LA UNIVERSIDAD (PARADA TEMPORALMENTE)

Capítulo 12: Un sentimiento diferente P:1

BUENO....AQUÍ ESTÁ VUESTRO ESPERADO CAPÍTULO.

ESTE CAPÍTULO CONSTA DE DOS PARTES, LA SEGUNDA PARTE LA SUBIRÉ MAÑANA, O IGUAL HOY POR LA TARDE, OS QUIEROOOO!!!!

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Después de explicarles el plan varias veces nos fuimos a dormir. Jorge y Javi en una habitación, Cindy y Claudia en otra, y yo en otra diferente.

La habitación era pequeña, las paredes estaban decoradas con un papel fino azul cielo y una gran ventana dejaba ver las estrellas de la noche. En el techo, había una gran lámpara de cristal con forma de rosa que iluminaba la habitación. En el lateral izquierdo había una pequeña cama con un osito de peluche encima de ella; en el lado opuesto había un espejo y un armario de madera entreabierto. En el suelo había una alfombra aterciopelada que le daba un toque reconfortante a la habitación.

Me acerqué al armario para cerrarlo, pero escuché un ruido proveniente de la puerta. Me giré y vi a Jorge con pantalones de pijama y sin camiseta, mirándome serio apoyado en mi puerta.

-¿Qué haces aquí?-pregunté desconcertada.

-No puedo dormir-resopló-Es que para ti esto es fácil, pero para mí no…traicionar a los de mi raza si no nos creen-dijo encogiéndose de hombros.

Yo me acerqué y le di un abrazo.

-No te preocupes-le susurré-A veces hay que traicionar a la gente que más quieres, simplemente por no saber la verdad-suspiré.

Él me miró a los ojos y sonrió.

-Lo que acabas de decir no tiene sentido-se rió.

Me contagió la risa así que yo también me empecé a reír. Me separé de él y volví al armario para buscar algo de ropa cómoda para dormir, pero no había nada.

Noté un tacto en mi hombro y me di la vuelta.

-Toma-afirmó dándome la parte de arriba de su pijama.

Tomé la camiseta entre mis manos y la miré detenidamente. Era muy grande, me llegaría un poco por encima de las rodillas así que no necesitaría pantalones.

Le sonreí agradecida. Me iba a quitar la camiseta que llevaba puesta cuando me di cuenta que todavía estaba aquí.

-¿Qué pasa ahora?-pregunté confusa.

-Déjame dormir contigo-suplicó.

Yo asentí cansada y él se tumbó en mi cama alegre de que le hubiera dicho que sí.

-No mires-le ordené.

Él sonrió travieso y se giró mirando la pared.

Aproveché para quitarme la camiseta que llevaba puesta y bajarme los vaqueros, quedándome en ropa interior. De pronto noté como dos manos me rodeaban la cintura y unos labios acariciaban mi cuello con suavidad. Me estremecí, pero no me moví, estaba atontada y conmovida.

-Me tienes, siempre seré tuyo, pero… ¿cuándo serás mía tú?-me susurró al oído haciendo que mi bello se erizara y un sentimiento extraño y diferente se apoderara de mí.

Le miré a los ojos y luego bajé mi mirada a sus labios. Tenía ganas de besarlo.

¡Qué te está pasando! ¡Despierta de una vez! Odias a los chicos, solo va a jugar contigo, no le dejes.

Creo que él es diferente.

Bueno…si a diferente te refieres a que es un vampiro, pues sí, es diferente, pero con las mismas intenciones.