Capítulo 12

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Al día siguiente me dispuse a empezar a planear cómo recuperaríamos a Chelsea, no podía permitir que alguien más muera por mí culpa, así que me desperté muy temprano y fui hacia la oficina de Gabe, donde ya se encontraban Elliot, Lizzie y Stephan.

-Bien, es hora de dar ideas –dije cerrando la puerta tras de mí

-Stella, hay que tener paciencia, todos los líderes de campamento están alerta por la reciente huida de Stephan y tú –señaló Gabe

-Pero debemos recuperar a Chelsea lo más pronto posible, ellos podían matarla –dije una vez más

-Lo sé, estoy consciente de eso, pero tampoco podemos arriesgarnos nosotros, solo iremos nosotros cinco, no quiero arriesgar a todo el campamento –contestó Gabe

-¿Y cuándo demonios piensas actuar? –pregunté

-Dentro de unas cuantas semanas –contestó Gabe

-Podríamos al menos pensar qué haremos ¿no? –hablé cada vez más frenética

-Stella, no vamos a hablar de nada antes, porque con lo que estás cargando serías capaz de ir por tu cuenta y no permitiremos eso –dijo Elliot

-¿A qué te refieres con "lo que estoy cargando"? –pregunté esperando que Stephan no haya ido a decir nada sobre Allison

-Del odio que tienes contra Hank –contestó

-¿Y qué haremos mientras tanto? –pregunté

-Solo descansar, relajarse y hacer amigos –contestó Gabe

-Bien, entonces iré a "hacer amigos" –contesté poniendo los ojos en blanco

Al salir solo empecé a recorrer el campamento hasta que llegué a un árbol que se veía muy frondoso, bastante hermoso y me recordó al árbol en el que mi padre me construyó una casa cuando era niña, solía ir ahí todos los días a jugar con mis muñecas, me senté bajo su sombra y entonces me perdí en mis pensamientos, no podía parar de atormentarme con el recuerdo de Allison, ella me había salvado y luego murió por mi culpa hasta que de pronto una voz me sacó de golpe de mis pensamientos.

-¿Ocupada? –preguntó Elliot mientras se acercaba sonriente

-Oh, no, solo pensaba –respondí

-Entonces ¿te dejo sola? –preguntó de nuevo aún con una sonrisa

-No, tranquilo, aprecio tu compañía –respondí devolviéndole la sonrisa

-Bien, así que, ¿en qué pensabas? –dijo

-Nada, tonterías solamente

-Y ¿ahora si me dirás por qué estabas tan desesperada ayer? –habló una vez más, esta vez con una mirada expectante

-No, lo siento, no quiero hablar de eso, espero que lo entiendas –contesté

-Vaya, está bien, lo entiendo, pero quiero que sepas que puedes confiar en mí –dijo con tono comprensivo. Stella, aunque no ha pasado mucho desde que llegaste, me agradas demasiado –agregó

-Pues, no sé qué decir, Elliot yo, es que, no estoy interesa... -me interrumpió en ese momento

-Vale, vale, no te estoy diciendo que estoy enamorado, solo me agradas, me agrada la idea de conocerte más, porque sé que no eres tan ruda como aparentas, lo sé porque lo veo en tus ojos, muestran que eres dulce, graciosa e incluso tímida, muestran que eres una persona de la que cualquiera podría enamorarse, luego de conocer ese lado que tanto te esfuerzas por ocultar –habló provocando que cada parte de mi cuerpo se erizara por completo

-¿Y cuánto tiempo llevas aquí? –pregunté tratando de ignorar lo que me había dicho

-Uff, cambiaste de tema, eso dolió, verdaderamente dolió –dijo con un tono más serio

-Pues, es que en realidad no sé qué decir, me encerraron antes de que llegara a la edad en la que los chicos se fijasen en mí, no sé reaccionar a esas cosas –respondí

-Esa no es una excusa válida, debes saber cómo reaccionar ante las muestras de afecto –dijo con tono sarcástico

-Está bien, Elliot, escucha, eres tierno y me agradas mucho, pero no estoy interesada en nada más que en destruir a Hank –respondí

-Dijiste que te agrado y con eso es suficiente –contestó. Y, bella durmiente, mientras más te esfuerzas por ignorar tus sentimientos, más fuertes se hacen –añadió mientras tocaba mi barbilla con su dedo índice. Bien, ahora te dejaré sola, puedes seguir inmersa en tus pensamientos, bonita –habló una vez más y se puso de pie

-Adiós, Elliot –contesté con frialdad 

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