El demonio que vive dentro de mi.

CAPÍTULO 36

...Alexia empezó a comportarse mal con su familia, Sonia la mandaba a hacer las tareas de casa mas ella no quería, entraban en una clase de disputa que a veces incluso llegaba a pegar a Sonia.

-Alexia por favor ven a fregar- dice Sonia enojada de tanto hablar.

-Yo no voy a hacer nada, hazlo tú que para eso estas, sinó no haberte casado-grito Alexia de mala manera cerrando de un portazo la puerta en la cara de Sonia.

En eso, Sonia se fue y frego llorando, sin comprender porqué Alexia se comportaba de esa manera.
Cuando llegó Alex, ella le explicó lo que había sucedido y que tenían que hacer algo porque ella estaba cada día peor, su padre le llamo la atención y esta sin ningún problema lo dejó hablado solo, dándole la espalda respondiéndole entre dientes:

-Alex yo no quería decierte nada pero creo que tendremos que hacer algo con Alexia, ella está muy desobediente y muy extraña, no comprendo que le pasa, si yo he hecho de todo para complacerla y hacerla sentir bien, ¿porqué ella me trata asi?-le comentó Sonia con sollozos sujetándose el pecho del dolor por lo sucedido.

-Tranquila cariño, todo va a ir bien si Dios quiere, siento mucho que tu estes pasando por esta situación, ya hablaré yo con ella porque no le seguiré permitiendo ese comportamiento- le respondió Alex abrazandola fuertemente dándole un cálido beso en la frente para calmarla.

Él, después de eso se marchó en silencio, entró en la recámara y cerró la puerta, se puso a meditar cómo podía hablarle a su niña mimada, en eso se rescostó y lloró preguntándose que hizo mal, todavía no podía creerlo, la hija que el tanto le pedía a Dios, ahora lo estaba haciendo sufrir tanto.
Mientras, en la otra recámara Alexia hablaba con alguien que la felicitaba por su actitud, aún ella sabiendo que lo que estaba haciendo destrozaba a su adorado padre.

Los años continuaban avanzando, nuevos cambios venían pero todo en el interior de Alexia no mejoraba, había corrompido su interior, se había transformado, era fría. Empeoró todo en su entorno,
quien la trataba bien se ganaba su confianza, quien hablaba de ella por detrás, ella tenía ese ser que se lo comunicaba, lo peor de todo era que ella le creía, la tenía tan manipulada que podia pedirle algo y ella sin pretextos lo hacía pero todo era porque la obligaba, no tenía otra opción.

Su rebeldía con sus padres empeoró todo, ella no era la misma niña de antes algunos decían: -Eso es que esta creciendo-.
Pero su abuelo sabía perfectamente que ahí algo se cocía como dice el refrán.

(N/A): Mis amores disculpadme por no haber subido en todo este tiempo pero esque el trabajo no me ha permitido avanzar, sin embargo intentaré actualizar más a menudo.
Una vez más me disculpo mis amores.