Capítulo 7.

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Finalmente, Niall lo metió a mi plan y le tuve que contar todo por culpa del irlandés de mi mejor amigo.

   -¿Realmente te llaman Despiadada?- Lo observé indiferente por su cuestionamiento

   -¿ENCERIO?- Me miró confundido- Tengo una doble vida y un doble estilo de vida, estoy en las carreras mas rudas de patinaje en el condado, y tu y Niall son los únicos que lo saben, y tú lo primero que me preguntas es "¿Realmente te llaman Despiadada?"- Dije imitando su voz.

   -¡Hey! En mi defensa, yo pienso que eres muy dulce para ser "Despiadada". -Ahora él imitó mi voz.

   -Eso porque no la viste en acción.- Interrumpió Nialler y me guiñó su ojo izquierdo.

   -A lo que se refiere Niall- Lo miré mal al irlandés-, es que soy completamente diferente en la pista. Y cuando me veas, te dejaré con la boca abierta.

Me alejé dejándolo hablando sobre las idioteces que platicaban y me acerqué a Chino.

   -Hey, amigo- Dije mientras chocábamos nuestras manos, cómo compañeros- ¿Como estás?

   -Mejor que tú, por lo que veo... Cada vez es mas bajo tu nivel de aceptación para los que entran- Dijo haciendo una seña con la cabeza hacia los dos chicos, los cuales se encontraban jugando "Piedra, papel y tijera" y riendo cómo niños. Agaché la cabeza y presioné mi mano contra mi frente, en muestra de mi frustración.

   -Es que ellos son viejos amigos...- Intenté justificar su falta de compatibilidad ante estas situaciones.

   -¿Ahora involucras a novatos sólo porque son tus amigos?- Me dediqué a observarlo fijamente- Despierta Despiadada, si nos atrapan ahora, estaremos en la prisión, no en la comisaría.

   -Tienes razón.- Me miró complacido- Pero no se irán. Si tú quieres, salte. Eso si, déjame la moto, no me interesa, igual te pagaré las reparaciones. Yo no quiero cobardes, quiero hombres en mi equipo.

   -Sabes que no es eso. Es sólo que este es mi último trabajo- Argumentó-, y si Natally se entera, me deja. No quiero arruinarlo.

   -Hey, no lo harás- Lo abracé pasando mi brazo por su hombro, mientras observábamos a mis dos amigos-, no lo permitiré. Lo prometo.

   -Gracias Despiadada, aunque a veces me amenaces- Bromeó-, eres buena amiga.

   -Lo se.- Dije inflando falsamente mi ego, y ambos reímos- Bueno, muéstrame mi bebé- Me dirigí a la camioneta-, la extrañé.

   -Bueno, es lo mejor que pude hacer con tan poco tiempo- Abrió la parte trasera de la camioneta, y con mi ayuda bajamos la motocicleta-... Aquí está mi obra maestra, felicidades.

   -Wow- Suspiré-, me encanta la nueva pintura negra... Y esas cubiertas de las llantas, también, wow. Esta vez te luciste Chino.

   -Gracias... ¿Y si das una vuelta?- Le sonreí y me subí a mi belleza- Y tranquila, tiene el tanque de nafta lleno- Me guiñó un ojo y yo encendí el motor, haciéndolo rugir

I'm not more a PrincessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora