Waiting you.「❆」ᴠʜᴏᴘᴇ

de sonrisas brillantes y esperanzas almacenadas.

Se que estás mal, no quieres hablar, no sales y no sonríes.

— ¿Hoseok?

Toqué suavemente la puerta, esperando no estuviese dormido, como siempre que venía.

Afortunadamente un pequeño sonido me hizo saber que no era así.

— ¿Puedo- puedo pasar?

— Pasa.

Asomé la cabeza por la puerta, sólo dejando entrar mi cabeza hasta mis ojos. Miré rápidamente por toda la habitación, buscando a mi hermoso chico.

Este estaba acostado de espaldas a la puerta, con un montón de sábanas sobre él, como si hubiera estado tomando una cómoda siesta.

Rápidamente se dio la vuelta entre todas la sábanas y sólo pude ver sus ojitos y nariz descubierta, a parte de sus dedos aferrados a la manta.

Por como sus ojos se entrecerraron supe que sonrió, aunque sin muchos ánimos.

— ¿Qué esperas?

Ante eso, deje entrar todo mi cuerpo y corrí por la habitación hasta entrar en la abertura de sábanas que él me había hecho luego de hablar.

Cuando mi cuerpo tocó la cama, suspiré y sonreí cuando soltó las sábanas y estas cayeron sobre mi.

Me acerqué a él y me atreví a pasar mis brazos por su cintura.

Él estaba relajado ante mi toque, pero sabía que su cabeza no estaba tan tranquila.

Bajo las sábanas, alcé la cabeza y lo miré, él me devolvió la mirada y la sonrisa que me dio fue tan triste que preferí que no la hubiera dado.

— ¿Cómo estás? — murmuré acariciando su columna.

— Mejor. Estás aquí.

En contra de mi juicio, mi corazón bombeó emocionado. Aún a pesar de que mi cabeza sabía que eso no significaba lo que mi tonto corazón pensaba.

— Jungkook no es... no era lo mejor para ti.

— Todos dicen eso, pero él realmente es el mejor novio que he tenido jamás. Probablemente el mejor que tendré toda mi vida.

Ante eso, mi corazón volvió a decepcionarse solo, esta vez apretando mi pecho dolorosamente.

— Me parece gracioso que creas eso después de-

— Taehyung, ya hablamos. — aún cuando quiso aparentar molestia, acercó su mano a mi mejilla y la acarició.

— Bien. Pero él ya no te merece, ¿si?

Rodó lo ojos, pero aún así me dio la sonrisa más cercana a la felicidad que había visto en él por un largo tiempo.

— Si. No me supo valorar, soy mucho mejor, no debo perder mi tiempo y bla bla bla. — burlonamente recitó mis palabras anteriores con una sonrisa divertida.

— Exacto, bebé. — besé su nariz mientras le sonreía de vuelta.

Permaneció un rato en silencio, sólo acariciando mi cabeza, cuando bajó hasta mi altura, supe lo que me diría. Siempre lo decía.

— Eres la mejor persona que he conocido.

— Y tu eres la mía. — le respondí lo que siempre decía. — ¿Quieres salir? ¿Qué dices? El tiempo pasa, la vida es corta Hobi.

•°•

Él era mas que eso, siempre lo supe, de hecho, la primera vez que hablamos ya lo sabía y estoy seguro de que me hubiera confesado como un niño enamorado si él no hubiera estado enamorado de mi hermano desde siempre.