Una vez fuera de casa, respiró hondo. No iba a arrancar sin rumbo fijo en el carro, su pecho se inflamaba como si estuviera por tener un ataque. Escuchó pasos y se giró para ver a Harry y su esposa. Los saludó brevemente, intentando no ser descortés. Samanta jugaba son sus manos, inquieta y Harry mantenía una mirada fija.
— ¿Estás bien, Stev?
Steven asintió, esperando que eso les dijera que no, pero que podía controlarlo. La pareja intercambió una mirada rápida y Steven supo que algo había pasado, sin embargo, nos los presionó para que hablaran. Esperó, impaciente, apretando y soltando sus puños.
— Mira, ni Sam ni yo queríamos involucrarnos en esto, pero eres mi amigo y no voy a permitir que tú no lo sepas. Espero que, si algún día pasa algo similar, tú me cuentes igual.
Steven los miró a los dos, intrigado y enojado. Estaba a punto de exigirle que le dijera ya qué demonios estaba pasando y Harry tomó aire para hablar.
— Esta tarde, estábamos en casa de Emma, hablando con su esposo y hemos visto un coche parquearse frente a tu casa, un hombre bajó y entró. Estuvimos algo inquietos porque no lo reconocimos, pero luego lo alcanzamos a ver hablando con Melany en la sala.
— Harry y yo creímos que era un amigo de la familia o algo similar, — Continuó la mujer —pero luego vi a Melany actuar muy extraño, parecía desconfiada y nerviosa y luego, él...
Steven ya tenía un nudo en su estómago, lo primero que vino a su mente fue una infidelidad, pero luego se sintió estúpido. La animó a hablar con una mirada prolija y atenta y ella miró a Harry, buscando ayuda. Tenía en su rostro, grabada la angustia.
— Steven, él intentó pasarse con tu esposa. La tocó, pero ella logró zafarse y se paró, asustada y enojada y lo echó de casa. Él no quería irse, empezó a acorralarla, cuando me di cuenta Samanta ya había salido disparada hacia tu casa. El sujeto salió enojado y gritando cosas y se subió en el coche antes de que yo llegara.
La mente de Steven trabajaba tanto como podía, los engranes se movían con dificultad. Jamás había sentido una mezcla tan peligrosa de emociones negativas dentro de sí. No pudo articular palabra, se preguntó quién pudo haber sido y casi como si Harry supiera lo que pensaba, dijo:
— Sólo le entendí a tu esposa gritarle "Lárgate de aquí, Edd".
Eso le sacudió todo por dentro. Sin entender bien lo que sucedía, se vio subido en el auto, con Harry cerca de la ventana, pidiéndole que se calmara, que bajara y no hiciera una locura, pero Steven presionó con fuerza el acelerador, haciendo que las llantas chillaran sobre el cemento.
Steven sabía con perfección que todos estaban en el karaoke. Lo habían invitado, pero se había negado cuando supo que Jessica iría. Condujo tan precavido como su ira descontrolada se lo permitió y cuando finalmente llegó, abrió el carro y ni siquiera se preocupó en cerrarlo. Entró con dificultad en el antro y buscó entre las personas a Eddard; el susodicho estaba de pie junto a la mesa, con una botella en la mano.
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UNA ROSA MARCHITA │COMPLETA
Ficción GeneralUna joven pareja de casados, disfruta de los primeros años de matrimonio con el nacimiento de Patrick. Él, más que ser el primer hijo, es un símbolo de lucha; pues fue concebido tres años después de que un doctor le dijera a Melany que, las posibili...