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Reviso de nuevo su atuendo; lucia extremadamente sexy, sabia que si entraba a ese lugar con esa ropa la mayoría de personas no iban a dejar de verlo; pero ¿Qué podía hacer? Su hyung no iba a permitir que saliera de casa con la ropa que frecuentaba, aunque esta no era muy conservadora no dejaba que todas sus curvas resaltaran, solo algunas de ellas y así se sentía bien; pero esta era una ocasión especial, su hyung y amigo de la infancia estaba cumpliendo años y lo menos que podía hacer por él era vestirse de esa manera tan provocadora.

Ya listo bajo las escaleras de su casa, encontrándose con el cumpleañero esperándolo recostado en la pared, estaba igual o más sensual que él.

-Te ves muy bien TaeTae, vas a ver que hoy vas a conquistar a muchos hombres- Jin Le guiño un ojo, tomando su mano llevándolo al auto. Ambos chicos se conocían desde que viven el uno al lado del otro, lo cual sería desde que tienen memoria, nunca quisieron irse de ese pequeño pueblo, allí se encontraban las personas más importantes para ellos, no querían dejar todo eso o separarse, apenas habían logrado graduarse de la universidad, Taehyung se dedicaba a la fotografía, siempre le gusto lo que una imagen podía expresar; en cambio Jin, se especializaba en la gastronomía, esperando algún día poder abrir su propio local.

Los dos chicos se declararon abiertamente gays cuando eran adolescente, esto no siendo bien visto por las personas, llegaron a excluirlos; pero ninguno los culpaban, al menos Jin no lo hacía, ellos viven en un pueblo convencional en donde no es común ver a una pareja del mismo sexo, por lo que comenzaron a frecuentar una taberna especial para personas que tenían gustos diferentes o que solo eran excluidas por las personas, ahí pudieron sentirse bien sin tener que esconder lo que eran y a ese mismo lugar se dirigían. 

Las luces resaltaban por todos los lados, la entrada estaba abarrotado de personas y es que eran muchas las personas que se sentían excluidas del mundo; ellos entraron sin tener que hacer fila ya que iban muy seguido, la pista de baile se encontraba llena, los cuerpos calientes rozándose generando más calor, aunque inicialmente este lugar solo era para beber y jugar, comenzaron a llegar personas con otro interés el cual consistía en friccionar sus cuerpo sensual y descaradamente al ritmo de la música; algo que a Tae especialmente le atrajo del lugar, podía bailar, provocar y acariciar a desconocidos, sin ningún compromiso solo ellos en una noche y luego desaparecía, sin más que decir.

Era extraño que no lo reconocieran después de esa noche, pero él se aseguraba que así fuera, cambiaba su forma de vestir, su peinado, todo de si para que después de haberse ido solo quede el Tae decente e inocente que fue en su inicio de adolescencia; solo su mejor amigo sabía lo que hacía, aunque no estaba del todo de acuerdo lo apoyaba a poder escapar de su conquista de la noche, luego volvían a casa como si no hubiera pasado nada. 

Esta noche era especial, esta vez solo quería disfrutar junto a su amigo, sin conquista, sin hombres a los que tuviera que mentirles y huir para no volverlos a ver; esta noche era de ellos. Decidieron pedir un par de tragos, ambos pidieron una piña colada, Tae no dejaba de ver la pista, quería bailar, mover el cuerpo, estuvo trabajando todo el día quería liberarse un poco de la tensión del trabajo.

-Jinnie, vamos a bailar-Dejo el vaso ya casi terminado en la barra, y comenzó a jalar el brazo de Jin, este no se pudo resistir al puchero que el menor le brindo, termino aceptando.

abriéndose paso, se acercaron a la pista, quedaron casi en la mitad del lugar; se movieron al ritmo de la música, se pegaban el uno al otro incitando a la mayoría de hombres y hasta mujeres que se encontraban en el lugar, pero uno en especial, no dejaba de ver a detalle el movimiento para nada sutil de Tae, su cabello un poco desordenado, le daba un toque rebelde, su piel canela se veía muy suave, sus labios rojos, y el ligero maquillaje lo hacía ver hermoso y si que lo era.

Resaltaba de entre todas las personas, era jodidamente sexy y provocador para él, no podía dejar de verlo, se estaba volviendo un acosador, y sí, se estaba volviendo adicto a sus movimientos, quería tenerlo debajo suyo, en su cama, poder tomarlo como suyo y lo haría de eso no dudaba, pero quería disfrutarlo un poco más, después de todo tenía una muy larga vida por delante, podría pasar la eternidad viéndolo y eso quería.

Él logro verlo en su cometido, le dedico una sonrisa de lado y comenzó a moverse más provocativamente, incitándolo a que se acercara, a cometer un pecado del cual no se podía arrepentir porque le iba a gustar, estaba cayendo en las redes de ese chico y no era capaz de salir de ellas, ya estaba muy enredado; nadie, nunca en sus muchos años de vida pudo hacer eso, ese joven tenía algo en especial, había hecho que el gran Jeon Jungkook cediera ante tales movimientos de cadera, mirada lujuriosa y sonrisa perversa.

Pero él no se quedaba atrás quería hacerle saber al gran bailarín quien mandaba y que le encantaba siempre tener el control, se acerco a este tomándolo de la cintura, comenzando un vaivén de movimientos lentos y sensuales; algunas personas que no estaban entretenidas bailando se quedaban viendo a la pareja, su meneo sincronizados, sus cuerpos unidos encajaban perfectamente, como si estuvieran hechos el uno para el otro.

Ambos estaban en su mundo, cada uno quería tener el control, pero Jungkook gano esta vez, liderando el desplazamiento de sus cuerpos, el calor los invadió, Tae no entendía como ese hombre tan atractivo se fijo en él, porque él conoce a todo el pueblo y nunca lo había visto allí y podía llegar a decir que es el más guapo de todo el lugar. 

La canción se detuvo, sus rostros juntos, Jungkook con sus manos en la cintura de Taehyung, este ultimo con sus manos en su cuello; se quedaron mirando por unos minutos más, Tae preguntándose donde lo había visto antes, ya que había algo en los ojos de ese hombre que le parecía muy familiar, mientras Jungkook detallaba los ojos del chico que lo provoco desde que entro en ese lugar, él solo quería tomar y termino bailando muy pegado a un chico con cabellera gris, un poco más bajo que él, muy atractivo, de contextura delgada y unos ojos profundos color miel, los cuales jura que los había visto antes. Antes de que Jungkook pudiera acordarse donde los vio Jin toma la mano de Tae jalando de esta.

-¿No que ibas a dejar las conquistas por hoy?- Jin se notaba algo enojado, su queridisimo amigo lo dejo en la pista bailando solo, por estar restregándole el trasero al otro tipo.

-Lo siento Jinnie no me di cuenta que paso hasta que esa canción termino- Tae no entendía que paso, solo se dio cuenta de que estaba bailando con su amigo, dirigió su mirada a la barra y allí lo encontró al chico más lindo que ahí se encontraba, luego su cuerpo tomo el control de todo.

-Bueno por lo menos el tipo esta muy guapo- Dijo señalando con la cabeza a Jungkook que se encontraba en la barra bebiendo una cerveza, Tae pudo detallarlo bien, cabello castaño oscuro, alto, de complexión delgada pero con músculos en donde debían estar, traía un pantalón ajustado dejando relucir sus formadas piernas, piel un poco pálida, rostro definido,labios demasiado rojos parecidos a la sangre, le provocaba besarle, pero no sabia de donde salia esa sensación, quería entregarse por completo él, sucumbir entre sus brazos, y hundirse en sus oscuros ojos. 



Blood, Love And Tears⭐KookV ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora