unos minutos después.

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"Se han reportado aproximadamente unos 17 secuestros esta semana, las personas permanecen en búsqueda y se ruega salir con cuidado en la noche. Si usted llega a ver a alguna de estas personas, por favor brindar ayuda y compartir a través de diferentes medios. Muchas gracias y esta ha sido la radio de Jaehyun, buenos días" se escuchó en la radio del auto en el que iba Kevin. Había decidido tomar taxi pues se había quedado unos minutos atrasado para el trabajo. A pesar de que puso atención a lo que se escuchaba en esos instantes, decidió no darle mucha importancia.
De esa manera fue hasta que sintió un golpe en la ventana de su lado derecho. Había una persona con ropa sólo de color negro, una chaqueta extraña, lentes aún más oscuros que su ropa y un cubre bocas de tono muerto igualmente. Sólo se podía divisar su cabello y piel que eran claras haciendo contraste con esa vestimenta.

Kevin bajó el vidrio del auto, pues estaban con luz roja, detenidos esperando.

ㅡ¿Sucede alg-?ㅡ.

La persona le puso un pañuelo a Kevin en la nariz y boca y seguido de eso no vio más.

Despertó. Estaba en el mismo auto pero en una especie de... ¿Estacionamiento subterráneo?
El taxista ya no estaba, eso lo notó. Tenía las muñecas amarradas con una cuerda algo fina y fuerte, aún así, se sentía agradecido pues el amarre no era lo suficientemente fuerte como para cortar la circulación de sus manos. Lo único malo de aquella situación, era que no entendía nada, y, que por el amarre, estaba seguro le quedaría una marca.

Miró a sus alrededores otra vez más esperando ver a alguien. No había nadie y no pareciera que habría alguien en un tiempo. Recordó que tenía las llaves de su departamento en el bolsillo y eran lo suficientemente afiladas como para cortar esa cuerda. Si eran lo suficientemente afiladas como para cortar parte de una de sus camisas, tendría que servir.

Casi rompiendo su cuerpo en el intento pues tenía las manos amarradas por detrás; logró llegar a su bolsillo delantero donde sabía estarían las llaves. Las tomó e intentó de a poco cortar la soga. Logró cortar la mitad y con eso ya estaba satisfecho y feliz. Siguió un poco más hasta que quedaron unos pocos hilos sin cortar los cuales pudo partir a la fuerza simplemente.

Cuando ya tuvo las manos en su sitio, intentó salir del auto y no pudo. Después, misteriosamente vio a dos personas con máscaras y túnicas salir de la nada por detrás del auto. Abrieron las puertas de este y tomaron a Kevin por los brazos. Este, teniendo miedo y queriendo ir a casa lo más pronto posible, no se opuso. Sólo pensó en alguna manera de salir de ahí.