Entre Ángeles Y Demonios

5:Averno 4

~PAYBACK~
Narra Alex
Lo único que quería hacer en ese instante era acabar con ese maldito hijo de perra, lo quería destrozar a golpes hasta que no quedara nada de él. ¿En qué demonios estoy pensado! ¡Lo único que quiero es salir de aquí! Y-yo no soy así, es como si algo me estuviese corrompiendo por dentro, como si mi humanidad se estuviera disipando poco a poco.
Estuve tan perdido en mis pensamientos que no me percaté que Belial había tomado su espada y me la había clavado en el pecho
—  ¿ahora a quién le comieron la legua las ratas? —Dice mientras clava más su espada— ¡Philothano! ¡Maldita imbécil! ¿Por qué apareces recien! —Grita un furioso Belial mientras de las sombras emerge una joven más baja que Belial, con su tez pálida y al igual que Belial tenia un parche y su ojo era de color amarillo, y cabello cobrizo al punto de parecer anaranjado largo, tenía puesta una armadura parecida a la de un samurái, la armadura era de color negro con detalles en rojo y no usaba un casco— disculpeme Capitán, estaba resolviendo unos asustos de los divergentes —hace una reverencia— como sea, llevate a esa chica, hoy será mi juguete —sonríe Belial al ver como Philothano se lleva a la indefensa Shiro en brazos— d-detente —dije mientras intentaba sacarme del pecho la espada de Belial— eso no servirá —bufa Belial.
En ese momento, la Dinasty Ancint se recubrió de una aura que variaba de  color morado a negro, aquella espada controló mi cuerpo, haciendo que empujara por medio de una patada estilo canguro a Belial y deshaciéndome de la espada clavada en mi pecho, blandí la espada e hice un corte oblicuo en la armadura de Belial, provocando un daño serio que incluso llegó a cortar superficialmente la piel de aquel demonio.
— Ni se te ocurra dar un paso Philothano —dije apuntándole con la pistola que me regaló aquel chico— ahora deja a Shiro en el piso y vete con las manos en alto.
Ella la puso cuidadosamente en el piso y se levantó con las manos en alto, lo que no me di cuenta es que ella genera dos espadas de magia las cuales se dirigen hacia mi, yo respondo el ataque con dos disparos certeros que disipan aquellas espadas.
Belial había vuelto a atacarme con su espada, pero rechace el ataque instintivamente, nuestras espadas chocaban a un ritmo demencial y a una fuerza bestial, y todo lo que hacía era por acción automática de la espada, sino ya el me hubiera desmembrado de un solo tajo y me hubiera derrotado e inmovilizado. El filo de las espadas chocaban con tanta fuerza a tal punto que se creaban vendavales de viento y que a nuestro alrededor se desmorone poco a poco
— Nada mal para un chico de tu edad —me elogiaba Belial con una sonrisa en el rostro, yo no le respondí para no desconsentrarme de la batalla.
Intentaba buscar un punto débil en su  defensa para atacar ahí, pero se me hacía difícil puesto que la batalla tenía un paso muy acelerado —para mi— y no me dejaba ver ninguna apertura, además que mi experiencia en batalla era nula porque nunca había peleado con alguien, peor con espadas, así que solo tendría que esperar un milagro que me ayude a ganar esto o quizás... ¡Debía hacer que el milagro sucediera! Porque mientras espero, podría estar atrapado aquí por siempre, ¡así que debo de juntar toda mi fuerza de voluntad y física en derrotarlo!
Belial estaba muy relajado a pesar de la batalla que libraba
— ¿Eso es todo lo que tienes?  —Dice mientras da un pequeño bostezo—  ¡Cállate! —Grite desesperado, y el aprovechó ese pequeño y mísero descuido para darme un tajo vertical, el cual en el justo momento logré esquivarlo pero aún así logró hacerme un corte superficial en la piel, el se reía de mi cara de sorpresa y de desesperación— ¡oye Philo! ¿Me puedes hacer un relevo aquí, porque ya me estoy aburriendo?  —sonríe el demonio mientras se estira como si quisiera sacarse la pereza del cuerpo— ¿vas a pelear en serio o seguimos con este juego? —Clavando su espada en el suelo y saca el espadón que esta enfundada en su espalda— bueno, tomaré ese silencio como si fueses a pelear en serio —dice el demonio mientras toma la espada con las dos manos.
De ahí partió la pelea, el realiza una zancada a una gran velocidad y fuerza que llega a destruir parte del terreno donde él se encontraba de pie, yo estaba abrumado porque no por tal ataque, tambien no sabría dónde atacará o cuál va a ser su siguiente  movimiento, estaba demasiado preocupado y con un miedo irracional en mi mente ¿Es este el poder del príncipe de los demonios? O ¿seguirá jugando conmigo?
Él volvió a atacar y yo volví a repeler el ataque pero en el momento justo, sino me hubiera partido a la mitad el golpe, el continúa con ataque frenéticos y fuertes, que desatan ráfagas de viento y provoca que el suelo se agriete por tal bestial fuerza.
— Fue tu error haber desafiado a "La Bestia" —bocifera aquel demonio orgulloso.
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¡Halo? Disculpen la demora, estuve en exámenes de mitad de año en mi colegio, un par de caídas emocionales pero nada más, espero que les haya gustado el capítulo ya saben que pueden darle una ★ si creen que se lo merece, compartan, comenten y siganme en la cuenta, con todo esto me despido. ~Goodbye
-E. A.-