U N O

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Por cada paso que daba podía sentir el frío suelo chocar contra mis desnudos pies, acompañado del sonido de la lluvia que golpeaba los cristales de aquel ventanal que cubría gran parte de la pared.

Me encontraba en una especie de casa abandonada que debo admitir, daba escalofríos, al parecer nadie había habitado en ella por años o eso parecía por su aspecto desgastado pues las paredes ahora estaban agrietadas y bañadas de un verdoso moho, junto con las ventanas y suelo que se encontraban cubiertos en polvo.

¿Que hacia ahí? Ni idea, desperté recostada en un sillón de terciopelo rojo vino, y una manta envolviendome.

En estos momentos me encontraba buscando algúna fuente de luz o calor pues aquella manta no era lo suficientemente caliente para evitar que mi delgado y friolento cuerpo dejase de temblar.

Por que no escapaba de ahí se preguntarán, bueno simplemente no había ni una sola puerta abierta, todas para mí suerte se encontraban cerradas con llave.

Rendida y con los pies casi entumidos por el frío suelo me dispuse a esperar la salvación de el mismísimo espíritu santo, me dirigí a aquel sillón en el que antes había despertado confundida ante mi repentina llegada a aquel lugar en el cual había aparecido sin recuerdos o pistas que me dijesen donde estaba.

Con los ojos entrecerrados me dispuse a pensar el porque estaba aquí, como había llegado, tan solo ayer había salido de aquella prisión que se hacía llamar oficina para poder disfrutar un poco de lo que los humanos llaman libertad y relajarme un poco, y no había mejor lugar para ello que un bar. Después de varios tragos y charlas con mis amigos, se hacerco un chico muy lindo de pelo oscuro y piel clara el cual se nos unió, pero de ahí los recuerdos se hicieron borrosos.

Cada segundo que pasaba ahí se sentía como minutos, y los minutos como horas. Los ojos empezaban a pesarme, el sueño empezaba a ganarme.

Cuando parecía que empezaba a caer en los brazos de Morfeo, se oyó como un metal pesado era arrastrado, acompañado de un escalofriante chirrido para después oír una voz desconocida.

– Ha despertado.

¡Hola! Espero mi historia sea de su agrado, perdonen si es muy corto o tiene faltas ortográficas.
¿Quien creen que sea el visitante? Comenten aquí lindura.
Sin más yo me retiro.
Bye bye ! ❤

– Ai Izumi. ❣

Mystery Boys | BTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora