Al llegar a mi habitación, suelto las cosas y me tiro en la primera cama que aparece en mi campo de visión.
No es demasiado grande; es sólo un cuarto, y un baño, dentro hay dos armarios y dos camas.
Mierda, me tocó una habitación de dos personas, eso quiere decir que tendré que compartir. No es tan malo, pero tenía la esperanza de correr con la suerte de que me tocara habitación individual.
Aunque pudo ser peor, tengo entendido que hay incluso para cuatro.
Sólo espero que no me toque una mala compañera.
Me pongo de pie y comienzo a sacar mis cosas de la maleta para colocarlas en el armario.
Tengo al menos 45 minutos para arreglarme e ir a clases.
Al terminar, tomo una ducha rápida y me pongo el uniforme.
Es una falda color café claro, que me queda justo por encima de la rodilla, una camisa de manga corta blanca y por encima un chaleco color vino. También llevo unas calcetas blancas altas y unos zapatos negros, tengo un suéter del mismo color del chaleco, pero ese lo dejo de lado y salgo para ir a clases.
Sólo hay un problema... no tengo ni la menor idea de a dónde ir.
Bien, ¿quién podría ayudarme...?
Hay una chica a unos metros de mí, está sentada al pie de las escaleras mientras dibuja algo. Se ve muy concentrada.
Me acerco lentamente hacía ella hasta estar a unos cuantos centímetros de distancia. Toco suavemente su hombro y ella se sobresalta.
-¡Lo siento! -me disculpo al verla tan asustada. Parece que no es demasiado sociable.
-No te preocupes -dice ella poniéndose de pie cerrando su cuaderno de dibujo-, soy Violeta.
-Elizabeth -me presento-, una pregunta, ¿de qué grado eres?
-Segundo.
Perfecto.
-Bueno, soy nueva. ¿Podrías decirme a dónde tengo que ir? También soy de segundo.
-Oh, claro. Sígueme.
Comienza a caminar y yo la sigo, no habla. Es bastante tímida.
Pasados unos minutos, se detiene en seco.
-¿Violeta? -pregunto. De repente, se puso pálida-, ¿ocurre algo?
-N-no, simplemente... Me equivoqué de dirección -se da la vuelta-. Es por allá.
Hubiera seguido caminando de no ser por alguien a nuestras espaldas.
-¿Ya estás dispuesta a darme lo que quiero, Colorcito?
Violeta suelta un suspiro y me toma de la muñeca.
-Vámonos -dice en un susurro apenas audible.
-¿Por qué...?
-Sólo vámonos -me mira a los ojos y veo que realmente, está asustada-. Por favor.
-¿Ahora me ignoras? Me dueles Violeta, me dueles.
El agarre en mi muñeca se hace más fuerte.
Es suficiente. Me doy la vuelta, obligando a Violeta a soltarme.
Frente a mi, hay un chico, tiene la tez oscura y sus ojos me analizan de pies a cabeza.
-Oh -exclama mirándome a mí-, ¿quién eres tú? ¿nuevo ingreso acaso?
-Creo que la verdadera pregunta aquí es, ¿quién eres tú y por qué molestas a Violeta?
-Creo que empezamos con el pie izquierdo querida -da un paso adelante para quedar más cerca de mí -. Me llamo Dajan.
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La chica perfecta [Fanfic CDM Castiel]
Hayran KurguPerfección. Exelancia. Son las palabras que mis padres me repetían a diario. *** -Tienes que ser la chica perfecta Elizabeth. -Pero... -Por esa misma razón te enviaremos allá. -¿Qué? Mamá por favor no lo hagan. -La decisión está tomada hija. Te irás...