Poniendo un sociopata en mi vida.

Capítulo 13: La Liga De Los Pelirrojos.

Hoy mi rutina mañanera fue diferente al resto de mis días ya que al llegar a la librería de mi amigo J.J. me la encontré cerrada por cierre definitivo. Le envié incluso mensajes y llamadas, pero ni rastro de él.

-¿Le interesa la tienda?

-¡Oh! No, es que soy amiga del dueño ¿Sabe algo de James Jones?

-Por lo que sé, dijo que tenía que hacer asuntos en otro lado.

-Entiendo, si le vuelve a ver dígale que si necesita algo llame a 3·4·20.

-Muy bien, se lo diré.

-Gracias, que tenga un buen día.

-Igualmente señorita.

Desanimada volví al piso y me fui directa a mi habitación para ducharme sin saber que mientras lo hacía había venido un cliente. Tras asearme fui al salón encontrándome con Sherlock que esperaba ya con el caso.

-Perdón, no sabía que estabas con uno de tus trabajos, mejor me voy a mirar…

-¡Espera! Te necesito, vuelve.

-Pero, no estás en uno…

-Sí pero aunque este no sea un trabajo de los nuestros te necesito y más de lo que piensas- tiro de mí y me hizo entrar –ella es 3·4·20 mi compañera y pareja, ella comparte todo conmigo.

-¡Guau! Mucho gusto.

-Por ahora no le podemos decir si este caso es un caso instantáneo o lo contrario, pero he de decirte que tengo poco conocimiento de nuestro cliente Jabez Wilson, solo sabría lo que su ropa me dicen.

-Bueno para eso tú sabes mis métodos.

-Y yo los míos- puso su sonrisa de siempre –él ha estado trabajando en algo manual en el pasado, que toma rapel, ha ido a china y en estos últimos día ha estado trabajando en algo de escritura sin parar.

-Lo que ha dicho es todo cierto, me ha dejado impresionado pero ¿Cómo…?

-Su poder de observación.

-Pero es todo cierto, en mi juventud mi primer trabajo fue de carpintero.

-Sus mano me contó eso, Cat si te fijas una de las manos del señor Wilson veras que una está más musculada que la otra, la derecha precisamente.

-¿Y cómo sabe que he estado escribiendo?

-Fácil, las mangas de su cacheta están algo desgastadas por el incensar rose de la mesa en donde tiene el teclado.

-Y por lo que yo veo la manga izquierda, es un ordenador de torre, ya que seguro que cuando se agacha a encenderlo tropieza con algo que le ha rasgado la chaqueta, pero lo que me intriga ¿Por qué sabes estuvo en china?

-Querida pensé que como tienes tatuajes te hubieras dado cuenta, el señor Wilson lleva un pez tatuado en su muñeca- suspiro –tras ver uno de los tatuajes de Cat me dio por estudiar un poco sobre eso y he sabido que aunque ya es algo muy global solo en pocos sitios utilizan ese tono de rosa, pero al ver la moneda que lleva junto a la cadena de sus llaves descarte los otros sitios y pensé en china.

-Vaya, ahora que me lo ha explicado todo parece muy sencillo. El señor Wilson empezó a reírse, pero Sherlock no le veía la gracia.

-Cat esto de ser sincero me está haciendo que empiece a notar que soy patético.

-No digas eso.

-"Omne ignotum pro magnifico." Después de decirme eso en latín se levantó y se puso a buscar sus cigarros.