❀;Just a few words ·ʷᵉᶰʳᵉᶰᵉ ᵒˢ·

❀Capítulo único❀

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Eran todo un revoltijo.

Las letras de aquel cuaderno no eran más que garabatos, probablemente jeroglíficos.

Pero, vaya sorpresa.

El significado de todo aquel desorden era, es y será lo más hermoso que pudiese haber leído nunca.

No era un simple 'te amo'.

Mucho menos un poema de lo más empalagoso.

Wendy le halló un significado totalmente fuera de lo común a tan simple conjunto de letras.

¿Pueden imaginarlo?

Algo que siempre escuchó de forma tan cotidiana.

Algo que jamás volvería a ser pronunciado por los labios de su amada.

Wendy lloraba en completo silencio.

Una y otra vez, leía tan monstruosa carta.

No encontraba otro adjetivo que describiera aquel puñado ilegible de palabras revueltas entre sí.

Toda vitalidad y rastros de reproches de Joohyun estaban ahí, regañandola.

Wendy sollozaba arrepentida.

Y las palabras, unas tras otras, la hacían pensar, en qué sería de ella si no se hubiese alejado.

La carta no era mala, pero ella la sintió como un balde de agua fría en su vida, en todo lo que creía hasta ahora.

« "Hola Wendy, soy Joohyun, aunque bueno, es obvio que sabes que soy yo, al fin y al cabo, eres la única persona que puede leerme en esta carta. Jamás he sido buena para comenzar este tipo de cosas, pero allá vamos.

Siento mucho si mi partida te ha dolido, no es tu culpa, fui yo quien decidió que esto pasara, yo misma decidí acabar con esto.

Siempre fuiste la única persona en la que pude confiar, desde pequeña siempre le pedía a mi madre estar junto a ti, siempre fuimos tan inseparables que dolía.

Recuerdo cuando nuestras madres nos regañaban por hacer travesuras juntas, también recuerdo cuando juntas jugábamos con Yerim, Seulgi y Sooyoung.

Recuerdo cuando empezaste a tener un crush con la última y lo celosa que me sentía.

Recuerdo cuando entramos a la secundaria, tú estabas muerta de miedo, pensando que no encajarías y yo sólo te tomé la mano, recuerdo no necesitaste palabras de apoyo, simplemente me miraste a los ojos y me sonreiste como siempre.

Recuerdo cuando me declaraste tus sentimientos en nuestro último año de bachillerato, te veías tan linda estando sonrojada. Recuerdo haberte sonreído y haber compartido nuestro primer beso.

Recuerdo nuestras pijamadas, nuestros días de karaoke, las tardes de películas, las videollamadas, cualquier cosa que hayamos hecho juntas.