El cuerpo de un hombre medio muerto (LuHan)

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"Mantén tu halo apretadoUna mano en el gatillo, la otra mano en la míaPorque ahora, Cupido carga un arma"–Marilyn Manson, Cupid carries a gun

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"Mantén tu halo apretado
Una mano en el gatillo, la otra mano en la mía
Porque ahora, Cupido carga un arma"
–Marilyn Manson, Cupid carries a gun.

—¿Y ahora qué hacemos?

Los cuerpos seguían tirados en el piso, en medio de sus respectivos charcos de sangre, y las moscas se estaban empezando a reunir por encima de ellos. Resultaban fastidiosas y el olor... Oh, el olor era lo peor. Todavía no era tan fuerte, pero si esperábamos más tiempo... La nariz se me caería, lo podía jurar.

—No lo sé, Kris —solté—. Tú eres el asesino aquí.

Estaba alterado, no me culpen. Era la primera vez que veía tanta sangre en mi vida y la gratitud se había convertido en miedo.

—Oye, niño. —Kris estaba furioso. Probablemente más asustado que yo—. Te salvé la vida. ¿Se te olvidó eso?

—Pues al parecer a ti se te olvidó pensar, porque definitivamente no deberías estar alterado si supieras lo que haces.

—Hey, Lu. —SeHun se interpuso en medio de los dos antes de que Kris saltara encima mío e intentara matarme. Conectó su mirada con la mía y puedo jurar que sentí el tiempo congelarse—. No sé nada de estas cosas, ni siquiera sé por qué estoy metido en este lío y Dios me libre de ser enviado directo al infierno por ser cómplice de asesinato, pero sí sé que tenemos que deshacernos de los cuerpos lo antes posible... Todos. Juntos. No hay tiempo para discutir. —Se quedó callado por unos segundos mientras Kris y yo lo mirábamos con una ceja alzada y se sonrojó un poco—. Al menos eso es lo que dicen siempre en las películas.

Además de esperar que tuviera razón, deseaba algo más que eso: que su Dios lo perdonara.

—Independientemente de todo —dije antes de que Kris cambiara de objetivo—, en las películas siempre tienen razón. Es mejor deshacernos de ellos... y rápido. ¿Tú no tenías muchos contactos importantes, Kris? —Cambié de objetivo—. Creí que llamabas a alguien antes en ese celular tan lindo que tienes.

Lu —dijo amenazadoramente Kris y con un poco de sorna en sus palabras—, sabes que el jefe se encarga de las cosas que le convienen y en el momento en el que le convienen. Claro que nos ayudará a deshacernos de esto, pero no ahora mismo. Será cuando él diga.

—Vaya, pues que se joda ese hijo de...

Desgraciadamente, no pude terminar mi insulto porque un sonido extraño nos paralizó a todos. Era una queja, un gemido bajo, de sufrimiento y dolor. Y ninguno de los tres estaba sufriendo.

Sin decir una palabra, nos volteamos con lentitud en busca del origen del sonido. Seguía haciéndose presente, cada vez más fuerte y más intenso y, cuando caímos en cuenta de lo que ocurría, mi casa se volvió un caos.

Uno de los hombres, el que tenía media cabeza escondida debajo de un manto de sangre y supuestamente había muerto a manos de Kris –y digo literalmente a manos– estaba arrastrándose como podía hacía la puerta. Estaba bañando todo el piso a su paso mientras dejaba una estela roja de la que sería imposible deshacerme.

Crying OutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora