Capítulo 14: El Problema Final.

145 5 2
                                    

No sabría cómo empezar esta vez con este post, si hacerlo pidiendo perdón por tardar o por deciros que la mayoría ya sabrá parte de lo ocurrido, pero según mi psiquiatra esta es la única manera de poder pasar en parte página y superar lo ocurrido.

Todo comenzó con mi regreso de unos meses de vacaciones en Tenerife con mi familia y mis amistades. No tenía cuerpo para mucho, lo único que tenía en mente era como estaba mi querido Sherlock. En toda mi vacación cuando me veía que podía hablar con él lo intentaba, pero él nunca se conectó, lo que hizo que estuviera preocupada por él. La única noticia que logre tener de él fue que fue contratado por el gobierno francés para hacer un trabajo importante.

-Buenas, señora Hudson.

-Bienvenida querida ¿Qué tal las vacaciones?

-Bien, pero aun así no pude dejar de pensar en Sherlock ¿Volvió casa?

-Por supuesto, vino hace poco, me saludo y después me pregunto por la comida, hacia como si el tiempo que lleváis fuera no había pasado, espero que en estos cuatro meses fuera os he echado mucho de menos y seguro que ustedes os habéis también echado de menos, aunque antes de iros os pelearais. Recordar la pelea que tuvimos por antes de irnos hizo que en ese momento me sintiera fatal ya que la discusión fue por irnos por separados. Él no quería que fuera con él, pero yo sí y tras decirme que ya no quería nada conmigo me marché.

-Pero por lo que veo se volvió a ir. Dije evitando hablar de lo ocurrido.

-Sí, este hombre, nada más comer se marchó, detrás de la visita que tuvo.

-¿Un cliente?

-No sabría qué decir, era un hombre de más o menos vuestra edad, discutían sobre una mujer.

-¿Cómo era?

-Era un poco guapete, pero tenía un aura que no me gustaba, era como la que tendría un diablo.

-¿En serio?

-Querida no prefieres descansar, tengo unos batidos de soja listos para ti.

-Gracias.

En ese momento no lo sabía, pero en ese día Sherlock había sido víctima de tres atentados a su vida, aunque en el fondo sentía que él estaba en problemas y quería ayudarle. Allí en nuestro piso me senté junto a la ventana a contemplar lo tranquila que estaba la callé mientras esperaba que regresara.

Me encontraba absorta en mis pensamientos cuando el ruido de alguien golpeando una ventana me despertó de mi mundo. Extrañada fui a investigar, pero no sin antes coger un atizador de la chimenea para defenderme por si las mosca. La ventana era la de la habitación de Sherlock a la que lentamente me acerque viendo que es él quien está llamando a esa ventana. Rápida solté el atizador y le abrí, dejándole entrar. Él está en un estado muy alterado que ni siquiera pronuncio palabra, hasta que paso un pequeño rato.

-“No salgas de mi habitación.” Me impidió salir a la vez que me susurro al oído. Salio por la puerta que comunicaba con el pasillo para ir a la sala principal, allí se puso a mover mueble como un loco y se escondió.

-“¡Sherlock! ¡¿Qué pasa?!”

-“Me han estado siguiendo y me han intentado matar por lo menos tres veces.”

-“¡¿QUÉ…?!”

-“Déjate de preocuparte y cierra la persiana.”

-“¡Pídemelo bien o te busca otra!”

-“Por favoooor.” Dijo con tono burlón.

-“¡Uhm!”

-“Pero actúa como si estuvieras sola.”

Poniendo un sociopata en mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora