Estaba en mi habitación, Entretenida en mi celular como todos los días, Me acababa de mudar a un barrio muy lejano de la ciudad, Pero había algo que no me gustaba de este lugar; Al frente de mi casa había una Mansión pero no era cualquiera, Se dice...
Estoy acostada en mi cama, cuando el niño de la escuela se aparece, me señala algo.
- Ayuda... Por favor... Ayuda- Dice el niño señalando el amuleto, y desaparece, parpadeo varias veces para confirmar que no estoy soñando, pero no es así, me acerco lentamente hacia el amuleto, lo guardo en una maleta con otras cosas, y voy camino a la casa de Esteban.
[...]
Le comento a Esteban, la idea de ir otra vez a la mansión, él solo me mira mientras, le cuento las apariciones del niño, pero hay algo que vi, en cuento cogí el amuleto al lado, había una caja, no se si todavía esté, pero estoy segura que en esa caja halla la forma de liberar los espíritus y parar los gritos.
[...]
Después de un rato, logro convencer a Esteban, para que regresemos a la mansión.
Cuando entramos, se sintió la misma oscuridad y miedo de antes, le digo a Esteban que vallamos donde está la caja, pues yo no me conozco la mansión.
Caminamos un rato pero ya llegamos, la habitación no es blanca, como lo era antes, ahora es oscura y fría, las cosas están, busco en el armario la caja, la tomo en mis manos y me dirijo a la cama, empiezo a abrir la caja, hay fotos, joyas, un libro y más fotos.
Cojo el libro, al parecer hay algunas frases, para invocar algo o alguien, hay más fotos. Me quedo el libro y salimos de la habitación. Al salir hay un hombre, vestido de negro, tiene un pasamontañas, por lo que no le puedo ver la cara, pero él no nos ve, y empieza a caminar, Esteban y yo lo seguimos, abre una puerta que al parecer, lleva a otro sótano.
- Sabes de eso?- pregunto señalando el sótano.
- No, pero hay que saber que queda allí- Dice caminando lento hacia ese lugar.
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Bajamos las escaleras, la habitación está oscura, sólo es iluminada por unas velas, las cuales rodea a una mujer, que está atada a un tipo de cruz, el hombre está a punto de clavarle un cuchillo en la cabeza a la chica, Esteban rápidamente saca un arma de su espalda, y le dispara al hombre, él cae al suelo, yo desamarro a la mujer.
- Hay más... Hay más personas- dice la mujer señalando una puerta.
Camino hacia la puerta con Esteban detrás de mi, abro la puerta y, hay 4 hombres y 6 mujeres, están lastimados, hay algunos que les faltan brazos, piernas, ojos, orejas o dedos. Los ayudamos a salir de la mansión, entramos de nuevo, esto tiene que parar pase lo que pase...
