Durante la comida actué de forma normal, no quería que me notaran nerviosa ya que no tenía pensada ningún tipo de excusa. Cuando terminamos, ayudé a Àine a meter los platos y cubiertos en el lavavajillas, y me quedé en el sofá mirando la televisión hasta que mis ganas de leer aquellos papeles fueron tan fuertes que no aguanté más tiempo sentada.
-Voy a mi habitación a dormir un rato que estoy cansada, no me molestéis por favor –mentí.
Subí a paso normal las escaleras para no levantar ninguna sospecha y cerré la puerta de mi habitación con gesto triunfante. Me dirigí al vestidor y abrí el cajón en el que había escondido las cartas y las hojas pertenecientes a un diario. Cuidadosamente, esparcí las hojas por la cama y las ordené según la fecha para empezar a leer por orden de escrito. Las cinco cartas iban dirigidas a Dylan Horan, mi padre, y estaban escritas antes que las hojas del diario, así que con las manos temblando de la emoción, las abrí y las leí una por una. El remitente de las cartas tenía una bonita letra y resultó ser una chica llamada Ciara Lachlan que creí que era una amiga de mi padre por la forma en la que se dirigía a él, pero al leer la tercera carta mi visión sobre ella cambió. Mediante frases como “me quedé como nueva tras la noche que tuvimos” y “que hayas engañado a tu mujer conmigo me satisface mucho Dylan” el odio hacia mi padre y hacia aquella mujer se encendió en mi interior y, como esperaba que pasara, el fantasma de mi padre apareció con expresión triste y de arrepentimiento.
-¿Por qué lo hiciste papá? Mamá y tú siempre habéis sido muy felices, no lo entiendo… -susurré para que no me oyeran abajo-. ¿Ella lo sabía?
Sabía que no me respondería a la primera pregunta pero asintió ante la segunda pregunta.
-¿Y…y te perdonó?
Volvió a asentir y pensé que si mi madre lo había perdonado años atrás, yo también lo tenía que hacer, sobre todo porque no podía enfadarme con el espíritu de mi padre.
-Me duele saber que cuando pasó todo eso Zayn ya había nacido, pero te quiero mucho y no tengo el valor suficiente como para odiar tu espíritu.
Él hizo un gesto con la cabeza, como dándome las gracias, y desapareció tras señalar las cartas, dándome a entender que siguiera leyendo.
En la cuarta carta le anunciaba lo que era una gran decepción para ambos, para mi padre y para Ciara. Ella se había quedado embarazada y además no quería tener el bebé, sin embargo, se ve que mi padre le había convencido de que lo tuviera porque la quinta carta empezaba así: “Querido Dylan, tú sabes que me encantan los niños, pero tenía miedo de que me señalaran con el dedo por estar embarazada sin estar casada, sin embargo, he dejado que mi barriga se abombe cada vez más. Sé que hace cuatro meses que no te escribo, pero quiero que sepas que si hubiera abortado ahora mismo sería muy infeliz, por eso en este momento puedo anunciarte que estoy embarazada de mellizos, un niño y una niña.”. Luego decía que estaba conociendo a un hombre y que ya no quería ver más veces a escondidas a mi padre, cosa que me alegró mucho a pesar del odio que había cogido a aquella mujer por quedarse embarazada de mi padre. Al fin y al cabo, mi padre tiene parte de la culpa y he conseguido perdonarlo.
En cuanto terminé de leer las cartas, pasé a leer las hojas sueltas. La letra y las frases como “mi marido y mi pequeño Zayn” me revelaban que el diario perdido había pertenecido a mi madre, lo cual me hizo llorar de alegría por tener algo escrito por ella misma sobre mis manos. La mayoría de las hojas mostraban la alegría por una buena noticia o por el buen día que había pasado, otras reflejaban el cansancio acumulado o la emoción por algo nuevo, y otras mostraban la tristeza ante la muerte o las malas noticias. Cuando hube leído todas, destaqué tres del montón de dieciocho cartas para volver a releerlas ya que me parecían importantes. La primera hoja destacada estaba escrita el 13 de septiembre de 1995, y era la primera de las dieciocho. En ella decía que hacía poco mi padre le había contado su engaño pero que ella a la semana le perdonó porque le amaba tanto que no le podía dejar escapar por una infidelidad de la que él mismo se había arrepentido y había terminado contando. La segunda que destaqué estaba escrita el 8 de diciembre y me había llamado mucho la atención por la frase que decía: “Hoy, en el parque con Zayn me he sentido triste al ver a dos mujeres embarazadas. Me gustaría tener otro bebé y así también que mi pequeño tuviera alguien con quien jugar, pero de momento no es posible”. Un mes y dos semanas más tarde había nacido yo, entonces ¿por qué decía que hasta el momento no era posible tener otro bebé? La última carta hablaba de mí y estaba escrita el 1 de febrero de 1996, pero decía algo que me asustó mucho: “Querido diario, como expliqué unos días antes en la anterior carta, por fin tengo a Mariluz en mis manos. Es una niña preciosa y, por casualidades de la vida, tiene los mismos ojos que yo pero me resulta muy difícil explicarle a Zayn quién es realmente su hermana, él no para de preguntar…”.
-¿Quién soy yo? –susurré asustada.
Como si de un tornado se tratase, las tres hojas empezaron a moverse en el aire dando vueltas rápidamente, lo que me hizo chillar y llorar de miedo. Cuando cayeron suavemente sobre la cama, asustada leí las cuatro palabras de las distintas hojas redondeadas con un rotulador rojo. Ordenándolas y buscando el sentido, formaban una única frase: “No eres mi hija”.
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Hola bonitos lectores, el domingo por la noche volví del campamento y como recompensa de tantos días sin escribir hoy he subido dos capítulos seguidos. Me gustaría cada día subir un capítulo para recuperar los diez días perdidos de escribir, pero ya sabéis que es verano y la gente viene y va. Total, que los tres siguientes días no voy a estar en casa, por lo que no podré escribir.
Muchas gracias por leer y no os olvidéis de dejar abajo ↓↓ vuestra opinión y votar arriba ↑↑. Besos
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Wild Heart. {Tommo's fanfic} TERMINADA
FanfictionNunca sabes lo que puede pasar. Parece que tu vida sea perfecta pero en un segundo las cosas cambian rápidamente. Pierdes a las personas que más quieres, te sientes desorientada, no tienes ganas de nada, tu actitud empieza a cambiar y las drogas son...