—Emily no es ese tipo de chica —ruedo los ojos—. Vámonos a casa
—N-no es por eso... —evita mi mirada.
—¿Me dirás entonces que solo vas a ir por diversión? —alzó una ceja.
—P-pues, sí. Además, te hago un bien, debes aprender a socializar —sonríe para sí mismo—. Si, es eso. Como soy un buen hermano, quiero que mi hermana menor tenga amigos y vaya a fiestas
—Tú eres igual o más antisocial que yo —me cruzo de brazos.
—¡No es cierto!
Arthur dejó el auto unas cuadras antes de llegar a la casa de los Beilschmidt, la música se podía escuchar hasta ahí. En la entrada de la casa de Julchen ya había personas en el suelo, otras comiéndose a besos y...
¿Esa era una serpiente?
—¡Alice, sabía que no te perderías mi fiesta! —apareció Julchen de la nada—. Después de todo, yo hago las mejores, aunque un pijama no es la mejor ropa para una fiesta
—No vine por mi cuenta —señalé a Arthur.
—¡Hey, a ti no te invite!
—¡Oh, vamos! —se alzó de brazos—. ¡Déjame pasar!
—¿Y olvidar quien fue el que arruino la fiesta de la piscina? —se cruza de brazos—. Nah, mejor te quedas afuera —dijo Julchen.
—Era el presidente del consejo estudiantil y ustedes habían hecho la fiesta en la piscina de la escuela —replico—. Tenía las manos atadas
—No confió en el Arthur de cejas grandes —dice Julchen y Arthur quiere responder, pero Julchen es más rápida—. Pero puede que confié en el Arthur de cejas grandes con alcohol en el sistema —le lanza una lata de cerveza—. Bebe todo y tal vez puedas entrar
—¿Todo? —se estremeció.
—Todo —Julchen sonríe.
Arthur voltea a verme y le digo que no lo haga, Julchen por otra parte lo incita y Arthur finalmente termina por hacerle caso y tomarse de golpe toda la lata de cerveza.
—En realidad no tenías por qué hacerlo —confiesa Julchen—. Porque, duh. No voy a arruinar mi noche verificando que no entres, como sea fue divertido. Las cervezas están en la cocina y no se revuelquen con alguien en mi habitación, la de mis padres por otro lado siempre está abierta —ríe y se va a molestar a Roderich.
—Idiota —le digo.
—Solo entremos —respondió masajeándose la cabeza.
Una vez adentro perdí a Arthur de mi vista, había muchas personas y era mucho decir ya que la casa de los Beilschmith era en si grande. La sala estaba a oscuras con solo luces de colores alumbrando, todos estaban bailando o hablando en alguna esquina, yo empujaba a las personas abriendo me camino y buscando a alguien que conociera. Para sorpresa mía me encontré con Lily.
—Alice, si viniste —sonrió al ver me.
—Hola, Lily. Me sorprende verte acá —me siento a su costado—. ¿Tu hermano no se opuso?
—No, después de todo sorpresivamente, él también quería venir. Aunque también vine con Natalia y ahora están peleándose por ahí —ríe—. Aproveché la oportunidad e huí de ellos, ¡No les digas donde estoy! —pone su dedo frente sus labios—. Será divertido ver a Vash y Natalia preocupados
—Seré una tumba. Solo no tomes nada que Julchen te ofrezca, no seas como el idiota de Arthur —digo y ella asiente riendo—. ¿Has visto a Sakura o Emily?
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Shall We Dance?
FanfictionAlice Kirkland se da cuenta que a pasado mas tiempo en los mundos de fantasía que los libros le ofrecían que en el mundo real, por lo que enfrenta un dilema cuando se da cuenta que a este paso sera la única persona sola en el baile de fin de año. Al...