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[ 💛 Alexander ]

Cuando llegué al parque central encontré a Lydia sentada en una de las bancas, no muy lejos de donde los niños jugaban.

Recuerdos llegaron a mi mente.

Como se lo mencioné a Magnus, Lydia siempre quiso más de lo que estaba dispuesto a dar. Ella quería formar una familia, tener al esposo que llega temprano a casa para jugar con los niños, quién se acordará de las fechas importantes, le llevará flores cada viernes completamente enamorado, algo que por supuesto yo no haría.

Y no porque no quisiera ser esa clase de persona, porque ansío tener una familia, quiero ser ese esposo y padre algún día, sin embargo; no con ella.

Lydia no es mala persona, es bonita y proviene de una buena familia, solo que... deseo que la persona con la que vaya a hacer todo eso, sea alguien a quien yo amé. No por beneficio.

En el momento que me vio, me brindo una sonrisa.

–Hola, Lydia –salude cuando llegue junto a ella. –Estoy aquí.

Se acercó a saludarme, pero no de la manera que esperaba, ya que atacó mis labios en un brusco beso.

Un poco sorprendido, la aleje rápidamente. –Lydia, si para eso me llamaste, creo que es mejor que me vaya.

–Lo siento, necesitaba hacerlo. Mañana me voy a Milán, ya sabes por el modelaje...

–Me alegro, felicidades. Nos vemos –dije dándome la vuelta

–Espera –me jalo del brazo. –¿No me vas a abrazar? ¡Estoy cumpliendo un sueño!

La abrace suavemente, pero cuando trate de separarme ella se aferró a mi cuello y nuevamente junto sus labios a los míos en un beso apasionado, esta vez no la aleje, sólo le seguí el beso. La acerqué más a mi, haciendo el gesto más intenso, pero de la nada la imagen de Magnus apareció en mi cabeza, haciendo que soltara a Lydia de golpe.

–No. Esto no está bien.

–¿Qué quieres decir con eso?

–Que es un error. Besas bien... –. No me dejó terminar porque nuevamente se acercó y trato de besarme, pero fui más rápido y me aleje. –¡No! ¡Maldición! Tengo esposo. Estoy casado.

–Dijiste que beso bien.

–Si, pero no me dejaste terminar... Besas bien, pero esto esta mal, tengo esposo.

–¿Es solo eso? Tranquilo, él no se va a enterar.

–No, Lydia. ¿Acaso no entiendes?

–Nunca me habían rechazado..

–Para todo hay primera vez. Escucha; estoy contento por ti, sé lo importante que es Milan en el mundo del modelaje, te deseo lo mejor en esa nueva aventura. Lo mereces. Sin embargo; no es manera de despedirse, estoy con alguien en este momento, Magnus se merece mi respeto, así que te pido que no vuelvas a hacerlo. 

–Entiendo. Lo siento mucho. Debes saber que enterarme de que te casaste me dejó mal... Yo siempre quise tener eso contigo y simplemente actúe mal. Perdóname. Sé que no eres esa clase de persona y que Magnus merece respeto. No quiero que te molestes.

–Lamento no haberte dado lo que querías, fuiste alguien importante para mí, pero simplemente no funcionamos, espero que encuentres a alguien que te dé todo lo que deseas. No estoy molesto, debí alejarme en el momento que te acercaste demasiado, también es mi culpa.

–Eres un gran hombre, gracias por todo. Lamento el mal momento, no debí hacerlo.

–Ya déjalo. Ten una linda vida, Lydia. No beses a más hombres casados.

Camine lejos de ella directo a casa.

En el camino la culpa inundó mi cuerpo, le había fallado a Magnus, a lo que quedamos, no había pasado a mayores, pero aún así le fallé.

Me atreví a fallar el trato. Lo primero que pidió y lo primero que no cumplí.. pero tampoco había sido mi culpa.. bueno ¿a quién engañó? Fue todo mi culpa, sabía que algo malo iba a pasar pero no le preste atención, se trataba de Lydia y a pesar de todo, según yo, ella nunca fue así. ¿Ahora que haré, le diré a Magnus o no? Definitivamente eso lo tenía que pensar unas cuantas veces.

[...]

alguien como tú ¡! malec [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora