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Y sobre aquel campo te levantaste iluminando la noche,

y en el proceso, mi alma también.


Heesul era una chica un poco problemática o así la llamaba su familia. Lo cierto es que de problemática no tenía nada, sólo un carácter que no se podía domar fácilmente y la convicción de luchar hasta el final por lo que creía. Era justamente su fuerte carácter lo que a muchos le disgustaba.

Sólo pocos sabían apreciar realmente la personalidad de la chica y entre esas personas estaba Min Yoongi.

Sólo que Min Yoongi nunca se le había acercado a pesar de guardar un gran secreto.

Heesul sabía de la existencia del chico misterioso de cabello negro que siempre tenía la mirada perdida entre los árboles y que de vez en cuando se quedaba dormido en clases con el rostro reposando sobre su mano, sin embargo, tampoco se había atrevido a hablarle nunca a pesar de que para ella aquel chico era sencillamente etéreo.

Intangible, irreal y, a la vez, sublime.

Cuando cruzaban miradas cosa que ocurría escasamente, a Heesul le pasaba que se perdía en aquellos ojos negros como si acabaran de arrastrarla directo hacia un agujero negro.

Yoongi era todo un universo secreto que Heesul no se atrevía a conocer debido a su distante personalidad y además porque su carácter no le permitía rogar la atención de un chico.

— ¡Heesul! —Llamó su amiga Sohee cuando la vio salir a toda prisa del salón de clases.

— ¿Qué pasa? —Preguntó haciendo una burbuja con el chicle que llevaba a la boca.

— ¿Irás hoy?

— Creo que ya sabes la respuesta a eso, Sohee.

Todos los viernes, su curso y el del año siguiente acostumbraban a ir al río Han a pasar un rato por la noche. Allí bebían algo de cerveza, ponían música, comían algo improvisado y pasaban el rato hablando hasta la madrugada.

A Heesul esas cosas no le interesaban en lo absoluto y por eso siempre se abstenía de asistir a tal evento que ella denominaba una pérdida de tiempo, y en lugar de invertir la noche con un montón de vagabundos prefería quedarse en casa a leer novelas o escuchar música.

— Pero vamos Heesul, nunca has ido a una. Por favor —Pidió Sohee uniendo sus manos —Por favor, por favor. Hoy me le confesaré a Jungkook —Dijo algo sonrojada su amiga —Y si me rechaza te necesito allí.

Heesul se mordió el labio inferior y rodó los ojos cansada de tanta insistencia, decidió aceptar la invitación de su amiga aunque le diera dolor el estómago imaginarse alrededor de una fogata improvisada con el montón de vagos de su salón.

— Me quedaré sólo hasta que te le confieses a Jungkook, luego me voy —Dijo cruzándose de brazos —Por esto me vas a deber la vida.

— ¡Gracias, gracias! —Chillaba su amiga emocionada quien no paraba de dar brincos a su alrededor.

— Ajá —Soltó con fastidio para luego quedarse petrificada cuando notó que la mirada dura de Yoongi la azotó desde la entrada de su salón.

Yoongi iba en el curso superior a Heesul y al igual que ella nunca había asistido a una de esas reuniones en el río de Han. Sohee había ido a cada una de ellas y le había contado a su amiga que nunca lo había visto.

— Entonces nos vemos esta noche, Heesul —Se despidió Sohee corriendo en dirección contraria y casi chocando contra Yoongi.

Heesul se puso tan nerviosa que se mordió la lengua mientras mascaba el chicle cosa que la hizo soltar un leve grito que Yoongi escuchó.

ethereal → min yoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora