*NARRA RUBÉN*
Caminamos hasta mi casa, yo la abrazaba por los hombros mientas ella, aun sollozando, abrazaba débilmente mi abdomen.
Llegamos y la ayude a sentarse en el sofá.
-¿Quieres algo, un té, comida…?
-No, muchas gracias- dijo ella, se notaba que estaba mucho más tranquila.
Yo me moría de curiosidad por saber porque estaba así.
Me senté a su lado y la abrace, ella recostó su cabeza en mi pecho, mientras yo pasaba mi brazo por su hombro.
-Ahora que estas más tranquila, me puedes contar que te pasa?- ella me miró un poco desconfiada- Tranquila, puedes confiar en mí.
Ella asintió levemente- Cuando tenía 9 años, mis compañeros de clase, me insultaban me pegaban, me robaban o tiraban mi comida a la basura…- dijo ella suspirando con una voz entrecortada- el bullying no termino nunca, yo siempre creía que en algún momento acabaría, y que por ese motivo no hacía falta decírselo a nadie… yo estaba muy mal, no tenía amigos ni a nadie que me apoyara, ya que mi madre siempre estaba trabajando, y mi padre despareció cuando era pequeña. Así que estaba sola. Pasaron unos años, yo tena 15 o por ahí, y todos seguían igual, así que pensé en cortarme, ya que mucha que se cortaba decía que no estaba bien, pero que les ayudaba a cargar con sus problemas, así que una tarde, me hice un pequeño corte en mi muñeca- dijo ella mostrándome una cicatriz en su mano izquierda- eso me dolía, pero gracias a eso me olvidaba de todo lo que me hacían – una involuntaria lágrima resbaló por su mejilla- cada vez me cortaba con más frecuencia… un día, estaba en el baño de la escuela, y iba a cortarme, cuando entró un chico, que era nuevo en la escuela… era Fred, gracias a él, dejé de cortarme, él era mi único amigo, mi apoyo, la persona que más en mi vida me ayudo, y gracias a él, me hice mucho más fuerte, y pude olvidarme de las cosas que me hacían, centrándome en mis estudios, pude terminar el bachillerato con muy buenas notas, aunque mis compañeros seguían insultándome…
-Joder… lo siento mucho Lissa, por eso llorabas?- le pregunte besando su frente.
-No… el otro día, Frank me dijo que su novia lo echo de casa, y como mi tío no está, le ofrecí que se quedara en mi casa, y el aceptó. Y hace un rato, vino Claudia, la supuesta ex de Frank, que él era su novio… y me dijo cosas que me recordaron al bullying, y me vino a la cabeza la idea de cortarme otra vez… pero- suspiró- yo había conseguido salir de eso gracias a Fred, así que no podía volver a caer, salí corriendo de mi casa hasta el parque, donde te encontré…allí recordé lo difícil que fue mi infancia, recordé a mi mejor amigo Fred, a mi madre… y…- estaba llorando otra vez.
-Tranquila Lissa, no voy a dejar que vuelvas a caer- dije interrumpiéndola- sé que no te gusta hablar de esto, así que no hace falta que me expliques nada más, ahora olvida todo eso, porque estoy aquí para cuidarte…. - le dije mientras besaba tiernamente su mejilla.
-Muchas gracias Rubén.- dijo ella recostando su cabeza en mi pecho. Yo le acariciaba su negro, suave y sedoso cabello.
¿Cómo podían insultar a Lissa? Si ella es un amor de persona, es simpática, amable, divertida… no sé porque la hacían sufrir tanto.
Noté como sus parpados se cerraban, descansando sus rojos e hinchados ojos.
*NARRA LISSA*
Me había llenado de valor, y le había contado a Rubén todo sobre mi pasado. No le había contado a nadie eso, pero él… él era especial, me transmite tranquilidad, seguridad, confianza…
Nunca pensé que mi youtuber favorito, podría ser mi confidente, y que le contaría cosas que no me había atrevido a contar a nadie.
Abrí lentamente mis pesados ojos, aún estaban cansados por derramar tantas lágrimas.