Abre los ojos y... dime que me quieres.

Final.

Estaba en clase y las horas no pasaban, estaba cansada de hacer siempre lo mismo, de casa al instituto y del instituto a casa... siempre lo mismo. Quería hacer algo nuevo, pero... ¿el que? Quería hacer algo que no solo me ayudara a distraerme, si no que también ayudara a los demás. Finalmente acabaron las clases esa mañana y comencé a caminar para irme a casa, pero esta vez por una zona distinta, para variar. Me puse los auriculares, le di al play a mi mp3 y comenzó a sonar la canción "Eternity" de VIXX, me encanta esa canción. Continué caminando despreocupadamente y centrada en la música, pero entonces vi a una mujer sentada en el suelo llorando, me quité los auriculares y me acerqué a ella:

- ¿Está bien? - Le pregunté preocupada -.
- Es que... necesito ayuda. - Dijo la mujer entre sollozos -.
- ¿Que es lo que necesita? Tal vez pueda ayudarla...
- ¿De verdad? - Dijo la mujer con los ojos iluminados en esperanza -.
- Si. - Asentí con la cabeza -.
- Mi hijo está en el hospital... no puedo cuidar de él... mi madre está muriendo en la otra punta del país. No puedo dejar a nadie con mi hijo...
- Oh... lo siento mucho...
- ¿Podrías ayudarme?
- Eh...
- Es un cargo muy grande, no puedo hacerte esto... eres muy joven.
- La ayudaré.
- ¿De verdad?
- Claro. ¿Que le ocurre a su hijo?
- Tuvo un accidente hace un par de meses y quedó en coma. Estamos a la espera de que despierte... si despierta... los daños son muy graves.
- No se preocupe, despertará. - Entremos en el hospital y entremos aun ascensor -.
- Gracias... por cierto... ¿como te llamas?
- ________.
- Encantada _________. Otra pregunta... ¿que edad tienes?
- 18.
- Vaya, que casualidad, como mi hijo.

El ascensor se paró y caminemos hasta una de las habitaciones. La mujer abrió la puerta y pude ver a un chico tumbado en la cama, lleno de cables y algunas heridas... reconozco, que me dio regresión verlo.

- Taehyung, cariño. Esta chica es __________ y cuidará de ti mientras yo esté de viaje. - La muer me miró - ______________, este de aquí es Taehyung, mi hijo. Di hola.
- Ho-hola, Taehyung, encantada de conocerte.
- Yo creo que aunque no esté despierto puede oír nuestras voces, tal vez eso le ayude a luchar un poco mas...
- Oh...
- Si no te importa... háblale todos los días, háblale de ti y cuéntale tu día a día.
- Si, no se preocupe. - Dije con una suave sonrisa -.
- Muchísimas gracias, __________. Debo irme ya, volveré en cuanto pueda.
- P-pero...
- Muchísimas gracias de nuevo, no se como agradecértelo. Hasta pronto. - Salió de la habitación -.
- Hasta pronto...

Me quedé mirando sorprendida en dirección a la puerta, pero entonces poco a poco me di la vuelta y miré al chico. Dejé la mochila en el suelo y me senté en una silla que había al lado de la cama. Miré a mi alrededor y todo era blanco... como suelen ser las habitaciones de hospital. Miré al chico y dije:

- Hola, Taehyung, se que esto es un poco extraño, no solo para ti, sino también para mi. Se que no nos conocemos de nada, pero... tu madre necesitaba ayuda. La verdad es que es curioso por que esta mañana estaba pensando en que quería hacer algo para matar el tiempo, pero que también ayude a los demás, ¿puede ser cosa del destino? - En ese momento Taehyung movió uno de sus dedos de la mano -.

Sorprendida salí rápidamente a avistar a algún medico o a alguna enfermera. Un medico entró y le expliqué que Taehyung había movido un dedo:

- Oh... ya veo... - Dijo el doctor – A veces los pacientes en coma pueden hacer gestos, como espasmos musculares, pero eso no quiere decir que sea un signo de que esté mejorando. Hay que esperar.
- Oh... - Miré al suelo -.
- ¿Eres su novia?
- ¿Eh? N-no... soy una amiga.
- Oh, vale. - Sonrió – No te preocupes, tu amigo se pondrá bien.
- Gracias.
- Si ocurre algo mas o si tienes alguna duda, no dudes en ir a preguntarme.
- Gracias. - Hice una reverencia -.

El medico salió por la puerta y me acerqué a Taehyung, ¿realmente nos podía oír?:

- Taehyung, si me puedes oír... mueve un dedo. ¡Vamos! - Miré a su mano y no se movía ningún dedo – Solo un poquito... - Seguía sin haber respuesta – Sabía que no podía ser cierto, ¿como nos vas a oír?