Cuando el sol dejó de brillar- Borusara

Qué significa

-Creo que te reta a un duelo... pelean y uno de los dos muere. Lo de la aldea puede que sea para confundir o darle más emoción. Si no aceptas pelear él mata a las personas en konoha.

- O si cuando el viene me defiendo la gente muere, al menos que lo mate antes.....

-Parece que está trabajando sólo, o tal vez es solo un señuelo... ¿Este tipo no podía ser más claro?¿Cómo se supone que le respondas?

-Solo me queda esperar a que él venga o tal vez Midori pueda descifrar esto. Tendríamos que ir al laboratorio en la antigua casa para analizar el papel.- meditó Boruto.

- Pues no queda más que esperar a Midori, nosotros no podemos no respirar sin que nos vigilen. Más tarde va a traer a Tomoyo. Toma. - ,Yukiho le arrojó una bolsa ziplock para que guarde la nota.

Tres horas más tarde cuando Midori llegó junto a Tomoyo, ellos le entregaron las carta junto al encargo de investigar. Justo ese día ella iba a visitar a su madre, así que podría ir a su laboratorio sin levantar sospechas. Una hora después se retiró, pero dejó a la niña en casa. De ese modo podría retornar sin poner a nadie sobre aviso.
Una vez en lo que alguna vez fue sa u hogar, aviso a su madre sobre lo que se proponía e inició con una serie de exámenes, con la esperanza de recuperar una huella, ADN, partículas o cualquier cosa que los guiase a su enemigo o enemigos. Aunque ella coincidía con Yukiho, era probable que solo quedara uno.

Lamentablemente, tal como sospechaba, X fue muy cuidadoso en no dejar rastros. Solo había partículas de una variedad de arbusto bastante común en la aldea y que podía encontrarse en unos 20 lugares diferentes. Quizá lo más prometedor eran restos de tierra que no logró identificar, pero que lo lograría. Con ayuda de su madre, claro está, porque ella debía regresar a la casa Nara.

A paso lento regresó con su madre, quien la esperaba con sus vitaminas para la maternidad, antigua reseta usada por generaciones.

-¿Algo?- dijo escueta Mio.

-No, bueno...Una partícula que no puedo identificar....-

-Midori, yo me encargo. Tú ve a descansar y cuida de ese bebé.

-Gracias, avísame en cuanto tengas algo.- le dio un beso a su madre y se fue.

Varias horas después, encontró a Tomoyo jugando con Yukiho en el suelo, la niña le enseñaba sus uñas recientemente pintadas, por lo que veía. Tal vez sería correcto dejar de decirle niña, hace poco cumplió 11 y se está convirtiendo en una puber- pensó Midori. Sería interesante ver como Yukiho -tutor de la chica- con sólo 9 años más se iba a hacer cargo de ella.

-Ya vine- dijo para llamar su atención.

-¿Ya nos tenemos que ir?- fue la respuesta compungida de la niña.

-En un rato más, ve arriba, tengo que hablar con esos dos.

Tomoyo hizo caso y salió corriendo la segundo piso. Al poco rato bajó Boruto y pudo informarles de sus hallazgos casi nulos. Acordaron encontrar la forma de recorrer esos lugares con la esperanza de encontrar algo. Pero para eso iban a necesitar la ayuda de alguien más, Mitsuki era la mejor alternativa. También, sugirieron a Sarada, mas Boruto se negó. No deseaba involucrarla en esto u obligarla a elegir, pues sentía temor de perder frente a la aldea y sus sueño de ser Hokage.

-Como quieras, pero ella se va a enojar- le señaló Midori- Bueno es hora de irme. Los mantendré informados.

Esa noche Boruto no lograba conciliar el sueño, desde hacía tres horas daba vueltas en la cama. El sentimiento de inquietud se apretó alrededor de corazón. Cómo estaría ella. Le aseguraron que sana y salva, además de libre de polvo y paja, a diferencia de él que está vigilado.

Un ruido en su ventana lo sacó de sus cavilaciones, tomó el arma que tenía junto a su mesa y esperó. Tal vez X vino por la respuesta, fue su primer pensamiento. De pronto una mujer entró en su campo de visión, activo el byakugan, en el único ojo que lo despertó, y la estudio.

-Sarada- dijo con firmeza. Ya lo sabía, pero era mejor comprobar. No deseaba que una mujer con la apariencia de la Uchiha lo apuñalase o algo así.

-Byakugan....

-Sólo uno. ¿Estás bien? ¿Algo malo a pasado?

-Todo bien. Tengo ganas de matarte por irte sin avisar, pero.... llamaría la atención de los guardias.

Sin aviso, Boruto se lanzó sobre ella. Besando sus labios sin darle tregua. - Te extrañé- le dijo entre besos.

Ella siguió el ritmo, quería preguntar mucho, pero anhelaba su cercanía mucho más.- Yo a ti, me hubieses llevado contigo desde el inició.

-No quiero que nada malo te pase. No podría vivir si por mi culpa...- la chica lo cortó con otro beso.

-Puedo cuidarme sola. Así que has lo que tengas que hacer sin preocuparte.

Tomó eso como una señal de que Sarada era consciente de que vendría mucho más y se relajó por un momento. -No me ocultes más cosas- concluyó la Uchiha y él eligió no responder. No deseaba mentirle y no sabía si podría hablar libremente. Estaba más que dispuesto a morir antes que verla morir y si el silencio la protegía, Boruto no iba a decir nada.

De forma desesperada le quitó la ropa, luchando por sentir el calor de su piel pálida. Acarició, lamio y chupó cuanto pudo. Hasta asegurarse de prepararla bien para recibir a su cuerpo en ella, entonces bajó la velocidad y se dispuso a disfrutar centímetro a centímetro el calor que el cuerpo de Sarada le ofrecía. Luego el movimiento constante, el golpeteo de caderas y el ímpetu de su compañera que trataba de acelerar el ritmo.

Siempre tan llena de vida. Tan apasionada. Perfecta.

A medida que se acercaba el final, aceleró el ritmo. Enterró la cara en el cuello de Sarada y se aferró a ella como si la vida dependiese de ello. Cuando la sintió llegar, terminó y dejó que parte de su peso quedara sobre ella. Se quedaron, ahí, abrazados hasta el amanecer.

-¿No debes irte, pequeña?- le susurró él mientras deposita besos por su cuello.

-No, ya deben saber que estoy aquí y no me importa.

Eso calentó el corazón de Boruto, que la acomodó bien a su lado, protegiéndola con sus brazos.