Capítulo 8

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-Vaya, vaya, pero ¿qué tenemos aquí? –dijo un chico de cabello negro, piel blanca y ojos grises mientras nos observaba de pies a cabeza

-Fugitivos, supongo –contestó una chica junto a él, era de piel morena, tenía el cabello negro, muy rizado y sus ojos eran color miel.

-Tú pelirroja ¿cómo te llamas? –preguntó el chico

-Soy Stella Wilson–contesté nerviosa

-¿Y tú niño bonito? –le preguntó a Stephan Miller

-Soy Stephan –contestó también nervioso

-¿De dónde vienen? –preguntó ella

-De Alfa –contestó Stephan. Huimos, nuestros resultados fueron de cinco calaveras e iban a matarnos –continuó

-Así que ustedes son como nosotros –dijo el muchacho

-Demuéstrenlo –continuó aquella chica

El chico sacó unas latas de su mochila y puso en fila frente a nosotros, básicamente querían que usemos todos nuestros poderes en contra de esas latas.

-Bien, adelante, o si tienen telepatía entonces deben decirnos algo a nosotros –dijo él

Entonces empecé, moví una de las latas hacia mí, a la otra la hice encenderse y luego mentalmente le dije a él «no mentimos, ahora díganos quiénes son ustedes».

-Ella no miente, posee telepatía, telequinesis y piromanía –dijo él

Luego Stephan se dispuso a demostrar sus poderes y luego de un rato la chica dijo que tampoco mentía.

-Se han ganado nuestra confianza, es hora de presentarnos –dijo él. Soy Elliot Griffin –se presentó por fin

-Yo soy Lizzie Stone –dijo la chica

-Somos parte de un campamento, creado por Gabe, nuestro líder, ahí están todos los que son como nosotros –dijo Elliot

-¿Acaso el gobierno no sabe de ustedes? ¿Cómo es que se ocultan? –preguntó Stephan

-Obviamente ellos saben de nosotros, pero no saben dónde estamos –contestó Lizzie.

-Entonces ¿vienen con nosotros? –preguntó Elliot

-Claro que si –dijo Stephan

«Claro, seguir a dos extraños en medio de la nada cuando nos encontramos en el fin del mundo es una grandiosa idea Stephan wuhuu» –pensé con sarcasmo, pero era eso o quedarme sola, así que acepté.

Nos llevaron por un camino dentro del bosque, no sabía por qué, pero en realidad sentía que podía confiar en ellos. Nadie dijo ni una palabra todo el camino hasta que llegamos a Windsor, recordé que aquí vivía mi abuela, pero de todo lo que conocía ahora solo había bosques, todo estaba destruido, tal como Stephan lo dijo.

-Es el campamento de Delta –dijo Stephan sacándome de golpe de mis pensamientos

-¡Vaya! –exclamé, creí que lo destruyeron –continué

-Y eso es lo que todos creen –contestó Elliot, es por eso que no nos encuentran

-Pero, ¿acaso ellos no se cercioraron de que haya sido destruido? –pregunté

-Una simple técnica de telepatía que usó Gabe para convencer a todos –respondió Lizzie

Entramos por fin al campamento pero aún había un largo camino por recorrer hasta donde se veían las cabañas. Entonces se rompió el hielo que reinaba entre los cuatro.

-¿Hay alguien que posea clarividencia? –preguntó Stephan. En Alfa no había nadie, en realidad nadie –continuó

-Yo vengo de Beta, ahí había alguien, era como nosotros, pero fue descubierto muy pronto, así que lo mataron –contestó Lizzie

-Entiendo la manera en la que Stephan logró salvarse y salvarme luego de la primera prueba pero, ¿cómo lo hicieron ustedes? –pregunté

-Yo ya había notado que era así mucho antes de que fuéramos encerrados, así que aprendí a controlarlo –dijo Elliot

-Mi madre se casó con su padre y coincidió que éramos iguales así que él me ayudó a controlarme –comentó Lizzie

-¿Y qué pasó con sus padres? –pregunté

-Los mataron, ellos trataron de impedir que nos lleven y solo les dispararon a ambos –contestó Elliot. ¿Y sus padres? –preguntó

-La última vez que los vi fue el día que salí de mi casa para ir a la escuela, tuve un episodio mientras estaba en clases, es lo último que recuerdo antes de despertar en Alfa –contesté. Pero si todo está ya destruido, supongo que los mataron –continué. Había desarrollado una extraña capacidad de que nada me importe, que nada me duela y de alguna forma estaba mejor así, sin sentir nada.

-Mi madre murió cuando yo era pequeño, a mi padre lo mataron porque se resistió a que me internaran, él tenía un cargo muy alto en este sistema y creyó que obtendría un trato diferente para mí, pero no fue así –respondió Stephan

-Son una basura, es por eso que nosotros, omega, los vamos a destruir, cueste lo que cueste –afirmó Elliot.

-Hemos llegado, esta es la oficina de Gabe –dijo Lizzie     

PELIGROSAMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora