Capítulo 10

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Estábamos muy callados en la cabaña, cada uno en su cama, mirando el techo, yo pensando en cómo planeaba Gabe destruir a todos los líderes, vale no conocía a todos, pero no me cabía duda de que todos eran igual que Hank. Entonces decidí romper el hielo.

-¿Crees que deberíamos confiar en ellos? –pregunté

-Pues, básicamente nos salvaron de estar ahí fuera arriesgándonos a que nos encuentren y tienen el mismo objetivo que nosotros, así que creo que son de fiar –contestó Stephan. Y de todas maneras, te necesitan para encontrar a Chelsea, dudo que se atrevan a dar un paso en falso, tú eres más fuerte que todos nosotros Stella y ellos lo saben –continuó

-Yo solo quiero matar a Hank y a Dan, por ser un maldito traicionero –contesté

-Y lo harás Stella, ten por seguro que vas a acabar con esos miserables –dijo con una sonrisa alentadora. Ahora es hora de dormir, dudo que nos despierten tan temprano como en Alfa, pero supongo que tendremos trabajo que hacer –habló mientras se levantaba a apagar las luces.

No pude dormir durante toda la noche, no dejaba de pensar en para empezar como es que cuando me hicieron la prueba no se detectó que tenía las cuatro habilidades y sobre todo, no sé cómo en realidad todos somos tan idiotas que teniendo poderes no matamos a todos los guardias, vale Stephan dijo que si lo hacíamos nos sancionaban, pero, si ya los matábamos, ¿quién nos iba a sancionar? No encontraba más explicación que el hecho de que realmente éramos idiotas o quizá, de alguna manera nos controlaban para que no lo hiciéramos. Finalmente logré conciliar el sueño, pero sentí como si apenas hubiese dormido treinta minutos.

-¡Hey chicos! Despierten –entró Elliot gritando y provocando que me sobresalte.

-Yo ya estaba despierto, aquí la bella durmiente es ella –dijo Stephan señalándome.

-Y vaya que es bella –contestó Elliot mientras me miraba sonriente.

-¿Qué hora es? –pregunté evadiendo por completo su penetrante mirada.

-Medio día –contestó Elliot. Es hora de almorzar. –continuó. Y, ¿Stella? Gabe quiere verte –dijo y finalmente salió de la habitación.

-Soy yo o le gustas a Elliot –habló Stephan con el típico tono molesto de cuando te involucran con alguien.

-Quizá solo quiso ser amable y de todas maneras, no estoy interesada –dije apartando la mirada.

-¿No estás interesada o también te gusta? –siguió molestando con una sonrisa en la cara

-No estoy interesada –repetí una vez más mientras ponía los ojos en blanco. Ahora mi único objetivo es matar a Hank –contesté.

-Pues yo creo que se verían bien juntos –dijo mientras salía de la habitación.

-Es algo de lo que nunca estaremos seguros –respondí saliendo detrás de él.

Nos dirigimos hacia el comedor, básicamente todo estaba ubicado en el mismo lugar que en Alfa solo que sin un montón de guardias gritándonos en la cara que caminemos más rápido y vigilando que no emitamos ningún sonido.

-Stella, Stephan vengan –gritó Lizzie desde el fondo del comedor.

Nos acercamos y nos habían ya servido la comida y guardado dos asientos en medio de ella y Elliot.

-¿Quién se encarga de todo aquí? –pregunté mientras veía la deliciosa comida que estaba frente a mí.

-Todos –contestó Elliot. Todos nos turnamos para limpiar y matar a los animales, sembrar y cosechar y obvio para cocinar –explicó. Claro que a nuestros animales debemos salir a buscarlos nosotros mismos y también hemos tenido que saquear algunas casas y uno que otro camión de los que llevan la comida a los campamentos –continuó.

-Entiendo y ¿nosotros de qué nos encargaremos ahora? –pregunté una vez más.

-Pues ahora solo de planear el atraco a las sedes, Gabe está muy interesado en tu ayuda para encontrar a Chelsea así que no te pondrá ninguna tarea más que esa –contestó.

-¿Y Stephan? –pregunté nuevamente.

-Tu novio saldrá con Lizzie conmigo en busca de comida –contestó.

-Él no, él no es mi novio –dije de inmediato, como si me preocupara aclararle eso a Elliot.

-¡Fantástico! –dijo con una sonrisa que iluminó todo su rostro.

-Vaya, tengo mucha hambre –dije volteando la cara mi plato mientras sentía mis mejillas arder, sabía que me sonrojé y no quería que Elliot lo note.

-Luego de comer debes ir a ver a Gabe, bella durmiente –dijo Elliot luego de emitir una risita tonta

Comí sin apartar la vista de mi plato ni decir nada, terminé y me levanté para ir a buscar a Gabe.

PELIGROSAMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora