No es ningún secreto que los Rivera Hamada tienen un enorme amor por la música, independientemente del tipo es algo que los cuatro poseen, bueno Hiro fue difícil de "enamorar" (solo pregúntenle a miguel) sin embargo, llego aceptar que si existen unos cuantos géneros y canciones que le apasionan a pesar de no compartirlo mucho.
Por otro lado, Miguel y la música como ya se imaginarán, están más que unidos después de todo es su pación de toda la vida (además de ser su negocio).
Era de esperarse que les pegara ese amor a sus hijos.
Jorge como hijo biológico lo trae en las venas pues simboliza una parte importante de su vida, pues no cualquiera comienza a cantar de forma entendible y afinada desde los 2 años y aprender a tocar dos instrumentos diferentes al mismo tiempo volviéndose bueno en exageración con eso.
Para Hashi fue más complicado, como a cualquiera en su joven existencia demostró alguna vez agrado por alguna canción, pero cuando fue adoptado y su exposición a la música aumento de forma progresiva presento un leve rechazo.
Cuando Hashi cumplió los 6 años, el moreno asiéndola de buen padre intento enseñarle a tocar la guitarra, pero el pequeño bebé solo quiso aprender un par de círculos y para evitar tocar ponía demasiadas excusas.
La música no era gran cosa por el momento en la vida del más pequeño, hasta le llegaba a aburrir, en la casa por su parte no se escuchaba ni el más mínimo ruido organizado mientras que su hermano se la pasaba causándolo a cada rato.
Incluso llegaban a discutir por ello, El asiático-americano solía gritarle a Jorge que no molestara a Hashi y el mexicano optaba por separar a los infantes un rato para que cesaran esas discusiones.
No fue esta un año y medio después cuando el peli violeta tenía 7 años que cogió algo de afinidad por la música, por la música más tecnológica, procesada y electrónica, pero música al fin de cuentas, en ocasiones sale de eso pero es algo raro en él.
Para Miguel y Jorge era extraño, pero respetaban los gustos del pequeño, como saben la familia siempre será familia sin importar nada.
Cuando el joven pálido tenía 8 años y mucho tiempo libre por su proceso de salto de curso (de lo que les hablare luego) decidió dedicarse a tocar un instrumento como su padre había querido pero claro, no el que hubiera querido.
Un sábado por la mañana el pequeño se levantó temprano gracias a su despertador personal, Baymax, y salió velozmente a pedirles a sus papás que lo llevaran a una tienda de música y le compraran un instrumento, aunque aún no tenía idea de cuál.
Toco la puerta del cuarto de par de dos y al recibir permiso comenzó su gran escena.
-Papi, Oto-san, saben que soy muy feliz siendo parte de esta familia, y también que soy muy buen niño y ahora que tendré más tiempo en casa ¿No sería bueno que ocupara el tiempo de forma productiva?... -
-Hashi, hijo ¿Podrías ir al punto por favor? - interrumpió Hiro adormilado.
- ¿Me compran un instrumento musical? - pregunto Hashi con una gran sonrisa.
Miguel sonrió de inmediato -Claro peque, ¿En qué estás pensando? -
-Pues... no sé, pero sería mejor si me llevan a una tienda ¿No? - respondió el adorable mencionado.
-Ve a cambiarte y vamos después del desayuno- exclamo el de ojos rasgados.
-OK! -
Hashi salió corriendo a su cuarto y se vistió a toda velocidad.
El par de esposos volvió a quedar solos, Miguel se levantó y comenzó a vestirse, se veía feliz por la petición de que su hijo menor les había hecho, Hiro ponía resistencia a salir de la cama, las mañanas no son su mejor momento, aun luego de prometer llevarlo de compras.
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Familia Rivera Hamada
FanficLos acontecimientos cotidianos y no tan cotidianos de una familia... ¿Famosa? ¿Nuclear? ¿Homoparental? ¿Interracial? bueno... feliz. Esta historia se desarrolla en San Fransokio, los acontecimientos pasan de forma aleatoria pero están colisionados...