Capítulo 21

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Salimos de Omega y de inmediato nos dirigimos a Alfa, yo iba conduciendo el auto y solo podía pensar en todas las formas en las que podía matar a Dan y a Hank, realmente los odiaba con todas las fuerzas de mi corazón por matar a las dos primeras personas que llegaron a mi vida luego de todo este desastre. Me di cuenta de que los camiones empezaron a frenar, entonces noté que habíamos llegado, bajamos todos de nuestros transportes y nos acercamos a la puerta, nos estaban esperando.

Empezamos a usar nuestros poderes en contra de muchos de ellos, pues eran simples guardias, hasta que de pronto vi acercarse a Dan y su ejército de idiotas, pero se acercaban a mí, solo a mí, pude derribar a un par, pero bastó que me tomaran de los brazos para que pierda por completo el control sobre mis poderes y comenzaron a arrastrarme hacia alguna celda, supongo, vi como Elliot trataba de ayudarme pero le fue imposible pues cada vez lo rodeaban más al igual que a Gabe y a Lizzie. Finalmente llegamos a una celda, la misma en la que ya había estado encerrada y pensé en Stephan, en Allison, en cómo había comenzado todo y las lágrimas empezaron a salir de mis ojos, ahí estaba Hank, esperando por mí.

-Déjenla ahí –dijo. Quiero hablar un poco con nuestra querida Stella –añadió

-Eres un maldito –dije y le escupí en el rostro. Luego intenté usar mis poderes, pero él lo notó y me roció con algo, lo cual de nuevo hizo que pierda el control sobre mis poderes.

-Niña ingenua, ¿ves esto? –habló restregándome aquel frasco en la cara. Es un neutralizador de poderes, es lo que usamos en ustedes, fenómenos, todo el tiempo, es por eso que no pueden usar sus poderes aquí dentro. ¿Recuerdas aquella noche? ¿Cuando tú y tus amigos no pudieron usar sus poderes? –añadió. Resulta que en los guantes que llevaban mis hombres ¿los recuerdas verdad? Pues ahí también había una cierta cantidad de neutralizador, bastaba con que toque tu piel para que pierdas el control por completo –explicó

-Créeme, no necesito mis poderes para matarte –respondí

-Eso ya lo veremos, si yo no te mato antes y considerando que tus amiguitos ya no están para ayudarte, dudo que tú, una niña tonta, logre hacer algo contra mí, ¿cuántos más deben morir por tu culpa? Supe que Dan mató a Miller, yo maté a McGregor, quién más Stella? No puedes salvar a nadie, ya deberías saber eso, mejor acepta tu muerte con dignidad y deja de provocar que otros mueran por defenderte –habló, sabía mi debilidad y la estaba usando perfectamente

-Eres un... –me detuve luego de que me diera una bofetada

-Serás ejecutada en una semana –dijo y finalmente salió de la celda

Lo escuché hablar a los guardias, les decía que dejen ir a los chicos, pero yo sabía que él algo planeaba, de lo contrario no los habría dejado ir tan fácilmente.

Y entonces ahí me quedé, sin saber qué hacer, odiándome por haber perdido a Stephan y ahora más por haber fracasado en el rescate de Chelsea. Pasé llorando por horas, supuse que ya había amanecido, desde ese lugar era imposible ver el estado del cielo, me di cuenta de que desde la ventilación cada tanto rociaban ese maldito neutralizador, así que tampoco podría usar mis poderes para salir.

Estaba ahí sentada, pensando cuando de repente un golpecito me sacó de mis pensamientos, venía desde la celda de junto.

-¿Hola? –dije

-Hola, escuché que te trajeron ayer, espero que no te hayan maltratado mucho –dijo la voz de una chica

-Ah, eh, pues no, estoy bien, gracias –dije. ¿Quién eres? –pregunté

-Me llamo Chelsea –contestó aquella chica

-¿Chelsea? ¿Chelsea Montgomery? –pregunté

-Sí, soy yo ¿cómo lo sabes? –preguntó confundida

-Soy amiga de Gabe, me llamo Stella, se supone que veníamos a rescatarte –dije

-Oh, entonces te encerraron por mi culpa –respondió con un tono triste

-No, no, para nada, tú no tienes la culpa de nada, yo debía venir a ayudarte y más aún luego de ver todo lo que te hacían –contesté

-¿Ver? ¿Acaso tú podías verme? ¿Posees clarividencia? –preguntó

-Así es, es por eso que logramos llegar hasta aquí, porque sabía dónde buscarte –respondí

-Pero, ahora ambas estamos encerradas –alegó Chelsea

-Tienes razón, pero estoy segura de que Gabe no se quedará de brazos cruzados, él vendrá a sacarnos de aquí y yo mataré a Hank y a Dan, por haber matado a nuestros amigos –dije

-Te refieres a...

-A Allison –la interrumpí. Y a Stephan –añadí. Él era mi mejor amigo y Dan lo mató –expliqué

-Yo te ayudaré a matarlos –sugirió Chelsea

-No, eso es demasiado arriesgado y no quiero que alguien más muera por mi culpa –respondí

-Pero quiero matarlo –insistió

-Chelsea, no, le prometí a Gabe que te llevaríamos sana y salva a Omega y es lo que haré –respondí con firmeza

-Está bien, entiendo –contestó desanimada y nuestra plática concluyó.

PELIGROSAMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora